Tras año y medio conviviendo con la covid, ¿cómo están mis defensas?
Comprobar si nuestro cuerpo ha respondido a la vacuna o a la infección generando suficientes anticuerpos frente al virus es una duda que ronda a muchas personas. ¿Cómo podemos saberlo?
Sabina volvió hace unos días de vacaciones y está a punto de retomar las clases de Biología que imparte en un instituto. Han transcurrido unas semanas desde que recibió la vacuna y le asalta una duda: ¿Habré desarrollado suficientes anticuerpos? El interrogante no es baladí. En el trajín de las clases no siempre es fácil mantener la distancia social y cumplir a rajatabla las medidas anti-covid, por lo que antes de volver a la rutina quiere conocer cómo está de defensas. Muchas personas se plantean esa duda recurrente: ¿Habré respondido a la vacuna? ¿Por cuánto tiempo permanecen en el organismo los anticuerpos que hemos generado por haber pasado la enfermedad o haber sido vacunados?
Un estudio publicado recientemente en la revista Science, el más amplio realizado hasta la fecha, ha investigado a un grupo de pacientes que ha sufrido la covid-19 y ha llegado a la conclusión de que la mayoría conservan la inmunidad. Silvia Sánchez Ramón, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, precisa los datos: “A ocho meses de haber pasado la enfermedad, más del 95% de las personas retienen anticuerpos, tanto los que la sufrieron de forma leve como los que estuvieron ingresados. Sobre todo, conservan anticuerpos IgG, los que proporcionan inmunidad a largo plazo”.
Traducido al vocabulario popular, inmunidad equivale a protección frente a una enfermedad. Los linfocitos B del sistema inmunitario se activan ante las infecciones y generan anticuerpos, las proteínas que actúan específicamente contra el patógeno que causa una enfermedad infecciosa. En el caso del Sars-CoV-2, se detectan en la sangre a los 14 días de producirse la infección. Los que aparecen en este periodo son las inmunoglobinas M (IgM) e indican que la infección está activa. Pero poco a poco van apareciendo las IgG, que surgen cuando la infección está superada y transmiten un mensaje: el cuerpo ya dispone de herramientas para defenderse del virus.
¿Cómo sé si tengo anticuerpos?
Por su profesión, la docente de Biología ya se hizo varias PCR para descartar que tuviera la infección. Ahora, como en otras profesiones y escenarios post-veraniegos, se plantea cómo y dónde hacerse un test serológico o de anticuerpos. Estas pruebas se realizan en laboratorios clínicos especializados que dan resultados cuantitativos y cualitativos. Con una simple muestra de sangre, en poco más de media hora puede obtener la información que deseaba. En su caso puede estar tranquila, se detectan anticuerpos y en cantidad elevada. Por tanto, puede de momento pensar que está protegida, aunque no debe despistarse en cumplir las medidas anti-covid. Muchos laboratorios especializados de toda España ofrecen este tipo de prueba. Entre ellos, Laboratorio Echevarne, Eurofins-MEGALAB, SYNLAB, Sanitas, MBD (laboratorio Durán Bellido) y Abolab, por ejemplo.
Los investigadores siguen estudiando si la memoria inmunológica se mantiene a más largo plazo que el estudiado por Science. A priori, no hay motivos para pensar que quienes han recibido una vacuna no conserven anticuerpos suficientes trascurridos los meses. Sin embargo, esto no es un salvoconducto para bajar la guardia. El uso de la mascarilla en espacios cerrados, la distancia física y otras medidas de protección resultan imprescindibles para mantener a raya el virus. El objetivo es minimizar los riesgos. “En las nuevas exposiciones al Sars-CoV-2 se están registrando muy pocos casos de sintomatología grave, porque la memoria inmunológica bloquea la replicación del virus”, explica la doctora Sánchez Ramón.
Los anticuerpos representan un buen indicador de que podemos estar protegidos frente a la covid-19. Pero no hay que olvidar la obligación de mantener las medidas de seguridad para evitar la infección
En la magnitud o la calidad de la respuesta ante una infección la diversidad es enorme. Hay personas con enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, VIH sida) que tienen el sistema inmunitario debilitado en distintos grados. Por otra parte, existe un factor determinante: la edad. Sabina es bióloga y lo sabe muy bien, porque explica a sus alumnos de último curso de bachillerato un concepto clave: la inmunosenescencia. Se produce a partir de los 65 años y, aplicado a la lucha contra los virus, quiere decir que el cuerpo ya no es tan lozano como antes y ha perdido parte de la capacidad que tenía para combatirlos. “Es una razón más para conocer cuál a sido la respuesta a la infección o a la vacuna conociendo el nivel de anticuerpos”, dice la profesora, muy satisfecha por conocer este dato.
El objetivo de la inmunidad de grupo
Hay personas que pasaron la enfermedad en primavera y, sin embargo, no han generado anticuerpos. Es el caso de Miguel, comerciante de supermercado, muy en contacto con el público. Lo desconocía hasta que acudió a un laboratorio a hacerse un test para su tranquilidad. La suya es una situación extraordinaria, pero existen, y no podrían conocerse sin las pruebas serológicas. Los test son, además, una poderosa herramienta. ¿Cómo conocer, si no, el nivel de anticuerpos en una población? Gracias a esta información se sabe si existe o no inmunidad de grupo y se valora si es necesario vacunar a más o menos personas. “Si el porcentaje de población con anticuerpos es muy alto, se podrían decidir estrategias de vacunación para evitar la transmisividad”, dice la especialista del Hospital Clínico Silvia Sánchez Ramón.
Ahora se discute si habrá que recurrir a una tercera dosis de la vacuna, en función del nivel de protección de la población. En el caso de que se vacunara, una hipótesis es que la población diana estuviera formada por las personas que no hubieran generado suficientes anticuerpos. Sabina, la profesora de Biología, está tranquila con los resultados que obtuvo: la vacuna hizo su trabajo, lo ha comprobado y está llena de esperanza en que este otoño representará una vuelta a su vida anterior, aunque tenga que seguir extremando las precauciones.