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Tras año y medio conviviendo con la covid, ¿cómo están mis defensas?

Comprobar si nuestro cuerpo ha respondido a la vacuna o a la infección generando suficientes anticuerpos frente al virus es una duda que ronda a muchas personas. ¿Cómo podemos saberlo?

Muchos profesionales que trabajan en contacto con otras personas necesitan garantías sobre la generación de anticuerpos en su organismo. Los docentes, por ejemplo, afrontan el tercer curso marcado por la pandemia.
Muchos profesionales que trabajan en contacto con otras personas necesitan garantías sobre la generación de anticuerpos en su organismo. Los docentes, por ejemplo, afrontan el tercer curso marcado por la pandemia.Izabela Habur (Getty Images)

Sabina volvió hace unos días de vacaciones y está a punto de retomar las clases de Biología que imparte en un instituto. Han transcurrido unas semanas desde que recibió la vacuna y le asalta una duda: ¿Habré desarrollado suficientes anticuerpos? El interrogante no es baladí. En el trajín de las clases no siempre es fácil mantener la distancia social y cumplir a rajatabla las medidas anti-covid, por lo que antes de volver a la rutina quiere conocer cómo está de defensas. Muchas personas se plantean esa duda recurrente: ¿Habré respondido a la vacuna? ¿Por cuánto tiempo permanecen en el organismo los anticuerpos que hemos generado por haber pasado la enfermedad o haber sido vacunados?

Un estudio publicado recientemente en la revista Science, el más amplio realizado hasta la fecha, ha investigado a un grupo de pacientes que ha sufrido la covid-19 y ha llegado a la conclusión de que la mayoría conservan la inmunidad. Silvia Sánchez Ramón, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, precisa los datos: “A ocho meses de haber pasado la enfermedad, más del 95% de las personas retienen anticuerpos, tanto los que la sufrieron de forma leve como los que estuvieron ingresados. Sobre todo, conservan anticuerpos IgG, los que proporcionan inmunidad a largo plazo”.

Traducido al vocabulario popular, inmunidad equivale a protección frente a una enfermedad. Los linfocitos B del sistema inmunitario se activan ante las infecciones y generan anticuerpos, las proteínas que actúan específicamente contra el patógeno que causa una enfermedad infecciosa. En el caso del Sars-CoV-2, se detectan en la sangre a los 14 días de producirse la infección. Los que aparecen en este periodo son las inmunoglobinas M (IgM) e indican que la infección está activa. Pero poco a poco van apareciendo las IgG, que surgen cuando la infección está superada y transmiten un mensaje: el cuerpo ya dispone de herramientas para defenderse del virus.

Con una simple muestra de sangre, en poco más de media hora el test serológico facilita la información requerida.
Con una simple muestra de sangre, en poco más de media hora el test serológico facilita la información requerida.mbz-photodesign (Getty Images/iStockphoto)

¿Cómo sé si tengo anticuerpos?

Por su profesión, la docente de Biología ya se hizo varias PCR para descartar que tuviera la infección. Ahora, como en otras profesiones y escenarios post-veraniegos, se plantea cómo y dónde hacerse un test serológico o de anticuerpos. Estas pruebas se realizan en laboratorios clínicos especializados que dan resultados cuantitativos y cualitativos. Con una simple muestra de sangre, en poco más de media hora puede obtener la información que deseaba. En su caso puede estar tranquila, se detectan anticuerpos y en cantidad elevada. Por tanto, puede de momento pensar que está protegida, aunque no debe despistarse en cumplir las medidas anti-covid. Muchos laboratorios especializados de toda España ofrecen este tipo de prueba. Entre ellos, Laboratorio Echevarne, Eurofins-MEGALAB, SYNLAB, Sanitas, MBD (laboratorio Durán Bellido) y Abolab, por ejemplo.

Los investigadores siguen estudiando si la memoria inmunológica se mantiene a más largo plazo que el estudiado por Science. A priori, no hay motivos para pensar que quienes han recibido una vacuna no conserven anticuerpos suficientes trascurridos los meses. Sin embargo, esto no es un salvoconducto para bajar la guardia. El uso de la mascarilla en espacios cerrados, la distancia física y otras medidas de protección resultan imprescindibles para mantener a raya el virus. El objetivo es minimizar los riesgos. “En las nuevas exposiciones al Sars-CoV-2 se están registrando muy pocos casos de sintomatología grave, porque la memoria inmunológica bloquea la replicación del virus”, explica la doctora Sánchez Ramón.

Los anticuerpos representan un buen indicador de que podemos estar protegidos frente a la covid-19. Pero no hay que olvidar la obligación de mantener las medidas de seguridad para evitar la infección

En la magnitud o la calidad de la respuesta ante una infección la diversidad es enorme. Hay personas con enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, VIH sida) que tienen el sistema inmunitario debilitado en distintos grados. Por otra parte, existe un factor determinante: la edad. Sabina es bióloga y lo sabe muy bien, porque explica a sus alumnos de último curso de bachillerato un concepto clave: la inmunosenescencia. Se produce a partir de los 65 años y, aplicado a la lucha contra los virus, quiere decir que el cuerpo ya no es tan lozano como antes y ha perdido parte de la capacidad que tenía para combatirlos. “Es una razón más para conocer cuál a sido la respuesta a la infección o a la vacuna conociendo el nivel de anticuerpos”, dice la profesora, muy satisfecha por conocer este dato.


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