‘Celeste’ o cómo el universo gris de Hacienda se convierte en escenario de un ‘thriller’
Carmen Machi protagoniza la serie creada por Diego San José sobre la investigación de una inspectora de la Agencia Tributaria a una artista latina
Un edificio en un polígono industrial de San Sebastián de los Reyes (Madrid) se ha convertido durante unos días en la sede central de la Agencia Tributaria. En realidad, se trata de un bloque donde la producción de Celeste, serie que Movistar Plus+ produce en colaboración con 100 Balas (The Mediapro Studio) y que se estrenará en el último trimestre del año, ha alquilado un espacio para transformarlo en lo que podría ser la oficina que Hacienda tiene en la calle Guzmán el Bueno de la capital. Un espacio gris, con muebles grises, donde se lleva a cabo una actividad que, vista desde fuera, parece igual de gris. Ese era precisamente el reto que quería afrontar el guionista Diego San José: narrar un emocionante thriller que transcurra en “uno de los ambientes más grises de nuestra cultura”. “Me resulta estimulante que la historia nazca donde no nacen las historias aparentemente”, contaba a mediados de abril, sentado en el despacho de su protagonista.
Esa historia, con resonancias en la realidad, tiene como protagonista a un personaje gris, Sara Santano, una inspectora de Hacienda a punto de jubilarse que ha entregado toda su vida a su profesión. En sus manos cae la inspección por la posible evasión de impuestos de una famosísima cantante latina, para lo que deberá investigar si ha residido en España la mitad del año más un día. En juego hay 20 millones de euros para las arcas públicas españolas.
Para San José, es curioso cómo los inspectores de Hacienda, “un cuerpo de élite”, son socialmente “una especie de parias”. “El inspector de Hacienda logra poner de acuerdo a las dos Españas, todos recelan de él. Y es curioso, porque todos deberíamos adorarles porque de su trabajo depende que a todos nos vayan las cosas mejor, redistribuyen la riqueza”, dice el creador de la serie sentado en la mesa de su protagonista. En una pared, una gran pizarra muestra todos los días del año con pósits de diferentes colores para identificar visualmente los días que la inspectora sabe que la cantante estuvo en España, los que ha comprobado que no estuvo y aquellos sobre los que tiene dudas. “Partimos de Hacienda para que ahí ocurra un thriller, con los giros y sorpresas que tendría la historia de un detective enfrentándose a un secuestrador, pero aquí no hay secuestro, hay un aparente fraude fiscal, y no hay un asesino, hay una artista que, si se demuestra que vive en España, hay un gran botín para disfrutar”, añade.
Carmen Machi es la encargada de dar vida a esa mujer gris que es Sara. “Es gris para la gente, ella no se siente así. Se ha descuidado como mujer porque tampoco ha tenido tiempo. Está oculta de la luz, todo el día entregada a su trabajo. Yo a ella la veo como una mujer admirable, tremendamente lista, culta..., ya quisiera yo”, dice tras pasar por maquillaje y ya con el vestuario y la peluca que la convierten en esta diligente funcionaria.
Varios elementos de la serie ayudan a resaltar el ambiente apagado en el que se mueve Sara y el contraste con el mundo luminoso y espontáneo de Celeste, la artista latina interpretada por la mexicana Andrea Bayardo. Marta Murillo, responsable de Vestuario, visitó la zona de Guzmán el Bueno por donde se mueven los inspectores de Hacienda y comprobó que los tópicos se corresponden con la realidad. Allí encontró, por ejemplo, mucho jersey con cremallera y camisa, y una paleta de colores que se mueve entre el gris, el azul marino, el marrón y el verde.
La ropa será fundamental para mostrar la evolución de los personajes. En el caso de Sara, siempre con faldas, a partir de un momento dado se pasa al pantalón. Para Celeste, el equipo de la serie ha tenido que recrear toda su vida, que se reflejará, por ejemplo, en las revistas y fotos que recopila la inspectora. “Empezamos por cosas un poco más feas, más chonis, porque la evolución de estas estrellas es así, empiezan sin asesores y haciendo lo que pueden con su ropa. Luego tienen más dinero, más asesores y es todo más elegante y menos obvio”, cuenta Murillo. Para el vestuario de la cantante latina, la responsable de Vestuario se ha inspirado en Shakira (la referencia más evidente para el personaje, dados sus problemas con Hacienda) pero también en otras artistas como Jennifer Lopez, Dua Lipa y, sobre todo, Beyoncé.
El equipo de Arte se zambulló también en el mundo de Hacienda. “En guion, Sara es una persona gris, y nosotros teníamos que reforzarlo con los decorados. Pero realmente la gente de Hacienda es la más alegre del mundo”, puntualiza Marc Pou, director de Arte. La casa de la protagonista es clásica, “sin grandes pretensiones artísticas ni de diseño, desde los años setenta ha quedado igual”, describe. Pou se inspiró en ella en la clase política más conservadora de Madrid. Para las oficinas, visitó la delegación de Hacienda de Barcelona, donde preguntó todo lo que necesitaba para recrear su mundo de la forma más fiel posible. Está cuidado hasta el mínimo detalle, y cuando uno pasea por la oficina ficticia, encuentra alfombrillas de ratón, calendarios de mesa o carteles de actividades del sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda o carpetas cedidas por la Agencia Tributaria. Gracias a un permiso especial han podido reproducir el logotipo, muy presente. “En una oficina real no hay tanto logotipo, pero nuestro espectador no va a saber que estamos ahí si no está muy visible”, aclara Pou.
Aunque la serie tenga detrás a Diego San José (Vota Juan, Ocho apellidos vascos), Carmen Machi asegura que “es lo más alejado de una comedia que te puedas imaginar, aunque tenga situaciones que pueden llevar a producir risa”. “No tiene chistes. No hay malentendidos, no hay gags ni personajes torpes”, dice San José. “Va a ser divertida porque va a estar hecha muy en serio”. Celeste es un thriller tanto en el guion como en su imagen. La directora Elena Trapé, responsable de los seis episodios de media hora, ha encontrado sus referentes visuales en el thriller clásico. También señala Spotlight, ambientada en una redacción en los primeros 2000, y para el personaje de Carmen Machi menciona la película chilena Gloria, “porque en paralelo a este thriller está el viaje íntimo de esta mujer, que arranca en un lugar muy gris y triste, una mujer que siente que no le va a suceder nada más en la vida, y a través de la investigación y el contraste con Celeste, vuelve a sentir cosas emocionantes”, dice.
Un objetivo de Diego San José es que si un inspector de Hacienda ve la serie, encuentre reflejado su mundo y su trabajo de forma correcta. El guionista quería reunirse con inspectores de Hacienda reales para preguntarles por su día a día y algunas curiosidades, pero el hecho de que casi ningún inspector de Hacienda se identifique como tal públicamente dificultó la tarea. “Dicen que son funcionarios o que trabajan para el Estado, pero no dicen que son inspectores de Hacienda para evitar preguntas o no generar recelo”, explica. Consiguió hablar con tres de ellos, que también han servido como asesores en detalles como cómo sería el despacho o los términos adecuados en los diálogos. Carmen Machi destaca la función de una de ellas que la ha resuelto dudas puntuales. “Ellos están muy contentos, nunca han tenido una serie. Han leído los guiones y les gusta porque lo que decimos es que hay que tributar como corresponde”, dice la actriz.
Ahora que conoce más su mundo por dentro, ¿ha cambiado esta serie la imagen que Machi tiene de los inspectores de Hacienda? “No”, sentencia entre risas. “Llegan a la obsesión, que es normal, es su cometido, pero como contribuyentes todos sentimos lo que sentimos. Yo hago lo que tengo que hacer, pero reconozco que es un ente que da recelo. Lo que sí me ha cambiado es ver que hay una vida detrás de estas personas. No me cambia mi pensamiento con las inspectoras de Hacienda, pero sí con las mujeres que puede haber dentro de ellas. Ahora me intriga con quién irá el público, si con Sara o con Celeste”.
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