Vídeo | La detención de Putin, el mayor reto de los 25 años de la Corte Penal Internacional
El fiscal del Tribunal de Cuentas y experto en derecho internacional, Carlos Castresana, analiza los logros y limitaciones del tribunal con sede en La Haya
25 años después de la creación de la Corte Penal Internacional (CPI), el organismo encara su mayor desafío: hacer que se cumpla la orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por crímenes de guerra en Ucrania. El tribunal penal permanente se dedica a investigar y juzgar a los autores de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, y Putin es el cuarto mandatario procesado por la institución.
Sin embargo, como puede verse en el vídeo que acompaña esta noticia, el contexto bélico deja a la CPI, con sede en La Haya, sin competencias efectivas sobre las maniobras de Rusia. Aunque con el deber de asegurar una investigación sobre la situación ucrania, según afirma Carlos Castresana, fiscal del Tribunal de Cuentas, que fue candidato a fiscal jefe del tribunal.
Castresana, que es autor de las denuncias que culminaron con la detención y posterior procesamiento de los exgenerales latinoamericanos Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet, afirma en el vídeo que “mientras Vladímir Putin no esté sentado delante del tribunal, es un procesado, pero no va a poder ser juzgado y tampoco condenado. De modo que se necesita la colaboración de los Estados o un nuevo Gobierno ruso opositor para capturarlo”. Después de la revolución del Maidán y de la invasión de Crimea, en 2014, Kiev aceptó la jurisdicción del tratado, ya que Moscú fue signataria del estatuto de Roma, pero se retiró en 2016.