Irán reconstruirá la ciudadela de Bam
Teherán pide que se envíen filmaciones y fotos de la mayor fortaleza en adobe del mundo
El Gobierno iraní se ha comprometido a reconstruir la mayor fortaleza en adobe del planeta. La ciudadela de Bam, que la Unesco se disponía a declarar Patrimonio Cultural de la Humanidad, se desmoronó como un castillo de arena en la madrugada del pasado 26 de diciembre cuando un terremoto de 6,3 grados de intensidad en la escala de Richter azotó el oasis conocido como la Esmeralda del Desierto de Dast e Kavir y destruyó uno de los principales atractivos turísticos de Irán. "Recurriremos a expertos extranjeros y afrontaremos la reconstrucción total, sea cual sea su precio, para que Bam, símbolo de una civilización de entre 2.000 y 3.000 años, sea levantada de nuevo", declaró el presidente iraní, Mohamed Jatamí, tras su visita a la zona devastada por una catástrofe que se ha cobrado decenas de miles de vidas.
Se teme que buena parte de los planos y documentos sobre la última rehabilitación de la ciudadela se hayan perdido
Era el único núcleo urbano de la antigua Persia que se mantenía intacto, lo que permitía conocer su forma de vida y costumbres
Entre sus fabulosos palmerales se levantó una primitiva fortaleza hace cerca de 2.000 años. La ciudadela fue ampliada y embellecida con 28 torres entre los siglos XVI y XVII, cuando Bam se convirtió en un importante centro comercial de la llamada Ruta de la Seda, por la que transitaban entre China y Europa caravanas con este tejido, además de perfumes, porcelanas, especias y alfombras.
De 300 metros de largo y 200 de ancho, la ciudadela era el único núcleo urbano de la antigua Persia que se mantenía intacto, lo que permitía conocer la forma de vida y las costumbres de aquella época. Tras sus murallas, ahora convertidas en polvo, se levantaban 400 casas, torres y edificios públicos de la época safávida (1501 a 1736), la dinastía fundada por el sha Ismail, que representó la era dorada del imperio persa después de su conversión al islam. Pero lo que aún es más importante, su planta original, de hace 20 siglos, era el mejor ejemplo de la arquitectura iraní antes del periodo islámico.
Según Fakir Pas, jefe de Patrimonio Cultural de la provincia de Kerman, en la que se encuentra enclavada Bam, la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se ha mostrado dispuesta a contribuir sustancialmente a la ingente tarea de reconstrucción, que deberá compatibilizarse con otra labor aún más prioritaria: superar las consecuencias humanas y económicas del terremoto. Pas aseguró que el seísmo no parece haber dañado la estructura original de la fortaleza, aunque derribó el 90% del resultado de todos los trabajos de reconstrucción realizados desde 1953, fecha en que el Gobierno iraní declaró la fortaleza de Arg e Bam tesoro cultural.
Enclavada sobre un promontorio rocoso de unos sesenta metros de altura, Arg e Bam parecía un castillo medieval europeo, pero, al contrario de éstos, que utilizaron la piedra como material de construcción, la ciudadela iraní fue fabricada con tierra y ladrillos de adobe y arcilla. En mitad del desierto de Dart e Kavir, con las impresionantes montañas de Zagros en el horizonte y rodeada de verdes palmerales, esta impresionante mole de color tierra parecía inexpugnable.
Estaba compuesta de cuatro partes diferentes, con dos grandes torres distantes entre sí unos cuarenta metros, construidas en la época safávida, además de otras 26 torres vigías. Poseía cuatro murallas en el sector sur, la primera de las cuales, de 18 metros de alto, estaba destinada a proteger a los habitantes de los bandidos. Las murallas se han desmoronado hasta convertirse en polvo, al igual que la mayoría de las torres, aunque algunas de las bases de éstas aún permanecen. A primera vista, la sacudida sísmica ha dejado la fortaleza convertida en una montaña de tierra rojiza.
El ministro iraní de Cultura y Guía Islámica, Ahmad Masyed Yameie, asegura que Arg e Bam se reconstruirá en un plazo máximo de cinco años y que serán invitados a participar en el proyecto expertos en arqueología y sismografía, para que la nueva ciudadela sea lo más resistente posible a la actividad sísmica que amenaza con volver a castigar la zona. Yameie anunció que el Gobierno ha habilitado ya una partida presupuestaria especial de 350 millones de euros para los trabajos, de los que 130 millones son créditos sin intereses.
Se teme, sin embargo, que buena parte de los planos y documentos sobre la última rehabilitación de la ciudadela se hayan perdido, ya que se encontraban en el museo abierto en ésta. Soldados iraníes custodian ahora las ruinas para evitar el pillaje. Según han denunciado los medios de información iraníes, en los días siguientes al terremoto los saqueadores robaron importantes piezas conservadas en el museo.
El Centro de Documentación de Cinematografía ha lanzado un llamamiento a la comunidad internacional para que cualquiera que tenga una fotografía o una filmación en vídeo o en cine la envíe a este centro, en el que se recopilará toda la información con objeto de preparar un documental que facilite la reconstrucción.
La ciudadela tenía dos edificios, uno llamado Cuatro Estaciones y el otro Casa de los Señores, reservados a los gobernadores de la época. Hasta hace unos ochenta años, estaban ocupados por los responsables locales del Ejército y la Gendarmería, pero posteriormente fueron convertidos en museo.
Arg e Bam era uno de los principales atractivos turísticos de Irán. Varios turistas, casi todos ellos europeos, fueron sorprendidos por el terremoto que, en apenas 13 segundos, segó la vida de decenas de miles de personas. En aquella trágica madrugada también murió un turista británico. Los demás visitantes resultaron heridos y fueron hospitalizados en Kerman, la capital provincial.
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