_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bárbara Rey, víctima de violencia machista y televisiva

Algunos siguen sin entender que se puede ser víctima y también una mala persona, como se puede ser un mujerón de piernas infinitas y enseñarlas, y que te maltraten

Bárbara Rey, en una imagen de enero de 2023.
Bárbara Rey, en una imagen de enero de 2023.JUAN BARBOSA
Ángeles Caballero

María García García, más conocida como Bárbara Rey, fue y es víctima de violencia machista. Y ahora también es víctima de violencia televisiva, una vez que su hijo, Ángel Cristo Rey, ha decidido dar una entrevista en Telecinco para matizar la historia que conocemos gracias a sus protagonistas. Que su madre es víctima, sí, pero que para el padre no fue fácil digerir que su mujer fuera una rubia despampanante, de piernas largas, que domaba a los hombres como a los elefantes, que se había besado con Rocío Dúrcal en la película Me siento extraña. “Eso le volvió loco”, dijo en el plató de De viernes. Solo la periodista Patricia Izquierdo fue quien respondió a semejante afirmación. No hay justificación alguna para el maltrato, le dijo. Bien por ella, no tanto por el resto.

Algunos siguen sin entender que se puede ser víctima y también una mala persona. Se puede ser manipuladora, un cero a la izquierda, como se puede ser un mujerón de piernas infinitas y enseñarlas, y que te maltraten. Tener a Dios en la garganta y en el escote como la Jurado y que te maltraten.

Pero cuando pensábamos que el periodismo había cambiado, cuando el documental de Rocío Carrasco nos enseñó lo que era la violencia vicaria y la luz de gas, que nadie está libre de ser víctima e incluso verdugo a la vez, hemos optado por las sombras de Bárbara. Hemos preferido que en la balanza pese más el supuesto chantaje a Juan Carlos I, sus grabaciones, su adicción al juego, su manera de ejercer la maternidad y su propia vida. Como si una cosa minimizara la otra, el infierno que vivió con el padre de sus dos hijos y las secuelas de aquello. Como si no hubiera heridas en todos. Para que luego digan que está todo hecho.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_