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¿Suben los suicidios de adolescentes? Sí entre chicas, no entre chicos

La datos de la OMS muestran un repunte de las muertes de chicas de 15-19 años, aunque sigue siendo un fenómeno de hombres y mayores. España tiene tasas más bajas que la mayoría de países occidentales

En España se registraron más de 4.100 suicidios en 2023, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. De ellos, 354 tuvieron como víctimas a jóvenes de entre 15 y 29 años; y otros 10 fueron de niños y adolescentes de hasta 14 años. Repasamos en seis claves los datos del suicidio en España y el mundo.

1. La tasa de suicidio entre mujeres jóvenes es la más alta en cuatro décadas

En 2023 se registraron 37 suicidios entre chicos de 15 a 19 años y otros 29 de chicas de la misma edad. Estos datos absolutos se traducen en una tasa de alrededor de 2 suicidios por cada 100.000 jóvenes.

Al ser pocos casos, pequeñas variaciones provocan grandes saltos en la tasa, pero en los últimos años se aprecia una tendencia: los suicidios se chicas jóvenes han crecido. Su tasa se mantuvo durante décadas en torno a 1,5 por cada 100.000 personas, menos de la mitad que para los chicos. Pero esto ha cambiado: crecieron entre 2010 y 2015, y han vuelto a repuntar tras la pandemia, hasta casi igualar la tasa de los chicos, que ha descendido en los últimos años.

Esta tendencia ascendente podría confirmarse con los datos provisionales de 2024, que apuntan a otro ligero incremento de suicidios entre chicas jóvenes.

2. El repunte se ve también en chicas hasta 29 años

El aumento de suicidios entre las adolescentes no es el único: desde el mínimo de 2010, la tasa se ha duplicado para las mujeres de 20 a 24 años (de 1,3 a 3) y prácticamente también para las de 25-29 años (de 1,7 a 3,2), marcando también su máximo en décadas.

La tendencia ha sido distinta con los hombres jóvenes. Siguen teniendo tasas de suicidio mucho más altas que las mujeres de su misma edad (más del doble, con la excepción adolescente), pero han reducido a la mitad sus cifras de los noventa, cuando 10 de cada 100.000 jóvenes se quitaban la vida cada año. Pese a esta mejora general, la tasa de suicidios de hombres de 20 a 29 años también ha repuntado ligeramente desde 2010.

3. El suicidio sigue siendo un problema peor en hombres y mayores

Aunque las muertes por suicidio han crecido entre mujeres jóvenes, siguen siendo más frecuentes entre hombres y, sobre todo, entre hombres mayores. La tasa masculina de 12,8 muertes por cada 100.000 habitantes triplica la de mujeres (4,3).

Los hombres, además, tienen un riesgo creciente con la edad. Entre los menores de 30 años, la tasa de suicidio no llega a las 10 muertes por 100.000 personas, pero sube con la edad: se sitúa entre 12 y 20 hasta los 70 años y se dispara entre los más mayores.

Más suicidios entre hombres y mayores

Tasa de por cada 100.000 personas en cada grupo de edad para hombres y mujeres

INE (Estadística de defunciones por causa de muerte) / EL PAÍS

Entre las mujeres también hay diferencias por edad: la tasa de suicidio es casi el doble entre mujeres de mediana edad que entre las más jóvenes.

Además, los intentos de suicidio son más habituales entre mujeres que entre hombres. Un estudio de The Lancet estimaba que por cada suicidio consumado entre mujeres se producían más de 14,5 intentos, mientras que entre los hombres el número de intentos por cada fallecimiento se reducía a 4,3. Esta brecha es aún mayor en países como Estados Unidos, donde el número de intentos por muerte entre mujeres supera los 30, mientras que entre hombres se sitúa en 6.

La estimación para España —similar a la global—, aplicada con los últimos datos de suicidios consumados, situaría los intentos entre mujeres ligeramente por encima de los de los hombres, pese a que los suicidios de ellos suponen el triple que los de ellas. Según este mismo estudio, un factor que explica esta brecha es el uso de métodos más letales en los hombres, como las armas de fuego en Estados Unidos.

4. El silencio detrás del suicidio también llega a las estadísticas

Una precaución importante con estos datos es el infrarreporte de los casos de suicidio. Este desajuste tiene varios motivos. En algunos países el suicidio es ilegal o no es una opción entre las posibles causas de muerte registradas. En otros casos, el estigma social y cultural con respecto al suicidio hace que los familiares de las víctimas no planteen esta posibilidad o que los funcionarios responsables de la recolección de datos no los clasifiquen de forma correcta.

Aunque este es un problema más grave en otros países, España no escapa de las deficiencias en los datos de suicidio. Un estudio centrado en Tarragona cifraba el subregistro en un 16,2% de media entre 2004 y 2012. Otro trabajo de 2014 analizaba las diferencias entre las estadísticas de suicidio del INE y del Instituto de Medicina Legal calculaba una brecha de más del 10% en el reporte de suicidios.

En España, cuando se produce una muerte en circunstancias violentas o accidentales, el médico que certifica el fallecimiento comunica esta circunstancia al juzgado de guardia, que solicita la autopsia al Instituto de Medicina Legal para determinar la causa del deceso. Pero, a menudo, el juzgado comunica al Registro Civil el motivo preliminar de la defunción antes del resultado definitivo de la autopsia.

Las estadísticas de suicidios que suelen utilizar los estudios internacionales y que hemos usado en la mayoría de gráficos de esta información provienen de dos fuentes: la Organización Mundial de la Salud y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud—IHME por sus siglas en inglés—. En ambos casos, los datos ofrecidos son estimaciones que tratan de modelizar esa infrarrepresentación local.

5. España sigue teniendo tasas bajas de suicidio, también adolescente

Los datos de organizaciones como el IHME hacen una estimación de los suicidios reales en cada país, tratando de compensar el subregistro y calculando una tasa estandarizada que permita comparar sociedades envejecidas con sociedades más jóvenes (como hemos visto antes, el suicidio es más común entre mayores). En esas estadísticas, España aparece como un país con relativamente pocos suicidios.

Entre los más jóvenes los resultados son similares. En España, la tasa de suicidio entre chicos de 15 a 19 años es menos de la mitad que en Francia o Reino Unido y cinco veces menor que en Estados Unidos. Y ocurre igual con las chicas, pese al repunte referido: las tasas españolas se encuentran entre las más bajas de Europa.

6. Diferentes tendencias en suicidio adolescente

Según la OMS, el suicidio es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, aunque el riesgo no es igual en todo el mundo. Un estudio de The Lancet en 82 países sitúa la ideación suicida adolescente en torno al 14% a nivel global, con contrastes muy marcados: llega al 21% en África, ronda el 16% en América y el Mediterráneo Oriental, cae al 11% en Europa y el Pacífico Occidental, y baja hasta el 8% en Asia.

Los datos de la IHME apuntan a que globalmente la tasa de suicidio adolescente ha descendido en las últimas décadas: entre los jóvenes de 15 a 19 años superaba las 11 muertes por cada 100.000 habitantes en los ochenta; ahora se sitúa en torno a 8 fallecimientos. Entre los chicos —varones– de esa edad esta tendencia es también descendente, pero hay importantes diferencias entre países: los suicidios crecen de forma preocupante en Estados Unidos, Japón o Reino Unido, pero se mantienen en Italia e incluso se han reducido en Francia o Suecia.

Las tasas de suicidio entre adolescentes chicos y chicas son diferentes en cada país

Muertes por suicidio para jóvenes de 15 a 19 años por cada 100.000 personas entre hombres y mujeres.

Institute for Health Metrics and Evaluation (Global Burden of Disease) / EL PAÍS

Entre las chicas, los suicidios sí parecen repuntar en la mayoría de los países referidos, aunque la tasa global también se ha reducido en las últimas décadas. El psicólogo social Jonathan Haidt apunta en sus investigaciones a un importante aumento de los episodios depresivos entre adolescentes mujeres y de la prevalencia de la ansiedad entre jóvenes en Estados Unidos y otros países anglosajones.

Mientras tanto, Australia ha prohibido el uso de redes sociales a menores de 16 años para evitar los riesgos que las redes sociales suponen para la salud física y mental de los menores, especialmente de las niñas y adolescentes.

Si necesita ayuda, tiene pensamientos o ideaciones suicidas puede llamar al 024; al teléfono de la Esperanza (717 003 717) o escribir por WhatsApp al 666 640 665. También ofrece asistencia la Fundación ANAR (900 20 20 10).

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