Misógina comedia a la francesa
Patrice Leconte comienza a dirigir a principios de los años sesenta, siempre dentro del terreno de la comedia. Hasta finales de los años ochenta rueda ocho obras de irregular aceptación antes de obtener un gran éxito con Monsieur Hire (1988) y sobre todo con El marido de la peluquera (1990), que en España pasa muchos meses en cartel. Esto le permite realizar la más ambiciosa, personal y, posiblemente, mejor de sus obras, La maté porque era mía, distorsionado título castellano del sucinto original: Tango.La maté porque era mía está rodada casi en su totalidad en amplios exteriores y contrasta con el tono claustrofóbico de las últimas películas de Leconte, pe...
ro prosigue el desarrollo de un humor francés en la misma línea. Está dividida claramente en tres partes y destaca la brillantez del epílogo, y en especial el prólogo, que tiene un tono más reposado y cíclico que el resto del relato.La mate porque era mía, en un estilo bastante elaborado, que se sitúa a medio camino entre el del clásico teatral Jean Anouilh y el cinematográfico de Bertrand Blier -en concreto tiene parentesco con su filme Los rompepelotas (1974), pero sin alcanzar éste el grado de locura, muy francés, quizá demasiado, en el que Patrice Laconte se siente como el pez en el agua-, se desarrolla esta misógina comedia a la francesa. Misógina hasta el extremo de que los nombres de los actores masculinos aparecen en los títulos de crédito iniciales de la película y los de las mujeres cuando esta termina.
Director y guionista: Patrice Leconte. Fotografia: Eduardo Serra, Francia 1992. Intérpretes: Philippe Noiret, Richard Bohringer, Thierry Lhermitte, Miou-Miou, Jean Rochefort. Cines Palafox, Dúplex, Ideal (v. o.).
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