Bruselas se rinde por fin al surrealismo de René Magritte
Un nuevo museo expondrá 200 obras en 2.500 metros
Cuesta creerlo, pero el universo surrealista de Magritte, presente en las colecciones permanentes de casi todos los grandes museos de arte contemporáneo del mundo, estaba prácticamente ausente de Bruselas. Allí transcurrió la mayor parte de su vida y, es cierto, allí hay un pequeño museo en la que fue su casa. El 4 de junio, los belgas saldarán las cuentas con su pintor más universal gracias a la apertura de un gran centro dedicado a su inconfundible estilo. Será un lugar para la celebración de todas las facetas artísticas de Magritte en todos sus periodos creativos, según explicó ayer en la embajada belga de Madrid Michel Draguet, director de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica.
Sus paredes albergarán toda la iconografía de René Magritte (1898-1967): Las pipas que no lo son, los peces con piernas de mujer, las piedras que vuelan sin ser lanzadas, las escenas nocturnas enmarcadas en pleno día... El nuevo museo está situado en el antiguo Hotel Altenloh, un edificio neoclásico de 2.500 metros cuadrados distribuidos en cinco niveles. En total, se expondrán más de 200 obras en orden cronológico, representativas de todas sus actividades: pintura, escultura, dibujo, fotografía y cine.
El primer nivel del edificio estará ocupado por lo que se podría llamar los grandes éxitos de su carrera artística. Son, en general, pinturas de mediano formato como L?Empire des Lumières (1954), le Retour (1940) o Shéhérazade (1948).
Los responsables del museo insistieron ayer en la carga didáctica que tendrá el centro. No sólo quieren que sea una vitrina de la obra de Magritte, sino que para ellos es igual de importante la investigación y las actividades didácticas organizadas en torno al artista surrealista.
Winston Spriet, uno de los grandes expertos en la obra de Magritte, ha distribuido el espacio en forma de escenografía contemporánea. El segundo nivel del museo está proyectado para desvelar las partes menos conocidas de Magritte. Son piezas realizadas en Bruselas durante el periodo de la guerra, un tiempo en el que sus temas de inspiración están entre el comunismo y la magia negra.
El tercer nivel estará ocupado por las obras de sus comienzos. Son años en los que combina el efecto sorpresa, que luego desarrollaría, con todos los movimientos creativos de la primera mitad del siglo XX. Desde expresionismo al pop-art o el arte conceptual. Los responsables del museo han querido mostrar que en estos primeros años de creatividad está la búsqueda de la esencia poética del arte. Se cuenta cómo entre el mundo de los sueños y los objetos banales René Magritte es capaz de desarrollar toda una nueva filosofía.
Babelia
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