El rescate de una niña de siete años abandonada en plena carretera junto a su perro en La Rioja

Llorando y abrazada a su perro. Así encontró el pasado 17 de julio la Guardia Civil a una niña de siete años en plena carretera cerca de Lardero en La Rioja. Según las pesquisas del cuerpo armado, un varón de 30 años, compañero sentimental de la madre de la menor, la dejó abandonada allí. El hombre, con un amplio historial delictivo, según la Guardia Civil, ha sido detenido por poner en grave riesgo la vida, salud e integridad física de la menor que se encontraba con un alto grado de “agitación y nerviosismo” en el momento de ser rescatada.

El joven autor de la negligencia está considerado como presunto autor de un delito de abandono temporal de un menor y otro contra la seguridad vial porque el día de los hechos conducía un vehículo a motor sin tener el permiso de conducción en orden; había perdido todos los puntos del carnet.

La actuación policial se inició sobre las 11 horas del pasado día 17 de julio, cuando la Guardia Civil en La Rioja (062) recibió una llamada de alerta, en la que se informaba de que en la N-111, a la altura del término municipal de Lardero, se encontraba una niña de corta edad caminando sola por la vía de servicio, sin la supervisión de ningún adulto y con la única compañía de un perro a su lado.

La niña, tras ser tranquilizada y arropada por los agentes, relató que viajaba en el coche de un amigo de su madre hacia Logroño, pero que tras quedarse sin gasolina, procedió a sacarla del vehículo junto a su perro y le dijo que tendría que esperar a que regresara de buscar combustible. A unos 300 metros de allí, los agentes de la Guardia Civil hallaron el turismo, parado en uno de los carriles de circulación y sin señalización de advertencia de peligro en la vía.

Tras ello, varias dotaciones de Guardia Civil en La Rioja y de la Policía Local de Lardero iniciaron un dispositivo de búsqueda, que se saldó con la localización y detención de esta persona en plena N-111, tras ser interceptado viajando como copiloto en el vehículo de un amigo.

Una vez en dependencias de la Guardia Civil se acogió a su derecho constitucional de no prestar declaración ante los agentes, por lo que tras la finalización de las diligencias fue puesto a disposición de la autoridad judicial, y la menor fue entregada a su madre.