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Condenada a dos años de cárcel por apropiarse de una cuenta de correo de otra persona

Mandó mensajes en su nombre, algunos en términos injuriosos a su propio jefe

El Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona ha condenado a Mónica P.C., de 28 años, a dos años de cárcel por revelación de secretos, a una multa simbólica por una falta de daños informáticos y a pagar una indemnización de 26.886,20 euros a una antigua compañera de máster. Mónica P.C. accedió de forma ilícita a la cuenta de correo electrónico de su compañera, destruyó sus mensajes y le causó importantes trastornos psicológicos al mandar 'e-mails' en su nombre.

El juez ha dictado sentencia tras el acuerdo alcanzado entre defensa y acusación para evitar que la joven tuviera que ingresar en prisión, a pesar de que el Ministerio Fiscal pedía una condena de cinco años de cárcel, y el Bufet Almeida, en nombre de la víctima, siete años.

Los hechos sucedieron en noviembre de 2001, cuando la condenada accedió desde un ordenador de su domicilio a la cuenta de correo electrónico de 'Hotmail' de su la que fue compañera de estudios el curso anterior, acertando la pregunta secreta para entrar en la cuenta gracias a que conocía sus circunstancias personales.

En virtud del artículo 197.3 del Código Penal, Mónica P.C. ha sido condenada a dos años de prisión por un delito consumado de revelación de secretos. No obstante, si en los próximos dos años no comete ningún delito no deberá ingresar en la cárcel atendiendo a la suspensión condicional de la pena.

La indemnización de casi 27.000 euros por daños morales obedece a que la víctima sufre todavía un trastorno de estrés postraumático -se encuentra en tratamiento psicológico-, al haber estado expuesta a un acontecimiento "estresante", percibido como grave, que le ha ocasionado una respuesta emocional en forma de "temor, desesperanza, dificultad de concentración, irritabilidad, hipervigilancia...", según el informe médico forense presentado en el juicio.

La acusada asegura que se trató de un broma "por curiosidad"

Mónica P.C. cambió la contraseña, impidiendo a su legítima propietaria acceder a ella, modificó algunos mensajes resaltando determinadas frases y reenvió 'e-mails' a terceras personas en su nombre, siendo especialmente relevante dos de carácter privado en los que la víctima criticaba tanto a su jefe como al centro donde cursó determinados estudios profesionales y que la condenada mandó al propio jefe y centro, respectivamente.

Las investigaciones posteriores condujeron a la detención de la condenada en Barcelona, en febrero de 2002, la cual reconoció los hechos ante la policía y el juez, aunque señaló que lo hizo como una broma o un juego, "por curiosidad".

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