Más rápido, más lejos… aunque sea con gasóleo

Locos por el diesel

Hace cosa de dos semanas avisábamos de que un equipo estaba intentando batir el récord de velocidad del mundo… con un vehículo diesel. Y lo han conseguido: 529 Km/h. Lo curioso del asunto es que lo han hecho en Estados Unidos. Ya saben: el paraíso de la gasolina barata para coches monstruosos, donde la mención al ingeniero alemán sólo está permitida entre camioneros y conductores de locomotoras. El agobio de pensar en las subidas de precios de la gasolina que vienen está desatando una fiebre por buscar alternativas a una movilidad que se entiende como libertad esencial, y entre las que se sitúan el diesel (su uso en coches particulares es minoritario) y los biocombustibles (el bioetanol es el preferido, porque permite seguir usando gasolina). En medio del jaleo, los coches híbridos (combustible/eléctricos), de los que ya se comenta que compensarán con creces su mayor coste. Una vuelta de tuerca más: los camiones híbridos hidráulicos, que almacenan la energía del frenado comprimiendo un gas, que luego aporta empuje cuando se necesita, en lugar de almacenarla en una batería.

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La idea seguro que se le había pasado por la cabeza antes a más de un editor hace tiempo. ¿Por qué usar un redactor para esas informaciones que son casi siempre iguales? ¿Qué pasaría si su trabajo lo hiciese una máquina? Pues ya está hecho, por un servicio de información económica estadounidense, llamado Thomson. Sus robots generan una noticia de resultados empresariales en 0,3 segundos, al estilo "[Empresa] ganó un [porcentaje] más en [periodo]". La principal ventaja, que como toma los datos directamente de las bases, no comete errores. La pega, sin caer en el neoludismo: que deberían prevenir a los lectores de la autoría de la pieza.

¿Escuchan a Dylan en Alfa Centauro?

El repaso del día se cierra con un interesante artículo sobre el continuo debate acerca de la utilidad o no de emitir hacia el espacio, para que cualquier civilización alien nos sepa que existimos. La duda no es tanto si nos merece la pena que los marcianos conozcan de nosotros, sino si servirá para algo que nos escuchen. Y de escuchar sabe bastante Bob Dylan, que aparece en numerosos medios con unas declaraciones en las que afirma que la calidad de las grabaciones musicales de hoy en día son "atroces".