La telenovela española cancelada por TVE que luchará por el Emmy Internacional

El 8 de febrero de 2022, y tras 255 episodios emitidos, la serie diaria Dos vidas se despedía en La 1. Un año antes se había estrenado en la cadena pública con una propuesta innovadora para las series de sobremesa: dos tramas paralelas entrelazadas por los vínculos familiares de las protagonistas. Abuela y nieta centran dos historias ambientadas en la Guinea Ecuatorial de 1947 y la España rural actual, respectivamente. Una media de 637.000 espectadores y un 6,2% de cuota de pantalla no fueron suficientes para que la producción fuera renovada más allá de la primera tanda de episodios encargados. Sin embargo, ahí fue cuando comenzaron los éxitos para Dos vidas y empezó a hacer honor a su nombre.

La serie ya había sido cancelada, pero aún se mantenía en emisión, cuando el 29 de noviembre de 2021 fue elegida la mejor serie diaria en el 60º Festival Rose D’Or, un prestigioso certamen europeo. Y hace apenas unos días, el pasado 30 de septiembre, su creador, Josep Cister Rubio, recibía en un correo de los Emmy Internacionales (los dedicados a las producciones de fuera de Estados Unidos) anunciándole que su serie competía por el premio a la mejor telenovela. Cister recuerda aquel momento en conversación telefónica: “Estaba en una reunión virtual en mi despacho y vi un mail que ponía Emmy. Como estoy con varios proyectos, pensaba en nombres de los equipos con los que estoy trabajando y no caía en quién era Emmy. Le di a abrir y entonces me quedé espachurrado. Tuve que poner en el traductor de Google siete u ocho veces Two Lives para comprobar que era Dos vidas. No daba crédito”.

El productor y guionista de Bambú ha echado un vistazo a los tres títulos con los que Dos vidas comparte categoría. Son la serie brasileña Nos Tempos Do Imperador, la surcoreana El afecto del rey y la china You Are My Hero. De ellas, destaca el elevado nivel de producción que comparten y la factura técnica y visual. La primera, que emitió TV Globo, se sitúa en el Brasil de 1856. La segunda, de 20 capítulos y disponible en Netflix, combina acción, romance y ficción histórica. Y la tercera narra el romance entre un policía y una médica. “Son superproducciones. Que nosotros estemos ahí, sin una gran plataforma internacional detrás, sin haber sido un éxito de audiencia, con un reparto absolutamente desconocido… El salto mortal que corrimos a la hora de hacer algo así hace que esto tenga más mérito aún”, dice Cister. El próximo 21 de noviembre se sabrá si la española es la ganadora.

Solo un puñado de series españolas han optado a los Emmy Internacionales, y únicamente La casa de papel lo ganó en 2018 (en 1973, el mediometraje La cabina lo ganó como mejor telefilme). El resto de títulos que han estado nominados han sido Cuéntame (2003), Ciega a citas (compitió como mejor telenovela en 2015), El fin de la comedia (2018) y Gente hablando (2021). Además, Ane Gabarain optó al premio el año pasado por su actuación en Patria. Programas como El hormiguero, El coro de la cárcel y Me lo dices o me lo cuentas han competido en las categorías de entretenimiento.

En cuanto a lo que han podido ver los votantes de los Emmy Internacionales en Dos vidas, Cister, curtido en la producción de series diarias tras trabajar en títulos como El secreto de Puente Viejo o Acacias 38, destaca la originalidad del concepto de la serie, con sus dos líneas temporales. “Era una idea que nos sedujo desde el principio, intentar llevar al formato diario una narrativa que no pertenece, de entrada, a un formato como ese y que es muy diferente de las telenovelas que se hacen en otros países o continentes”, defiende. También destaca la buena acogida y el interés que ha despertado en otros países, como los territorios del norte de Europa. En Italia, el estreno de Dos vidas este verano en Canale 5, bajo el título de Un altro domani, fue todo un éxito de audiencias: desde su estreno en junio ha logrado una cuota media superior al 20%.

Sin embargo, Dos vidas, en la que Alba Lucío e Irene Rodríguez estuvieron al frente del guion, no fue profeta en su tierra y el público de La 1 no llegó a engancharse de forma masiva a la historia de Julia y Carmen, las dos mujeres inconformistas de épocas diferentes y de una misma familia que la protagonizaban. “Son series que requieren de mucha paciencia y estabilidad, ir enganchando al público poco a poco. Creo que lo que le faltó a Dos vidas fue paciencia, tranquilidad, dejar que el formato se asentara y que la gente pudiera ir descubriendo la serie”. Para su creador, la historia podría haber tenido más recorrido. “Firmamos un contrato por un número de episodios y los produjimos, pero podríamos haber hecho más. Era una serie que arrancaba con un final, no hubiéramos podido estar 10 años, pero una temporada más seguro que sí”, opina.

Ahora, otra telenovela de Bambú Producciones y también creada por Josep Cister está a pocas semanas de estrenarse en las tardes de La 1, La Promesa. Situada en 1913, el título de la serie se refiere al palacio en el que reside la familia protagonista en una historia de venganza, amor y choque de clases sociales que se adentrará en los orígenes de la aviación y tratará temas que tienen eco en la actualidad. “Colocar una serie en una época lejana te permite coger distancia, mirar por el retrovisor y ver cuánto hemos cambiado y si lo hemos hecho”, dice Cister. La ficción prestará gran atención al detalle y al acabado formal, como es habitual en las producciones de Bambú. En este caso, Diego Sandoval, Premio Nacional de Gastronomía y jefe de sala del restaurante Coque en Madrid, les ha asesorado en asuntos como la cocina de la época o cómo poner una mesa de principios del siglo XX. Además, la Filarmónica de Praga se ha encargado de interpretar la banda sonora de la serie. ¿Cómo se consigue todo eso con un presupuesto reducido como el de las series diarias? “Como dicen en las Fallas en Valencia, con ingenio y gracia”, contesta Cister.

Para el creador de Dos vidas y La Promesa, el futuro de las series diarias es brillante. Más allá de la franja de la sobremesa de los canales tradicionales, Cister ve al formato como uno de los pilares fundamentales de las plataformas en un futuro cercano gracias a la fidelización que aportan. “Los límites de una serie diaria y una de horario de máxima audiencia se han diluido”, remata.

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