Huidobro, el poeta pájaro y nómada
Mañana, con EL PAÍS, una antología de Vicente Huidobro por 8,95 euros
Valga la afirmación del poeta chileno Vicente Huidobro (1893- 1948) de estar por encima de Dios, o por lo menos a su altura, como inventor, como pincelada de su personalidad desbordante. Amigo y compadre de Pablo Picasso, Juan Gris, André Breton y Max Jacob, fue uno de los impulsores del creacionismo -movi-miento literario que pretendía hacer de la poesía un instrumento de la creación absoluta ("Que el verso sea como una llave / Que abra mil puertas")-. Según el artista, admirador de personajes como El Cid y Napoleón, la misión del poeta no es imitar la naturaleza como, según Huidobro, se venía haciendo hasta entonces, sino crearla. El poeta fue también el primer artista en llevar las vanguardias europeas a América Latina y a España, donde recaló en numerosas ocasiones a caballo entre París y su país natal.
En la capital francesa se ganó pronto un espacio entre las principales revistas y tertulias literarias de la época. Y desde Europa escribió un ensayo titulado Finis Britannia, una clara crítica a la política imperialista llevada a cabo de la corona británica. En esos años, tentado por la política llegó a presentarse como candidato a la presidencia de Chile. Era entonces cuando se definía como "un revolucionario de todos los conceptos y todos los prejuicios, de todos esos principios sobre la sola base de la hipocresía social".
Su personalidad, vida y múltiples manifiestos del poeta que se veía como un pájaro nómade y "el primer hombre libre, el primero que rompe todas las cadenas", le valieron dos atentados a los que sobrevivió. De un compromiso político y literario claro, participó en España, junto a muchos otros intelectuales europeos y americanos, en el Congreso de Escritores Antifascistas (1937). También batalló en la Segunda Guerra Mundial siendo el único oficial de lengua española. Y por si fuera poco, y como si de un culebrón se tratara, con 33 años tuvo que huir de su país. El problema esta vez: su amor por Ximena Amunátegui, su joven concuñada de 15 años, con la que se fugó y casó por un rito mahometano.
Vicente Huidobro, que escribió en francés y español, proponía que la poesía es universal, y, por tanto, traducible. Su poema-libro Altazor o el viaje en paracaídas (1930) es reconocido como su obra maestra. También destacan Las pagodas ocultas (1914), Horizon carré (1917), Temblor de cielo (1931), El ciudadano del olvido (1941), Ver y palpar (1941).
En la tumba del poeta que reconocía haber vivido una vida que no puede vivirse y nunca haber sido abandonado por la poesía reza un epitafio escrito por su hija tan contundente como su padre: "Aquí yace el poeta Vicente Huidobro / Abrid la tumba / Al fondo de esta tumba se ve el mar".
Mañana, EL PAÍS publica una antología del escritor por 8,95 euros. Es parte de la colección de poesía de los 30 mejores poetas en español del siglo XX que el diario pone en los quioscos cada miércoles. El pintor Eduardo Arroyo escribe el prólogo que explica lo que supone para él la obra del poeta.
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