Detenidos dos menores, de 13 y 15 años, en Cantabria tras hallar el cadáver de su madre

La Guardia Civil ha detenido en la madrugada de este jueves en Castro Urdiales (Cantabria) a dos menores de edad, de 13 y 15 años, tras la localización del cuerpo sin vida de su madre, de 48, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Delegación del Gobierno. Los investigadores consideran al mayor de los dos hijos como supuesto responsable de la muerte de la mujer. Ambos se encuentran bajo la custodia de la Fiscalía de Menores, aunque el más pequeño, debido a su edad, resulta inimputable.

La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Santander, en funciones de juzgado de guardia, ha acordado el internamiento en régimen cerrado durante seis meses del hijo mayor. En un auto dictado esta tarde, la magistrada ha adoptado esta decisión provisional, prorrogable por otros tres meses, por la “presunta comisión” por parte del joven investigado de un delito de asesinato.

Ya a media tarde de este jueves, el fiscal había solicitado que se internara de forma cautelar al menor. El ministerio público tomó declaración al joven y puso el informe redactado a disposición del juzgado de guardia.

La mujer fue encontrada pasadas las nueve de la noche del miércoles amordazada en el interior de un vehículo, en el garaje de la urbanización en la que residía con su marido y sus dos hijos, en la calle Monte Cerredo de la villa castreña, con una herida de arma blanca en el cuello.

Las primeras investigaciones de la Guardia Civil se centraron en la búsqueda de los dos hijos de la mujer, que según fuentes conocedoras de la investigación fueron en su día adoptados en Rusia. Para localizarlos se estableció un amplio dispositivo de seguridad integrado por agentes del instituto armado y de la Policía Local de Castro Urdiales. Finalmente, a las 2.15, los agentes los han localizado en el parque urbano de Cotolino.

Una llamada y una riña familiar

La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha indicado que el suceso se descubrió a raíz de una llamada realizada por los hijos a la abuela materna, en la que la alertaron de que habían sido secuestrados. Fue la propia abuela la que, alertada por la llamada, se puso en contacto con la Guardia Civil. El padre de los niños se encontraba trabajando en el turno de noche en una fábrica del municipio alavés de Llodio, según fuentes de la investigación.

Los investigadores también tienen constancia de que se produjo una riña familiar antes de los hechos, aunque la investigación tiene aún que determinar si esta discusión fue el desencadenante del parricidio. No constan denuncias previas ni hay indicios policiales que apunten a que existieran problemas entre los hijos y la madre, que era enfermera y ejercía como catequista en una parroquia local.

Según ha explicado la delegada del Gobierno en una comparecencia en la que no ha admitido preguntas, el chico de 13 años ha sido derivado ya a un centro de protección de menores, mientras que el de 15 está bajo custodia de la Fiscalía de Menores de Cantabria a la espera de que un equipo psicosocial elabore un informe sobre sus circunstancias familiares, psicológicas y educativas para adoptar la medida que se estime más adecuada, que deberá ser ratificada por el Juzgado de Menores de la comunidad.

La alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ha anunciado que el municipio mantendrá tres días de luto. La edil ha afirmado que el Ayuntamiento no tenía constancia de ningún conflicto familiar o escolar de los menores, de los que ha dicho que eran “académicamente excelentes”, ha trasladado su apoyo a la familia y a la comunidad escolar del municipio, y ha solicitado respeto y prudencia en el tratamiento mediático del caso.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha dicho que este jueves es “un día triste” para la comunidad autónoma y que el fallecimiento de Silvia “ha destrozado una familia y ha sembrado de dolor toda Cantabria”. Las banderas ondean a media asta en Castro Urdiales y seguirán así durante tres días, en señal de duelo.