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Un golpe de calor puede provocar la muerte: cómo mantenerse a salvo con la subida de las temperaturas

El Servicio Meteorológico Nacional hace una serie de recomendaciones para sobrellevar la alerta meteorológica que está afectando a zonas del este de Estados Unidos

Un joven descansa junto a una fuente en el centro de Manhattan durante una ola de calor, en junio de 2024 en Nueva York.
Un joven descansa junto a una fuente en el centro de Manhattan durante una ola de calor, en junio de 2024 en Nueva York.Spencer Platt (Getty Images)
José Luis Ávila

El calor mata y las estadísticas lo confirman. Esta fue la causa directa o indirecta de alrededor de 1.670 muertes en Estados Unidos durante el 2022, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). En este sentido, los golpes de calor representan el riesgo más temible durante episodios de altas temperaturas como los que azotan este momento a varios Estados del centro y este del país. La rapidez y virulencia con la que aparecen los síntomas pueden acabar con la vida de una persona sana en muy poco tiempo.

La alarma surge cuando la temperatura corporal supera los 104 °F (40 °C). A partir de este momento, distintos procesos fisiológicos del organismo se alteran y se produce una inflamación acompañada de un brote de enzimas que interfiere el funcionamiento regular de los órganos vitales. Los médicos explican que este cuadro, una vez empezado, es difícil de revertir. Los primeros síntomas son dolor de cabeza, confusión y aturdimiento y van escalando hasta la pérdida de conciencia, convulsiones y el fallo cardíaco. En estos casos hay que llamar a los servicios de emergencia de inmediato.

Recomendaciones generales

El Servicio Meteorológico Nacional aconseja cancelar o reprogramar actividades físicas extenuantes para las horas más frescas del día. Las personas especialmente vulnerables al calor, como los niños, los bebés o los ancianos (sobre todo los que padecen enfermedades preexistentes, toman determinados medicamentos, viven solos o tienen movilidad limitada), los enfermos crónicos y las embarazadas, deben permanecer en el lugar más fresco disponible.

También sugiere la receta de siempre: llevar ropa ligera y de colores claros, minimizar la exposición directa al sol, comer alimentos ligeros, frescos y fáciles de digerir, tomar mucha agua (no muy fría), líquidos sin alcohol y descafeinados aunque no se tenga sed. Asimismo, es necesario permanecer en espacios con aire acondicionado o utilizar ventiladores eléctricos portátiles para expulsar el aire caliente de las habitaciones. Sin embargo, nunca se debe colocar el flujo de aire de forma directa cuando la temperatura ambiente sea superior a 90 °F (32 °C). El aire seco genera una mayor deshidratación.

Por su parte, los trabajadores al aire libre deben hidratarse constantemente, gozar de áreas de descanso en sombra y aumentar la carga de trabajo gradualmente. En este sentido, cada empresa debería contar con un protocolo basado en las recomendaciones de las autoridades para evitar enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

Medicamentos que pueden afectar la salud

Frecuentemente recetados para tratar enfermedades renales y la hipertensión, los diuréticos generan una mayor deshidratación e insuficiencia de potasio y sodio, dificultando al organismo la regulación de la temperatura corporal. Otros que también generan desequilibrios durante episodios de calor son los medicamentos para las alergias y la depresión porque algunos producen una mayor sudoración e impiden el enfriamiento del cuerpo. En todos estos casos, es necesario hidratarse más de la cuenta y consultar al médico si se puede ajustar la dosis durante la alerta climática.

Seguridad contra el calor en los vehículos

Los estudios han demostrado que la temperatura en el interior de un carro puede aumentar hasta niveles peligrosos durante una ola de calor extremo. Datos del Servicio Meteorológico Nacional aseguran que el asiento de un coche puede alcanzar rápidamente temperaturas que van de los 180 °F (82 °C) hasta los 200 °F (93 °C). Estos objetos calientan el aire adyacente y emiten radiación de onda larga que luego calienta el aire atrapado en el interior. Se convierte literalmente en un horno. La recomendación es no quedarse dentro por largo períodos de tiempo durante el verano.

Consejos de seguridad para padres y cuidadores

Según el estudio Los efectos del cambio climático sobre la salud humana en los Estados Unidos: Una evaluación científica, los niños menores de cuatro años sufren más ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias durante las olas de calor. Sus cuerpos se calientan a mayor velocidad que el de los adultos, así que es necesario mantenerlos frescos, limitar los juegos al aire libre, y evitar el consumo de líquidos muy fríos, azucarados o con edulcorantes.

Sobre la firma

José Luis Ávila
Es periodista y redactor en EL PAÍS América. Su trabajo se publicó antes en medios como Telemundo, Vogue, Gatopardo, El Nacional y Exceso. Se tituló en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, es especialista en SEO y tiene un Máster en Branded Content de la Madrid Content School. Vive en Ciudad de México.
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