Estas son las ciudades más saludables España
Conocer qué comportamientos pueden ayudar a vivir más y mejor es el objetivo del ‘Índice de la Salud en las Ciudades’, elaborado por DKV y la consultora IdenCity. En esta segunda edición, las ciudades españolas mejoran levemente hacia entornos más saludables. Destacan Granada, Barcelona y A Coruña
Desde el prisma de la salud, vivir en una ciudad tiene sus pros y sus contras. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las zonas urbanas resulta determinante cómo sean las características del entorno, de qué manera se gestionen los servicios de atención sanitaria o la forma en la que se dé respuesta a las necesidades de ciertos grupos de población. El organismo de la ONU considera a la salud como “el estado de completo bienestar físico, mental y social, que debe ser entendido más allá de la ausencia de enfermedades”.
En línea con la definición de la OMS, DKV Seguros, junto con la consultora IdenCity, han elaborado la segunda edición del Índice de Salud en las Ciudades, un informe que estudia y evalúa la salud en los entornos urbanos de 53 ciudades españolas, considerando 91 indicadores agrupados en cinco dimensiones ⎯salud de la población, entorno, condiciones socioeconómicas y laborales, comunidad y servicios de salud⎯ y en 12 categorías temáticas.
Como novedad, este año el índice ha incluido la perspectiva de género y el análisis del grado de digitalización en los trámites vinculados a la salud y la existencia de institutos de investigación en la salud. En palabras de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, “desde nuestro compromiso con la promoción de hábitos saludables y la prevención dedicamos parte de nuestros esfuerzos a desarrollar instrumentos que faciliten a la población en general el conocimiento y la información que les ayuden a tener unos comportamientos que les permitan vivir más y mejor”.
Para Jordi Hereu, presidente de Idencity y exalcalde de Barcelona, el índice es una herramienta muy solvente para la obtención de datos que permitan analizar periódicamente la salud en las ciudades. “Se facilita, así, la formación de conocimiento técnico que respalde la toma de decisiones, tanto de actores públicos, como privados”.
Avances en la mejora de la salud
Los resultados de esta segunda edición del Índice de Salud muestran progresión en las ciudades españolas. Lo refrenda Mar Cerezo, consultora de Idencity: “Refleja avances, moderados, hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 de la ONU: garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.
El Índice estudia y evalúa la salud en los entornos urbanos de 53 ciudades españolas, considerando 91 indicadores agrupados en cinco dimensiones ⎯salud de la población, entorno, condiciones socioeconómicas y laborales, comunidad y servicios de salud⎯ y en 12 categorías temáticas
El grado de cumplimiento de las urbes ha alcanzado este año un 72,2% (70,1% en 2021). El número de territorios por encima del 70% es ahora de 42 (27 en el pasado ejercicio). Destaca especialmente la evolución positiva de Granada, Barcelona, Vitoria y A Coruña. Las dos primeras ciudades se posicionan, además, entre las cinco con mejor puntuación en el Índice. Junto con Madrid, Sevilla, Pamplona, Alcobendas (Madrid), A Coruña y Salamanca dibujan el ranking de las ocho urbes con puntuaciones por encima del 75% este 2022.
Entorno: impulsar la movilidad
Esta dimensión, centrada en la evaluación del medio ambiente, movilidad y vivienda y equipamientos, es la que más mejora de las cinco analizadas. Se observa un avance significativo en 44 de las 52 ciudades evaluadas en ambas ediciones. A Coruña, Granada y Melilla son las tres que experimentan un mayor avance. Por su parte, Vitoria, Salamanca, Barcelona, Cádiz y Madrid presentan un grado de cumplimiento por encima del 75%.
En términos de indicadores, la movilidad es el que tiene menor rendimiento medio, una situación que detectada en 2021. Las ciudades tienen que seguir mejorando en la accesibilidad en el entorno y la longitud de vías peatonales y pacificadas. Los indicadores que sí se cumplen (con valores por encima del 95%) son la concentración media anual de NO² y la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico.
Comunidad: ciudades más seguras
Se enfoca en el análisis de las interacciones que se producen en la sociedad, centrándose en seguridad y redes comunitarias y familiares. Es la dimensión con mejor valoración media entre ambas ediciones del índice, una circunstancia atribuible a los bajos niveles de criminalidad registrados (88% de media en 2022). Las ciudades con mejor rendimiento son Zaragoza, Huesca, Teruel, Madrid y Alcobendas.
Pese a los buenos resultados, hay que tener en cuenta que existe una alta variabilidad entre las ciudades. Las acciones solidarias llevadas a cabo durante la pandemia y la tasa de mortalidad por suicidio, condicionantes para la evaluación de las redes de solidaridad comunitarias, así como de la existencia de redes de soporte emocional, son los principales factores que marcan estas diferencias.
Servicios a la salud: mejora de los recursos hospitalarios
Esta dimensión analiza las actividades de prevención y promoción de la salud y la atención sanitaria existente en cada territorio. Es la que mayor oportunidad de mejora evidencia, puesto que el cumplimiento medio es de 60,5%. Los recursos hospitalarios, especialmente en la disponibilidad de las camas, servicios de ambulancia y equipos médicos tecnificados, aún suponen un reto en muchas ciudades.
A pesar de que los datos no son óptimos, en el Índice se observa progreso respecto a los datos de 2021 (media 58,2%). De hecho, hay territorios con cumplimientos por encima del 75%. Sobresalen Sevilla, Pamplona y Granada. Madrid y Barcelona también obtienen buenas notas en esta dimensión.
Condiciones socioeconómicas y laborales: invertir en educación y promoción social
Evalúa la estabilidad financiera, así como la calidad y seguridad del empleo. Es la dimensión que menos mejora respecto a la anterior edición: las variaciones respecto a 2021 son mínimas, de 73,7% a 73,3%. Los rendimientos más bajos se encuentran en los indicadores de gasto municipal en educación y en protección y promoción social.
Pese a todo, hay territorios con mejorías significativas. Es el caso de Teruel, Huesca, Pamplona y Soria. Éstas dos últimas ciudades se colocan entre las cinco con mejor puntuación en lo que a condiciones socioeconómicas y laborales se refiere junto con Barcelona, Ceuta, y Melilla.
Salud de la población: altas tasas de morbilidad hospitalaria
Esperanza de vida, morbilidad y conductas saludables son las tres categorías consideradas para evaluar la salud de la población. Todas las ciudades españolas presentan un ligero estancamiento en esta dimensión, con resultados medios que muestra un ligero retroceso, pasando del 73,4% al 73% de 2022. Las ciudades con mejor rendimiento son Málaga, Guadalajara, Jaén, Almería y Granada.
Las ciudades españolas muestran un pequeño estancamiento en la dimensión que mide la esperanza de vida, morbilidad y conductas saludables, pasando del 73,4% al 73%.
Las altas tasas de morbilidad hospitalaria (evalúan el grado de prevalencia de las principales enfermedades que afectan a la salud de la población) tienen mucho que ver con la falta de progresos en esta dimensión. En especial, las muertes producidas por patologías asociadas al sistema circulatorio y al cáncer son significativas en un importante número de ciudades.
Inequidad sanitaria
La salud no es igual en los hombres y las mujeres. De acuerdo con la OMS, hay determinantes relacionados con el género, como la probabilidad y la vulnerabilidad ante ciertas patologías o la utilización de los servicios sanitarios, que influyen en la afectación de la salud de las personas. Con el fin de analizar en qué aspectos y bajo qué circunstancias la salud de la mujer presenta un comportamiento diferenciado respecto a la media de ambos sexos, la edición 2022 del Índice de Salud ha incluido el sesgo del género.
Los resultados muestran que la mujer es más longeva, pese a la prevalencia de enfermedades como las que afectan al sistema circulatorio y nervioso. Asimismo, sigue unos hábitos de vida más saludables: consume diariamente frutas y verduras, está dentro del normopeso y la tasa de mortalidad por abuso de sustancias adictivas es menor.
Sin embargo, los determinantes socioeconómicos (la pobreza, los lazos familiares y comunitarios y la seguridad del entorno) pueden poner en amenaza esa ventaja de salud femenina. Las mujeres están en mayor riesgo de pobreza, de soledad en edades avanzadas y de convertirse en víctimas de violencia de género. La OMS señala que la confluencia de estos factores puede conllevar a la consolidación de estas inequidades sanitarias.