ESPECIAL PUBLICIDAD
Contenido patrocinado por una marca

Así aprenden los niños a afrontar (y capear) los riesgos del entorno

Con las herramientas adecuadas, los más pequeños de la casa pueden de identificar los riesgos cotidianos, buscar una solución y actuar en consecuencia. La Fundación Elecnor ha desarrollado el proyecto ‘Creciendo en prevención’ para ayudar a los educadores a fomentar estas habilidades. Ya han participado más de 19.000 alumnos

Las secuelas psicológicas que ha dejado en los más pequeños la situación sanitaria provocada por la covid-19 ha sido el hilo conductor para el programa del curso 2021/22.
Las secuelas psicológicas que ha dejado en los más pequeños la situación sanitaria provocada por la covid-19 ha sido el hilo conductor para el programa del curso 2021/22.

Además de basarse en el aprendizaje procedimental y conceptual, la actual ley educativa (LOMLOE) pretende promover las competencias individuales del alumnado. Lograr la autonomía personal, alcanzar el autoconocimiento y adquirir unos hábitos saludables son algunas de las aptitudes a fomentar desde las aulas. También lo es aprender a identificar los problemas y riesgos que se presentan cada día a los alumnos, y saber gestionarlos adecuadamente.

Para facilitar la tarea a los docentes, la Fundación Elecnor ha creado el proyecto Creciendo en prevención (CEP). Desarrollado a través de una aplicación digital, este programa educativo resalta la importancia de la prevención y protección en los niños: solo así, aseguran, serán capaces de afrontar los posibles peligros con los que se encuentren, tanto los de hoy como los del mañana.

Según explica Jorge Ballester, director de la Fundación Elecnor, con este proyecto pretenden dotar de herramientas a los niños para que identifiquen y perciban los riesgos a los que se enfrentan todos los días. “Una vez son capaces de identificar un riesgo, les enseñamos a parar y pensar y, así, actuar con criterio. Intentamos que puedan también exteriorizarlo de forma natural”, explica.

Momento para hablar de emociones

Tras el tsunami provocado por la pandemia, y sin terminar de desarrollar totalmente el proyecto con el apellido covid-19, el equipo de la Fundación Elecnor comenzó a trabajar en el nuevo programa CEP para el curso 2021/22. Las secuelas psicológicas que la situación sanitaria ha dejado en los más pequeños ha sido el hilo conductor. Los contenidos están en línea con los objetivos pedagógicos del fomento de la educación emocional marcados en la LOMLOE. La ley educativa otorga a este aprendizaje un importante valor; para superar todas las materias curriculares es preciso adquirir esta competencia, considerada como transversal.

Queda mucho por ayudar desde la formación a la gestión emocional de los más pequeños. Seguiremos aportando nuestro granito de arena y seguiremos adaptándonos a las necesidades más prioritaria en cada momento
Jorge Ballester, director de la Fundación Elecnor

El programa Creciendo en prevención emocional está en desarrollo. Actualmente ya han participado más de 5.000 alumnos en la Comunidad de Madrid de 71 centros (17 de ellos de Educación Especial) y casi 1.500 estudiantes de 33 centros (siete de ellos de Educación Especial) en la Junta de Extremadura.

Ballester confía en dar un importante impulso del proyecto: “Estamos hablando con tres comunidades autónomas más. No tenemos fronteras, nos gustaría llegar a todo el territorio español”. También piensa “que queda mucho por ayudar desde la formación a la gestión emocional de los más pequeños”. CEP es, por tanto, un proyecto vivo. “Seguiremos aportando nuestro granito de arena con la formación en Primaria y seguiremos adaptándonos a las necesidades más prioritaria en cada momento”, apunta el representante de la Fundación Elecnor.

Años de desarrollo

El proyecto CEP empezó a gestarse en 2018. Por aquel entonces, la Fundación Elecnor buscaba impulsar un proyecto educativo entre los niños y niñas de 3º, 4º y 5º de educación primaria. La elección de estos cursos no es casual. “Llega el momento evolutivo ideal para que puedan cambiar sus hábitos. Por un lado, ya tienen la suficiente madurez académica para entender bien los conceptos y, por otro, están en una edad en la que tienen mayor capacidad de cambiar, de evolucionar”, indica Ballester.

El programa tenía que ser útil y con un mensaje social potente, en línea con el lema adoptado por la Fundación, “la seguridad es innegociable”. Tras años de trabajo, en enero de 2020 se lanzó CEP. La previsión era comenzar en marzo con las intervenciones presenciales en los colegios. Y llegó el estado de alarma.

Adaptarse a la pandemia

Ballester recuerda lo vivido, justo cuando el planeta empezó a manejar la palabra coronavirus. “Fueron momentos muy complicados y acelerados. El 16 de marzo iniciábamos el despliegue de CEP en la Comunidad de Madrid, estábamos muy expectantes. Solo dos días antes cambió el escenario [el Gobierno anunció el día 14 el estado de alarma por la pandemia] y se congeló todo”. En unos meses el programa tuvo que replantearse por completo. “No tardamos más de una semana en decidir convertir esta formación presencial en 100% digital. Trabajamos duro y pudimos desplegar el proyecto al principio del curso 2020-21. Además, tuvimos que incluir la protección a la covid-19 como elemento transversal”, indica el director de la Fundación Elecnor.

El proyecto CEP empezó a gestarse en 2018. Actualmente ya han participado más de 5.000 alumnos en la Comunidad de Madrid y casi 1.500 en la Junta de Extremadura.
El proyecto CEP empezó a gestarse en 2018. Actualmente ya han participado más de 5.000 alumnos en la Comunidad de Madrid y casi 1.500 en la Junta de Extremadura.Shutterstock

El nuevo programa, bautizado como Creciendo en prevención covid-19, abandonó su vertiente presencial y se transformó en una herramienta online. “El proyecto nació en formato híbrido. tenía una parte presencial en las aulas, pero disponía de una web interactiva en la que podían trabajar tanto los profesores como los alumnos y sus padres. Pero, siendo sincero, creo que esta pandemia nos impulsó a ser más digitales y a contrastar su efectividad. Siempre hay cosas positivas en los momentos complicados”, reflexiona Ballester.

Unas sencillas reglas de tres

El objetivo de Creciendo en prevención covid-19 era ayudar a los niños a familiarizarse con las medidas sanitarias para afrontar la atípica situación pandémica. Con las aulas cerradas, los contenidos digitales resultaron claves. Utilizando el juego y las reglas mnemotécnicas los docentes ayudaron a los niños en su entorno más cercano (calle, colegio y casa, las tres ces), con la regla de la prevención (para, piensa y propón, las tres pes) y con las medidas necesarias para evitar el contagio (mascarilla, manos y metros, las tres emes).

La Comunidad de Madrid fue la primera en incorporar el programa de la Fundación Elecnor a sus contenidos durante el curso 2020/21. Más de 9.000 alumnos de 56 centros participaron en CEP. Satisfechos con los resultados, la Consejería de Educación solicitó incluir a los Centros de Educación Especial: siete participaron el pasado año.

Una vez son capaces de identificar un riesgo, les enseñamos a parar y pensar y, así, actuar con criterio. Intentamos que puedan también exteriorizarlo de forma natural
Jorge Ballester, director de la Fundación Elecnor

Conscientes de la problemática a la que se enfrentan los pequeños colegios de la España vaciada, la Fundación Elecnor también ofreció su proyecto a la Junta de Extremadura durante el pasado curso. Los resultados fueron mejores de los esperados: participaron más de 3.000 alumnos de 56 centros educativos privados y públicos, cuatro de ellos de educación especial.

Expectativas superadas

Ballester confiesa que en la Fundación Elecnor están muy contentos con el éxito de CEP y, sobre todo, muy orgullosos del la valoración recibida del profesorado, tanto sobre el contenido como sobre el formato digital. “En cada sesión, en cada aula que se imparte la formación, recibimos un feedback. Y, la verdad, son todos muy positivos”.

Quizá acercarse a la Educación Especial ha sido el mayor reto al que ha tenido que enfrentarse el programa. Lo asumieron, dicen, “con cierto temor por hacer las cosas bien”. Sin embargo, “ha sido, con diferencia, la mayor satisfacción de CEP. No solamente nos han dicho los educadores que los niños lo han asimilado perfectamente bien, sino que nos comentan que necesitan más proyectos digitales para sus estudiantes, que es el mejor canal posible para ellos. Estamos muy orgullosos”, concluye Ballester.

Archivado En