"Pongo la mano en el fuego por lo bien que ha trabajado el comité de selección"

Lourdes Fernández (San Sebastián, 1961) llegó a la dirección de Arco en 2006. El próximo 13 de febrero comenzará su segunda edición como directora de la feria. La selección de las galerías participantes ha provocado protestas entre las excluidas, que se quejan de la disminución de la presencia española. Fernández recibe a EL PAÍS en su despacho, disculpándose por el desorden que invade su mesa.

Pregunta. El año pasado, la selección de las galerías participantes no generó tanta polémica.

Respuesta. No.

P. ¿Los criterios fueron los mismos?

"El aumento de las galerías que concurren hace que la selección sea más dura"

R. Sí, lo que ocurre es que este año hemos tenido una demanda muy alta. Nos hemos volcado en la labor de promocionar Arco por el mundo, lo cual tiene sus consecuencias. Hemos hecho presentaciones en Nueva York, en Reino Unido, y nos hemos promocionado en más de 4.000 galerías de todo el mundo. Y, así, hemos recibido 543 solicitudes en total. El año pasado fueron 440. No me importan tanto cuántas son españolas o extranjeras. Nosotros destacamos que hay 86 galerías nuevas. El aumento de galerías que concurren hace que la selección sea muchísimo más dura. Y la selección es muy importante, en un mundo en el que proliferan las ferias y la competencia cada vez es más dura.

P. ¿Dónde se sitúa Arco en ese panorama de las ferias de arte mundiales?

R. Yo la situaría después de Basilea, Art Basel Miami y Frieze (Londres). Ésas son las tres top, en todos los sentidos: en volumen de ventas, en movilización internacional... Basilea lleva más de treinta años, y Arco, 27. El panorama ha cambiado últimamente: en 2002 nació Art Basel Miami, y un año más tarde, Frieze. Todo el trabajo que hacemos de promoción y posicionamiento de la feria lo hacemos en un panorama muy distinto.

P. Se ha reducido el número total de galerías presentes. ¿Por qué?

R. Nosotros ocupamos metros cuadrados. Este año, la superficie total es la misma que otros años y las galerías, en general, han pedido más espacio.

P. ¿En qué medida Arco es o debería ser una plataforma de promoción del arte español?

R. Arco nació como una plataforma del mercado español. Hay que distinguir lo que es una plataforma de promoción de arte de lo que es una plataforma de promoción del mercado. Nosotros somos un mercado, pero Arco nace en 1982, en una España y en un contexto muy particulares, en que era urgente promocionar el arte contemporáneo. En la medida en que promocionemos Arco estamos promocionando el arte contemporáneo en España en general.

P. Hay quien pide una cuota de galerías españolas.

R. No contesto. Somos una feria internacional.

P. También alegan que Arco recibe dinero público, a diferencia de otras ferias que son privadas. ¿Cambia eso algo?

R. Nosotros tenemos una responsabilidad en cuanto que institución ferial de Madrid. Entrar ahora en si tenemos dinero público o no es kafkiano. Ifema es un consorcio formado por el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio y Caja Madrid. Hay unos órganos rectores a los que tenemos que rendir cuentas. Y el hecho es que hay 68 galerías españolas en el programa general, lo repito y lo subrayo.

P. ¿Cómo son los criterios de selección?

R. Los criterios no han cambiado: la línea de la galería, la profesionalidad y prácticas comerciales, la presencia de sus artistas en colecciones públicas o privadas... Cada una de las 12 galerías presentes en el comité vota en secreto. Yo no voto, ni los miembros de Ifema representados. Los datos se meten en un programa informático y sale la puntuación. Pongo la mano en el fuego por lo bien que han trabajado los 12 miembros. El comité es honesto y trabaja en serio.

P. Las ventas en Arco ¿son fundamentalmente nacionales? ¿Cómo se atrae a coleccionistas e instituciones internacionales?

R. Gómez Baeza empezó un sistema estupendo que han imitado otras ferias, que es invitar a entre 200 y 250 coleccionistas de todo el mundo. Ese programa se amplía este año, porque invitamos a 50 coleccionistas brasileños. Además, hay mucho coleccionismo internacional que viene por su cuenta, fundamentalmente portugués. Hay unos 15.000 visitantes portugueses. Los compradores en Arco son sobre todo españoles y portugueses.

P. Algunas galerías se quejan de que es un gran esfuerzo estar en Arco para que luego lo visite un público no especialista.

R. El año pasado ya hubo un cambio: se abrió dos días enteros a profesionales, y las galerías lo recibieron positivamente. Con el tema del público hay un debate. Por una parte, es estupendo que venga gente joven. De ahí pueden salir futuros coleccionistas. El interés por el arte no es patrimonio sólo de un coleccionismo inversor de élite. Eso ha cambiado. Yo veo gente joven que prefiere comprar una fotografía, cuando la generación anterior compraba una cómoda inglesa. La masa de gente que tenemos es muy positiva. Pero es verdad que para trabajar a veces es un obstáculo, y nosotros estamos para que las galerías trabajen en las mejores condiciones posibles.