_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Litvinenko’, una demoledora denuncia a Vladímir Putin

Una excelente serie que ratifica el ya sabido despotismo de Putin y la impotencia de la ciudadanía frente a los poderes de los Estados

David Tennant, en 'Litvinenko'.
Ángel S. Harguindey

Los cuatro capítulos de la excelente Litvinenko (Movistar Plus+) narran los 22 días de agonía y muerte de Alexander Litvinenko, un antiguo miembro del KGB exiliado en Gran Bretaña y envenenado con polonio 210. Tres semanas en las que el protagonista, un sobrio David Tennant, asume con lucidez su inminente muerte y ofrece una amplia información sobre los autores, directos e indirectos, de su envenenamiento. Tiene una cosa clara: el responsable de su muerte es Vladímir Putin, su antiguo jefe en el KGB y Presidente de Rusia durante los hechos que se relatan.

Con guion de George Kay y dirección de Jim Field Smith, la serie se centra en la investigación policial que pretende aclarar el acto terrorista de Estado en el centro de Londres, una investigación escrupulosa que encuentra la actitud obstruccionista de las autoridades rusas, algo reconocible por estos pagos cuando la justicia trataba de investigar la doble contabilidad del PP, y la demagogia de quien consideraba a Litvinenko como un traidor a la Patria cuando en realidad era un experto en los crueles métodos de sus servicios secretos. Dicho de otra manera: Putin considera que atacarle a él es atacar a Rusia, una extrapolación muy beneficiosa para sus intereses personales, como la del empresario que alega “inseguridad jurídica” para ahorrarse varios millones de euros de impuestos.

Vladímir PutinVladimir y la impotencia de la ciudadanía frente a los poderes de los Estados, pues si en el caso ruso es evidente, no se queda atrás el británico que, finalmente, antepone los intereses comerciales y políticos a las consecuencias de declarar culpable al que decidió acabar con la vida de un disidente.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_