Es el momento de apostar por las empresas con propósito
Cada vez son más las compañías que aparcan los fines meramente económicos para poner el foco en la forma de generar un impacto positivo en la sociedad y en el planeta. Son las llamadas empresas B Corp, certificado que concede la organización B Lab, y que ahora movilizan a la ciudadanía para que también se sume al cambio. Pero, ¿qué significa realmente ser B Corp y cómo se puede implicar al conjunto de la ciudadanía?
Si a los responsables de una empresa, cualquiera, se les pregunta cuál es su objetivo principal, es más que probable que la respuesta esté directamente relacionada con los resultados económicos. Los números mandan, de eso no hay duda. Sin embargo, en un escenario en el que las personas están cada día más concienciadas con el cuidado del planeta y el desarrollo social, la escala de prioridades no puede ceñirse exclusivamente a ellos. El tejido empresarial es plenamente consciente de esta tendencia, y cada vez son más las compañías que han puesto el foco en la creación de valor social, ambiental y económico. En definitiva, en ser mejores empresas para el mundo. Son las denominadas empresas B Corp.
Creamos estándares, políticas y herramientas para que las empresas puedan medir y mejorar su impacto, así como liderar el nuevo paradigma empresarialPablo Sánchez, director ejecutivo de B Lab Spain
Que una compañía sea B Corp significa que cumple con altos estándares verificados de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad legal. Verificarlo le corresponde a B Lab, una organización global sin ánimo de lucro que en España se fundó en 2014, y que promueve que las personas utilicen la fuerza de las empresas para impulsar un cambio real en el mundo. “Creamos estándares, políticas y herramientas para que las empresas puedan medir y mejorar su impacto, así como liderar el nuevo paradigma empresarial”, explica Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Lab Spain. “Soñamos con que este modelo de empresa responsable se consolide hasta el punto en el que la existencia de B Corp como distintivo ya no sea necesaria”, añade.
Una comunidad consolidada en España
En nuestro país, la comunidad B Corp cuenta ya con más de 110 compañías. Solo en 2021, el movimiento ha experimentado un crecimiento del 63% respecto a 2020, con la incorporación de 31 empresas. Entre las presentes destacan, entre muchas otras, la multinacional alimentaria Danone, la plataforma de servicios financieros imagin, la cadena hotelera Artiem, los Laboratorios Expanscience-Mustela, Central Lechera Asturiana o Ecoalf, una marca de moda 100% sostenible cuyas prendas están hechas a base de plástico procedente del océano. “Cuando creamos Ecoalf -explica Javier Goyeneche, fundador y CEO de la compañía- teníamos la sensación de estar remando a contracorriente, de estar muy solos. Así que descubrir el movimiento B Corp resultó decisivo, ya que nos dimos cuenta de que existían empresas de distintos sectores con un propósito común al nuestro: intentar transformar el mundo a través de la propia actividad empresarial. Como B Corp, lo tenemos claro desde el inicio: si el planeta va mal, las empresas no pueden ir bien”.
Un esfuerzo y compromiso que, además, tiene recompensa. Las B Corps mejoran sus resultados económicos anuales en un 30% de media, según una muestra de 700 empresas europeas pertenecientes al movimiento. “Nuestro objetivo no es vender más, sino vender mejor”, argumenta Silvio Elías, cofundador y CEO de la cadena de supermercados ecológicos de la B Corp Veritas. “Y aunque no busquemos que el hecho de ser B Corp se vea reflejado en nuestras ventas, los ciudadanos apoyan el propósito: colaboran al saber que a través de sus compras ayudarán a la sociedad”, concluye.
En la búsqueda de este objetivo común, coinciden también compañías de distintos sectores, con mayor o menor tamaño e historia. Entre ellas encontramos a Danone, cuyos orígenes se remontan a 1919 y que actualmente cuenta con una plantilla en España que supera los 2.000 trabajadores. “Queremos transformar el modelo de alimentación actual hacia uno más saludable y sostenible. Desde hace 50 años, consideramos que no puede haber progreso económico sin desarrollo social. Y, además, ese modelo tiene que ser sostenible, porque es la única manera de que nuestro negocio pueda existir a largo plazo”, explica Daniel Ordóñez, director general de Danone Iberia.
El cambio, en manos de todos
La implicación de las personas y de toda la ciudadanía juega un papel clave si queremos avanzar hacia un mundo mejor. Con ese propósito, el movimiento B Corp busca ahora que su labor cale en toda la sociedad. “Las acciones de las compañías deben ir de la mano de los ciudadanos y de un estilo de vida más responsable para generar ese cambio real y significativo”, valora Pablo Sánchez. De ahí que el movimiento haya apostado por lanzar un llamamiento a la ciudadanía a unirse al movimiento y a generar juntos un cambio real a través de la campaña Ser B. “Ser B es ser sostenible, consciente del impacto de uno mismo, interdependiente y colaborativo, pero también utilizar la fuerza de las empresas para cambiar el mundo. En definitiva, es tener en cuenta a la sociedad y al planeta en cada decisión que se toma”, explica el director de B Lab Spain.
Con cada decisión de compra estamos decidiendo a quién apoyamos: si a empresas que están protegiendo el futuro de nuestros hijos o a las que explotan a personas o devastan el planetaJavier Goyeneche, fundador y CEO de Ecoalf
Tal y como afirma Carlota Pi, cofundadora y CEO de la B Corp Holaluz, “una empresa debe ser una herramienta para transformar el mundo. A través de su propósito, debe centrar sus esfuerzos en ser parte de la solución a los problemas que se enfrenta la sociedad”. Por ese motivo, es crucial respaldar a las compañías que estimulan una transformación de la economía y del sistema actual. “Sin los consumidores, el resto no valdría de nada. Ellos deben transformar también sus hábitos de consumo”, añade Ordóñez, de Danone. El fundador de Ecoalf apunta a una labor trascendental: concienciar. “Con cada decisión de compra estamos decidiendo a quién apoyamos: si a empresas que están protegiendo el futuro de nuestros hijos o a las que explotan a personas o devastan el planeta. Como consumidores no somos conscientes del poder que tenemos”, expone Goyeneche.
Además de involucrar a la ciudadanía, Sánchez aboga también por el apoyo de la administración. “Las instituciones públicas también pueden contribuir al cambio impulsando y promoviendo las empresas que generan un valor social y ambiental, más allá de los beneficios económicos”, constata. En este sentido, B Lab Spain, con el apoyo de más de 400 organizaciones y 30.000 firmas, está proponiendo a los poderes públicos la creación de una ley que reconozca las empresas con propósito en España para impulsar un nuevo modelo económico y empresarial inclusivo y sostenible. “También se está ejerciendo una política activa en el Congreso de los Diputados para que haya un reconocimiento real de las empresas que incorporan en su gestión esos estándares”, explica el director de B Lab Spain.
Porque conseguir un mundo mejor, es cosa de todos.
10 consejos para Ser B: cómo generar un impacto positivo en la sociedad y el planeta
Para concienciar a la ciudadanía, el movimiento B Corp ha puesto en marcha la campaña Ser B. El objetivo es que la ciudadanía entienda la importancia que tiene respaldar a las empresas responsables y tener un estilo de vida responsable. Con este fin, las empresas B Corp llevarán a cabo distintas iniciativas para mostrar su contribución al mundo y lo que implica Ser B, a través de diferentes retos que promoverán en las redes sociales bajo el hashtag #SerB. Estos son algunos tips para conseguirlo:
- Comprar prendas sostenibles o de segunda mano, repararlas y dar una segunda vida a las que ya no se utilizan.
- Reciclar correctamente los residuos que se generan en casa y reducir el uso de plástico a favor de materiales reutilizables o reciclados.
- Consumir energía verde, utilizar bombillas de bajo consumo y cerrar el grifo durante el cepillado de dientes o el lavado de platos.
- Comprar alimentos sanos y ecológicos -locales, en la medida de lo posible- y tener una dieta sostenible y equilibrada.
- Evitar el desperdicio de alimentos en casa y fuera de ella.
- Optar por el ocio y el turismo responsable y elegir alojamientos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
- Defender y luchar por la igualdad entre mujeres y hombres y trabajar en empresas donde la igualdad sea real.
- Utilizar el transporte público, coches o patinetes eléctricos y la bicicleta.
- Mantener limpias ciudades, pueblos, océanos y ríos, proteger la fauna y la flora y conservar los recursos naturales, paisajísticos y culturales.
- Practicar la solidaridad y crear oportunidades para todas las personas, sin distinción.