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La BBC permitirá expresar sus opiniones políticas en redes sociales a los presentadores de programas de entretenimiento

Las nuevas reglas surgen después de la polémica en torno a Gary Lineker. La estrella del programa deportivo ‘Match of the Day’ fue suspendida después de criticar la política migratoria del Gobierno de Rishi Sunak

BBC Redes Sociales
Fachada de la sede central de la BBC en Londres, el pasado 19 de septiembre,ANDY RAIN (EFE)
Rafa de Miguel

El equipo directivo de la BBC salió escarmentado por la torpeza con que gestionó el caso Lineker, la suspensión y readmisión —después de un aluvión de críticas y el boicot de sus compañeros— del presentador estrella del programa Match of the Day (El partido del día). El exfutbolista criticó en las redes sociales el endurecimiento de la política migratoria del primer ministro, Rishi Sunak, y comparó el lenguaje de la ministra del Interior, Suella Braverman, con el de la Alemania de los años treinta previa a la Segunda Guerra Mundial. La corporación pública ha dado a conocer este jueves las nuevas reglas sobre el uso de las redes sociales por parte de los presentadores de sus programas de entretenimiento. Podrán pronunciarse sobre “los hechos concretos” que rodeen cualquier asunto que haya sido objeto de debate político, pero no atacar ni apoyar a partidos o personajes políticos concretos ni durante el tiempo de emisión de su programa, ni durante las dos semanas previas a su estreno o posteriores a su retirada de antena.

“Las reglas vigentes con anterioridad prohibían tomar partido respecto a asuntos que formaran parte del debate entre partidos políticos [como ocurrió con las declaraciones de Lineker]. Con el nuevo planteamiento, se permite tomar partido, siempre que te atengas al asunto concreto. Es un cambio significativo”, ha explicado John Hardie, ex director ejecutivo de la cadena ITN, a quien la BBC encargó la revisión de su normativa respecto al uso de las redes sociales.

“Todo muy sensato”, ha respondido Lineker a la noticia en su cuenta de X (antes Twitter), acompañado del emoticono con el pulgar hacia arriba.

Las nuevas reglas se impondrán en programas como Match of the Day, MasterChef, Top Gear o The Apprentice. La BBC insiste en recordar que sus presentadores —en su gran mayoría con contratos individuales, y no parte de la plantilla de la compañía pública— “tienen una responsabilidad particular en lo que hace referencia a la imparcialidad de la BBC, por sus perfiles concretos dentro de la cadena”. Prevalece, sin embargo, la importancia de la libertad de expresión, mucho más cuando se trata de personalidades que tienen su propia esfera de influencia entre el público.

Para todos los periodistas y personal de los servicios informativos de la cadena, las reglas de respeto a la imparcialidad cuando usan sus cuentas de redes sociales son mucho más restrictivas y estrictas. “Si quieres ser un columnista de opinión o hacer campaña partidista en las redes sociales, es una opción válida, pero no deberías estar trabajando en la BBC”, dijo al personal en septiembre de 2020 cuando se estrenaba en su puesto el director de la radiotelevisión pública británica, Tim Davie.

“No está permitido expresar una opinión respecto a cualquier asunto que sea objeto del debate político en ese momento, o sobre una medida política, una polémica industrial o cualquier asunto controvertido”, establecen las recomendaciones de la cadena a sus periodistas respecto al uso de redes sociales.

Respecto a todas aquellas personas que colaboran con la BBC pero no forman parte del personal fijo del equipo de noticias o de los programas estrella de entretenimiento —es decir, actores, humoristas o analistas políticos—, las nuevas reglas evitan reclamarles la responsabilidad de defender la imparcialidad de la BBC, pero sí les piden que “respeten las reglas cívicas de cualquier discurso público, con el fin de no dañar la reputación de la cadena”.

“En el futuro, será más fácil para la BBC determinar si alguien ha contravenido las reglas en las redes sociales. Resultará más sencillo distinguir entre un comentario sobre los hechos que rodean a un asunto concreto y el ataque específico contra una persona”, ha celebrado Hardie, el responsable del nuevo código de conducta. Era su modo de recordar el caos que provocó el caso Lineker, que enfureció a los diputados conservadores británicos, hizo surgir una revuelta interna de solidaridad casi ingobernable con la estrella deportiva y puso contra las cuerdas a la dirección de la corporación pública.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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