Juan Antonio Payno vuelve a la novela después de 35 años

Juan Antonio Payno (Madrid, 1941) escribió a los 19 años una novela que revolucionó en su momento el panorama literario español. El curso ganó el Premio Nadal en 1961 con un retrato atípico de la juventud universitaria del momento. Ahora, con Romance para la mano diestra de una orquesta zurda (Alfaguara), el autor vuelve a la novela después de 35 años, con una obra que especula con las diversas formas del poder.

Romance para la mano diestra de una orquesta zurda es una novela madurada en el silencio y la reflexión. Payno, que dejó de lado la literatura para dedicarse a la cátedra de Economía en la universidad, quiso tomar cierta distancia mental para digerir una serie de aspectos de la realidad que no llegaba a comprender. El resultado es una novela difícil pero ágil, irónica, intensa e inteligente. "Es un libro que trata sobre el poder, y no sólo el político y formal. En la novela todos los personajes se sienten tentados por el poder en sus distintas formas. Por el poder como presión sobre el individuo", dijo ayer Payno.El escritor sostiene haberse resistido siempre al poder, sin permitir que éste sobrepase cierto límite". Razón por la cual fue destituido de su cátedra hace dos meses en la Universidad Alfonso X El Sabio, "por pensar de forma distinta", según explicó.

Como observó el periodista Eduardo Sotillos en su presentación de la novela, se trata de una obra en la que se "exige la colaboración del lector". "Es un libro para leer varias veces", dijo Sotillos. "El texto permite muchas interpretaciones, y eso reserva al lector un papel importante".

La acción se sitúa en un lugar abstracto y un tiempo indeterminado, aunque resulta evidente que se desarrolla en la España de hoy. "Me interesaba concentrarme en los fenómenos de fondo, más que en la anécdota histórica", afirmó el autor. "Hay una realidad cierta de control Creciente en la sociedad actual. La manipulación ideológica de hoy va más allá de lo que parece. Me preocupa desvelar lo que se oculta debajo de lo cotidiano".

El estilo y lenguaje de esta obra sorprenderán a quienes la comparen con El curso. "La primera fue una novela espontánea, directa. En ésta he elegido la alegoría, la metáfora y otros recursos para poder exponer lo anómalo como algo aceptable".