La iglesia que alienta a sus fieles a emborracharse celebra misas clandestinas durante la pandemia
En Sudáfrica las congregaciones religiosas están permitidas, pero reunirse para beber está prohibido
La Iglesia Gabola ha tenido numerosos problemas para retomar su actividad tras las medidas impuestas para controlar el coronavirus. Los seguidores de esta Iglesia sudafricana, cuyo nombre se puede traducir como beber en el idioma local tswana, se caracterizan porque beben hasta emborracharse durante el culto. Cuando Sudáfrica comenzó en mayo a rebajar las medidas del confinamiento, permitió que los fieles se reunieran en grupos de hasta 50 personas, pero mantuvo la prohibición de que varias personas se concentrasen para beber alcohol.
Los feligreses intentaron realizar sus reuniones habituales en los bares locales, llamados shebeens, para alabar a Dios mientras tomaban whisky, pero la policía intervino para impedirlas. El líder Gabola, el autodenominado Papa Tsietsi Makiti, desafió la prohibición: “Pueden arrestarnos hasta que Jesús regrese”, aseguró Makiti, aunque admitió que habían tenido que trasladar los oficios de un lugar a otro para evitar un encuentro con las autoridades.
Como se puede ver en el vídeo, la Iglesia se reunió a finales de junio en un campo lleno de basura en Evaton, al sur de Johannesburgo. Al comenzar el oficio, el clero bendijo algunas botellas de cerveza en la oración. Eso sí, se mantuvieron otras reglas para evitar el coronavirus, con el límite de aforo de 50 personas, sillas separadas para el distanciamiento social y el hidroalcohol para limpiarse las manos.
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