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A la izquierda, Hersh Goldberg-Polin, uno de los rehenes fallecidos. A la derecha, sus padres Jon Polin y Rachel Goldberg, en la Convención Demócrata en CHicago, EE UUFoto: Bring Them Home Now (Reuters) / J. Scott Applewhite (AP) | Vídeo: EPV

Vídeo | 330 días de lucha de la familia de uno de los rehenes de Hamás

Los padres de Hersh Goldberg-Polin no perdieron la esperanza de volver a ver a su hijo con vida hasta que este domingo recibieron la noticia de su muerte en Gaza tras casi once meses retenido

La vida de Rachel Goldberg y John Polin cambió radicalmente el 7 de octubre, cuando recibieron un mensaje de su hijo que ponía “Te quiero. Lo siento”. Fue la última comunicación directa que tuvieron con su hijo Hersh Goldberg-Polin que se encontraba en el festival de música Tribe Nova, cuando milicianos de Hamás irrumpieron en el evento y asesinaron a al menos 260 asistentes. Hersh estuvo entre los más de doscientos de rehenes. En ese momento, comenzó la lucha para tener a Hersh de vuelta en casa.

Han sido 330 días en los que Rachel y John han secundado las multitudinarias marchas en Israel para exigir al Gobierno la liberación de los rehenes. Sus demandas también traspasaron fronteras. En estos casi once meses, la familia de Hersh, junto con otras, se ha reunido con el Papa Francisco, acudido a Naciones Unidas e incluso compartido su testimonio en la Convención Demócrata que formalizó la candidatura de Kamala Harris para las elecciones presidenciales en EE UU. Como aquel fatídico 7 de octubre, hoy sus vidas han vuelto a tomar otro rumbo, el peor que unos padres podrían imaginar. El cadaver de Hersh, junto con el de otros cinco rehenes, ha sido encontrado por el Ejército israelí en unos túneles en Gaza.

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