El dardo de los Pantomima Full

Rober Bodegas y Alberto Casado son los responsables y protagonistas de Pantomima Full, un formato para internet que le saca todo el partido al medio. En sus conocidos y comentadísimos vídeos, Bodegas y Casado retratan sin piedad —con cuatro pinceladas certerísimas— a la fauna contemporánea. Llevan años haciéndolo con los consultores, los emprendedores, los poliamorosos, las despedidas de soltera o la búsqueda de piso. Los vídeos de Pantomima Full son como La colmena para un mundo en decadencia.

Ahora han ofendido a medio país retratando a los conformistas. ¿Cómo puede ofender a nadie un vídeo sobre el conformismo? Pues porque toca hueso. Un treintañero en chándal (Alberto Casado) comenta abúlico que se ha ido a vivir a un barrio de nueva construcción: “Qué más da, si es todo lo mismo”. Nos presenta a su novia Patri (la vitriólica Carmen Romero) con la que lleva ocho años. “Nos aguantamos”, dicen frente a un edificio de ventanas sin alfeizar. Enseñan el bar al que van (no les gusta, pero tampoco está mal), sus planes para tener descendencia (“Es lo que toca”), su fin de semana (vieron la tele, pero se durmieron), y su veraneo en Santa Pola (que como ya lo conocen, bien). Una cartela cierra el sketch: “El diario de Nah”.

Esta vez Pantomima Full no nos hace reír, pero casi logra hacernos llorar. Con la desilusión por bandera, Bodegas y Casado acaban de hacer el retrato definitivo, el que no hace gracia. Todos los vídeos anteriores cuentan las pochas ilusiones que nos mantienen a flote, las patéticas historias que nos contamos para seguir la zanahoria. Pero con este vídeo han tocado hueso hablando de este mundo en el que el mejor horizonte posible es el conformismo, porque quien se conforma es porque algo tiene. Y eso es un problema grave y muy real, digno de ser analizado por filósofos y antropólogos. Ellos dos lo han hecho en minuto y medio.

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