Canciones para sobrevivir a la guerra en un país dividido

Si hay algo que no dividió a España durante la Guerra Civil fueron sus canciones. No la música ideológica o militar, sino la popular. Una copla como Ojos verdes, popularizada por Concha Piquer, gustaba a unos y otros (aunque en uno de los lados fue censurada y se hizo una versión diferente cambiando una frase). El documental Cantata de la Guerra Civil, dirigido por Alfonso Domingo y escrito por Miguel López, y que estrena La 2 este miércoles (23.00), refleja la música que acompañó a los españoles en la retaguardia durante esos tres años de conflicto armado.

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La película recorre en una hora la memoria sentimental de ese tiempo concreto, sin querer diferenciar a unos u otros, un aspecto que a ojos de su creador faltaba. “He estudiado bastante la Guerra Civil, tanto en libros, novelas y documentales, y he explorado muchos aspectos que no se conocían bien o que eran bastante desconocidos para una mayoría de público, y de repente empezamos a pensar en que faltaba, no una primera parte de Canciones para después de una guerra de Basilio Martín Patino, pero sí que hacía falta un abordaje documental cinematográfico sobre este periodo”, explica Domingo en conversación telefónica, que recuerda que la película se basa también en una idea del realizador Gregorio Roldán. Una época que siempre se adscribe, en palabras del director, a los temas militares y las canciones de trinchera. “Naturalmente existieron y tuvieron su papel en el conflicto, pero aunque reflejamos un poquito esa parte de la música y las canciones, en realidad nos centramos en las canciones que se oían en la retaguardia, que eran comunes en ambos bandos, eran un poco las herramientas para sobrevivir y superar el horror”, añade.

Domingo y su productora, Argonauta, amplían así su catálogo de películas relacionadas con aquella época. El director fue responsable también de Bajo todas las banderas (sobre españoles participando en la II Guerra Mundial), Héroes invisibles (sobre afroamericanos en la guerra española) o Melchor Rodríguez, el ángel rojo (sobre el anarquista condenado por el franquismo después de haber evitado una masacre en una cárcel del lado republicano). Domingo contaba con su experiencia anterior con esas películas, incluida la labor de rebuscar en los archivos y dar con material inédito. “Hemos rescatado joyas, como trozos de Nuestro culpable, una película que se hizo en Madrid en el 37 y que se estrenó el 38, promovida por [el sindicato] CNT, y que buscaba en realidad un escape, no ser una película ideológica. Que la gente suficiente angustia tenía con bombardeos diarios”, apunta el director, que resalta otros hallazgos, como el himno de 1935 de la selección nacional de fútbol, Leones rojos (”se podía escuchar en ambos lados porque es un himno que va a sentimiento patriótico sin color político”.

Coplas, habaneras e incluso temas en inglés como Cheek to cheek [la película Sombrero de copa, con Fred Astaire y Ginger Rogers, estaba en cartel en esa época] aparecen en el documental. “Hemos hecho una cosa bastante original con esas canciones, que no es que estén en la guerra, es que están en nuestra memoria. Antes las canciones duraban mucho más tiempo, y hay algunas que sobreviven generaciones y generaciones”, comenta Domingo, que continúa: “Hay aportaciones de todo lo que se oía por la radio, pero sobre todo por las canciones que pasaban de boca en boca, algo que estaba flotando en el ambiente. Acabamos además con Suspiros de España, que es una canción nostálgica, porque de alguna manera te remite a un imaginario de país maravilloso de la gente que tiene que irse”.

Cantata de la Guerra Civil, que cuenta con la locución del actor Javier Gutiérrez y la participación, como entrevistados, de músicos, periodistas y escritores como Luis Pastor, José Ramón Pardo, Pedro Guerra, Fidel Moreno o José Antonio Martín Otín, llevaba dos años en un cajón a la espera de ser estrenado en TVE (que participa en la producción). A ojos de su director, llega en un momento oportuno: “Aunque la película sea de una manera amable, no nos olvidamos que es una guerra. Ahora que hay gente que está aventando esos fantasmas, es más necesario que nunca poner un documental sobre lo que fue la guerra, aunque lo hagamos con canciones y música”. Y la oportunidad que cita Domingo llega en el sitio más necesario, la televisión pública: “Es importante, primero porque es parte de nuestro pasado, que siempre quedan revisiones por hacer; y, segundo, porque es algo que faltaba. Se ha estudiado la Guerra Civil desde muchos lados, pero faltaba un poco el análisis de lo que se oía, se escuchaba, de lo que se difundía y de lo que la gente cantaba. Es importante que la televisión pública apueste por este tipo de documentales que, aparte de intentar dar claves sobre nuestro pasado más reciente, apuestan por material fílmico que está todavía en los archivos. Este tipo de documental debería de ser apoyado por televisiones públicas, no solo por la nacional, sino por las autonómicas, deberían de hacerse cosas así”, finaliza.

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