Comprender para actuar: 30 años de avances en cáncer de mama
En casi tres décadas de existencia, GEICAM ha impulsado más de 160 ensayos clínicos y estudios para avanzar hacia terapias más eficaces y personalizadas contra un tumor que puede afectar a una de cada ocho mujeres. Un modelo de colaboración entre clínicos e investigadores en beneficio de los pacientes. Los avances científicos son palpables año a año
El cáncer de mama es, desde 2021, el tumor más diagnosticado en todo el mundo y por primera vez ha superado al de pulmón. Con una tasa de incidencia que alcanza los 132 casos por cada 100.000 habitantes, esta enfermedad afecta fundamentalmente a mujeres: se estima que pueden desarrollarlo una de cada ocho, sobre todo entre los 45 y los 65 años. Es en esta época de cambios hormonales cuando la curva de incidencia aumenta y el riesgo de padecerlo se multiplica.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) prevé que en 2024 se diagnosticarán en nuestro país 36.395 nuevos casos de cáncer de mama. Hasta el 30% de los tumores detectados en la población femenina se originan en esa zona anatómica. Los expertos coinciden en que, en los próximos años, su incidencia mantendrá su crecimiento. El estilo de vida actual (dieta, sedentarismo, obesidad, consumo de tabaco y alcohol, entre otros factores) influyen en este aumento de la enfermedad, al igual que el avance en las técnicas de detección temprana y la mayor esperanza de vida. De hecho, la mortalidad ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas gracias a las actividades preventivas, las campañas de diagnóstico precoz y a las terapias, cada vez más eficaces. El descenso en la mortalidad, según los expertos de GEICAM, se debe fundamentalmente a las terapias dirigidas o tratamientos personalizados.
En el estudio EpiGEICAM participaron 1.017 mujeres recientemente diagnosticadas de cáncer de mama y otras 1.017 mujeres sin la enfermedad, con edades y lugar de residencia similares, que rellenaron cuestionarios en los que evaluaban su estilo de vida. Se comprobó que la dieta occidental (con alto consumo de grasas, dulces, bebidas calóricas, grano refinado, carnes procesadas, etc) aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Hoy en día las mujeres jóvenes abandonan poco a poco la dieta mediterránea en España, al ritmo que se consolida esa dieta occidental. Resultados de otro análisis del estudio epiGEICAM constatan que las mujeres con un estilo de vida sedentario tenían hasta un 71% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida.
Por ese motivo, la labor de los investigadores es fundamental. Desde 1995, el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama promueve la realización de ensayos clínicos y proyectos de investigación para avanzar en el conocimiento de este tumor y así mejorar la atención de los pacientes de cáncer de mama, así como la formación médica continuada y la divulgación. La necesidad de una investigación de calidad para poder contestar con eficiencia a las numerosas preguntas que el manejo del cáncer de mama plantea fue una de las ideas centrales que generaron la formación del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. Hasta la fecha, el grupo ha puesto en marcha más de 160 estudios en los que han participado más de 67.000 mujeres y hombres.
Fuimos capaces de reclutar cerca de mil enfermas en un estudio prospectivo adyuvante de cáncer de mama. Entonces nos dimos cuenta de que en España podíamos crear grupos cooperativos a semejanza de los norteamericanos y nos pusimos manos a la obra, comenzando desde ceroMiguel Martín, presidente de GEICAM
Una colaboración entre diez hospitales españoles fue el germen de GEICAM. “Fuimos capaces de reclutar cerca de mil enfermas en un estudio prospectivo adyuvante de cáncer de mama. Entonces nos dimos cuenta de que en España podíamos crear grupos cooperativos a semejanza de los norteamericanos y nos pusimos manos a la obra, comenzando desde cero”, recuerda su presidente, Miguel Martín.
La situación de las pacientes en aquellos primeros años no era buena. Apenas existían las campañas de cribado mamográfico y los médicos se encontraban con numerosos tumores muy avanzados, asociados a mal pronóstico. “Era necesario emprender una extensa investigación en la enfermedad”, admite Martín.
Un referente mundial
En la actualidad, GEICAM es la referencia absoluta en España en investigación clínica, epidemiológica y traslacional en cáncer de mama, con un reconocido prestigio a nivel mundial. Cerca de mil expertos que trabajan en 200 instituciones nacionales forman el equipo multidisciplinar de esta fundación científica cuya misión se centra en abordar preguntas sin resolver –desde la biología celular y molecular, la genética y hasta la terapéutica–, con el fin de generar conocimiento global de la enfermedad en beneficio de los pacientes. Su actividad principal es el diseño y realización de ensayos clínicos y otros estudios centrados en este tipo de cáncer. En ocasiones, los promueve, y en otros casos, colabora con los principales grupos internacionales de investigación clínica y traslacional para ejecutar aquí sus proyectos.
La industria farmacéutica internacional apuesta por nuestro país para investigar sus productos, contando con la investigación independiente y cooperativa, y eso ha sido en gran parte, en el área de cáncer de mama, gracias a GEICAMAnder Urruticoechea, oncólogo médico, vicepresidente del grupo
Este esfuerzo ha dado sus frutos. “España es el primer país europeo, y el segundo del mundo, con mayor volumen de investigación clínica en cáncer. La industria farmacéutica internacional apuesta por nuestro país para investigar sus productos, contando con la investigación independiente y cooperativa, y eso ha sido en gran parte, en el área de cáncer de mama, gracias a GEICAM”, sostiene Ander Urruticoechea, oncólogo médico, vicepresidente del grupo.
Una de las grandes apuestas estratégicas de GEICAM es el biobanco que tiene en la Comunidad de Madrid. La comunidad científica puede acceder a miles de muestras biológicas de pacientes para avanzar en la investigación de nuevos tratamientos más personalizados. “Hace 30 años tratábamos el cáncer de mama de manera muy uniforme para todos los casos. A partir del año 2000 aprendimos que la enfermedad difería en función de los cambios genómicos, y la subdividimos en subtipos intrínsecos. Esa Medicina de Precisión nos ha permitido buscar herramientas tanto diagnósticas como terapéuticas mucho más específicas”, explica el responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y del Hospital Ruber Internacional, José Ángel García Sáenz.
Hoy en día, las terapias se adaptan a las particularidades de cada paciente, cada vez son menos tóxicas y permiten que las y los enfermos vivan más y mejor. Otro cambio crucial en estas tres últimas décadas tiene que ver con una atención más humanizada. A las mujeres les costaba ir al médico, y en las exploraciones los doctores se topaban con tumores localmente avanzados. “Ahora hemos universalizado tanto las campañas de screening, de modo que cada vez lo diagnosticamos antes. También hemos trabajado en la prevención primaria: insistimos mucho en la importancia que tiene el ejercicio físico o la dieta mediterránea en la salud de la población”, apunta García Sáenz.
Otra línea de investigación fundamental para GEICAM es la relacionada con los denominados registros observacionales, que permiten recopilar datos sobre las características demográficas de las pacientes, la enfermedad, los diferentes tratamientos recibidos y sus resultados en salud. Estos estudios son clave para estudiar la incidencia, prevalencia y los diferentes patrones de evolución y del tratamiento del tumor.
Los estudios aportan información valiosa sobre la eficacia de tratamientos oncológicos fuera de entornos controlados, así como sobre efectos secundarios a largo plazo y calidad de vida. Sus resultados nos ayudan en el diseño de nuevos ensayos clínicos y estrategias terapéuticas futurasSònia Servitja, vocal de la Junta Directiva de GEICAM
“Nos permiten dimensionar el impacto del cáncer de mama en la vida real, en la población no seleccionada según los criterios específicos de un ensayo clínico. Aportan información valiosa sobre la eficacia de tratamientos oncológicos fuera de entornos controlados, así como sobre efectos secundarios a largo plazo y calidad de vida. Sus resultados nos ayudan en el diseño de nuevos ensayos clínicos y estrategias terapéuticas futuras”, confirma la vocal de la Junta Directiva de GEICAM, Sònia Servitja.
Uno de los estudios más importantes de estas características es RegistEM, el registro de enfermedad avanzada más completo que hay en España, en el que han participado 35 hospitales.
Pese a todos los avances de los últimos años, aún quedan tareas pendientes. Para el presidente de GEICAM, es necesario un mayor apoyo de la Administración y del sector privado “para reanimar la exhausta investigación académica”. Para estimular que las empresas puedan realizar contribuciones a investigaciones independientes, concluye Martín, también es preciso crear una Ley de Mecenazgo válida, que conlleve importantes beneficios fiscales. “En este campo, un cambio legislativo sería muy necesario”, concluye.