Klimt lleva el escándalo sexual a Liverpool
El líder del movimiento artístico de la Sezession protagoniza una extensa retrospectiva en la sede local de la Tate
La Tate de Liverpool dedica una muestra a Gustav Klimt, la más importante organizada en el Reino Unido sobre este artista y con la que la galería quiere repasar la trayectoria del líder del movimiento de la Secesión de Viena que revolucionó la concepción artística a principios del siglo XX.
En el año en que la ciudad inglesa de Liverpool es Capital Europea de la Cultura, la Tate inaugura mañana, día 30, la exposición Gustav Klimt. Pinturas, Diseño y vida moderna en Viena 1900, que estará abierta al público hasta el próximo 31 de agosto. La obra de Klimt ejemplifica el proceso de cambio, renovación e innovación que los artistas de Viena lideraron con el objetivo de despojarse de los imperativos estilísticos de la época.
El cartel de la primera exposición del nuevo movimiento, diseñado por el propio Klimt, conllevó polémica por aparecer en él un guerrero desnudo que dejaba a la vista sus genitales. En un contexto en el que sólo se aceptaban los desnudos femeninos, el cartel fue censurado y se obligó al autor a agregar un árbol cuyas ramas taparon los atributos del guerrero.
El Friso de Beethoven, en el que el genial músico aparece y se expone en la Tate de Liverpool, parte de la interpretación wagneriana de la Novena Sinfonía para expresar la lucha de la humanidad para encontrar la felicidad del espíritu. La reproducción del friso, cuya versión original se encuentra en el edificio de la Secesión de Viena, representa la unificación de todas las artes -la pintura, la escultura, la arquitectura y la música- en una sola obra.
Nuda Veritas, una de las pinturas que primero pueden verse en esta exposición, confronta al público con una mujer totalmente desnuda en cuyas piernas se enfila una serpiente. El usos de colores vivos, la sinuosidad de un pelo que parece estar vivo y la línea serpentina de las formas que dibujan el perfil de su cuerpo, son todos ellos elementos que se repetirán a menudo cuando Klimt aborde el tema de la mujer en sus pinturas.
Three Ages of Life, una de sus obras más famosas, tres mujeres de diferente edad comparten espacio en un mismo cuadro para representar las tres etapas de la vida: infancia, madurez y vejez. En la escena, una anciana de piel arrugada se desespera ante la imagen, llena de vida, de una madre sosteniendo a su hija en brazos, en lo que representa un espejo de lo que ella fue en el pasado.
Gustav Klimt también dibujó paisajes, como el que aparece en 'Pine Forest', un bosque de pinos misterioso e inescrutable que transmite de algún modo la importancia que la biología y el ciclo de la vida tenían para el artista. Pero más allá de la pintura, y siguiendo la filosofía de la Secesión vienesa que él mismo lideraba, Klimt se adentró en la arquitectura y el diseño para conseguir el ideal del Gesammtkunstwerk', esto es, la síntesis de todas las artes.
De la mano de su amigo y artista visual Josef Hoffman, cuyas obras comparten espacio en la sala con las de Klimt, el autor vienés diseñó sillas, estanterías y otras muebles elaborados con materiales de alta calidad y al servicio de un estilo que ennobleciese la vida diaria de las personas que los utilizasen. Aunque artista versátil y polifacético, Gustav Klimt siempre se sintió seducido, a lo largo de su carrera, por un tema que concentró gran parte de su talento artístico: la mujer y su feminidad.
En la exposición se pueden contemplar algunos de los dibujos que Klimt hizo de mujeres desnudas y semidesnudas, a menudo en posiciones eróticas en lo que escenifica una aproximación a la sexualidad femenina. Cuando el artista vienés expuso esos dibujos por primera vez, en 1910, recibió denuncias al ser tildado de "pornógrafo", lo que le llevó a la decisión de no exponer públicamente.
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