El arte de la crítica
En una escena de esta comedia tan aparatosa e hiper-musculada como certera en su disección satírica, Robert Downey Jr. -que interpreta a un actor tan intenso que muda su pigmentación cutánea al servicio del personaje- alecciona a Ben Stiller -estrella de action-movies que buscó la respetabilidad encarnando a un discapacitado psíquico- sobre los criterios de la Academia acerca de los retratos de la discapacidad. El diálogo es puro oro cómico y Kirk Honeycutt del Hollywood Reporter vio en él "una pieza extrañamente precisa de crítica cinematográfica". En buena medida, Tropic Thunder, una guerra muy perra es eso: crítica de cine hecha gran espectáculo, la culminación de una tradición subterránea de la comedia que, desde Loquilandia (1941) hasta las parodias deconstructivas del trío ZAZ ha reciclado el género como arma para delatar fatuidades de lenguaje, inercias y lugares comunes del (a veces, mal) llamado séptimo arte.
TROPIC THUNDER. UNA GUERRA MUY PERRA
Dirección: Ben Stiller. Intérpretes: Ben Stiller, Robert Downey, jr., Jack Black, Tom Cruise, Steve Coogan. Género: comedia. Estados Unidos-Alemania, 2008. Duración: 107 minutos.
En el diálogo entre Downey y Stiller también hay toda una teoría de la comedia: nunca hay que entregarse a la idiotez sin condiciones. Y, como en Quemar después de leer, aquí las condiciones son la extrema inteligencia que articula esta mirada sobre un mundo idiota.
Con un registro de humor que permitiría definirla como la Trampa 22 de la comedia metalingüística, Tropic Thunder descarga su lluvia de napalm mordaz sobre un Hollywood poblado de egos hipertróficos, directores peleles y productores grimosos, obteniendo, paradójicamente, un blockbuster rotundamente perfecto.
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