40 detenidos en España por distribuir pornografía infantil a través de Instagram, 34 de ellos menores
La Policía Nacional advierte de que cada vez son más los niños que se graban y cuelgan las imágenes en las redes sociales
La Policía Nacional ha detenido a 40 personas por distribuir material pornográfico infantil a través de Instagram, 34 de ellos menores de edad, en una operación en colaboración con el Homeland Security Investigations (HSI, la oficina de investigaciones de seguridad nacional) de la Embajada de Estados Unidos. Las detenciones se han realizado en 16 provincias, desde mediados de 2019 hasta el mes pasado, a partir de las investigaciones realizadas por el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) de Estados Unidos, ha informado en un comunicado la Dirección General de la Policía. Barcelona, con ocho detenidos, y Madrid, con siete, encabezan la lista en la que también figuran Sevilla, Valencia, Vizcaya y Asturias, cada una con tres, y Alicante, Tenerife y Murcia, con dos. Mientras que en Álava, Cádiz, Córdoba, Málaga, Gipuzkoa, Gran Canaria y Zaragoza se ha realizado una detención en cada una.
Los arrestados están acusados de cometer varios delitos de prostitución y corrupción de menores a través de la red social y no están relacionados entre sí. “El incremento en España de este tipo de delitos es alarmante y cada vez hay más menores implicados. La mayoría de los casos se detectan en plataformas como Instagram, YouTube o Tik Tok y suele ser material pornográfico autoproducido por menores que ellos mismos suben a las redes sociales”, ha explicado este martes a EL PAÍS Marcos Castro, del Grupo Tercero de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional.
“Fue la propia red social (Instagram) la que denunció a través del NCMEC que varios de los usuarios de su aplicación en España habían compartido material audiovisual inequívoco de explotación sexual infantil”, dice el comunicado.
“No se trata de una red de pornografía infantil, sino de usuarios independientes que suelen ser chicos, es muy raro que encontremos a alguna mujer”, ha añadido Castro, quien ha formado parte de esta investigación en la que se ha identificado a 51 personas, de las cuales 45 eran menores de edad y, de estas, siete carecían de responsabilidad penal al ser menores de 14 años.
“Siempre que una red social detecta que alguno de sus usuarios envía un archivo sospechoso lo comunica a las autoridades. En el caso de Instagram, que es norteamericana, lo envían al NCMEC y ellos lo distribuyen a los países de los usuarios implicados a través de sus embajadas. Muchos son chicos que se graban desnudos por pura diversión, sin el conocimiento de sus padres, y no son conscientes de que al compartir ese material están cometiendo un delito”, ha comentado Marcos Castro.
En los casos de los menores detenidos, que han pasado a la Fiscalía de Menores de cada comunidad autónoma, la práctica habitual es que el juez los ponga en libertad a la espera de juicio.
“Con el auge de las nuevas tecnologías hay muchos menores que practican el sexting [envío de mensajes de contenido sexual o pornográfico a través de móviles] entre ellos, pero en el momento en que eso pasa a una tercera persona es pornografía infantil y es un delito. Los menores que tienen una relación y creen que será para siempre intercambian imágenes de contenido sexual a través de las redes sociales, pero esas relaciones no duran y lo que sí es para siempre son las fotografías que se cuelgan en Internet”, explica la doctora en Psicología Silvia Álava, quien considera que en las redes sociales los menores necesitan “una labor de acompañamiento y formación”.
Para evitar este tipo de comportamientos, desde la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) piden que la ley exija a las redes sociales un “filtro técnico” para evitar que los menores tengan acceso a la pornografía a través de Internet. “Pedir el DNI o algún otro documento que acredite la mayoría de edad sería de gran ayuda, siempre garantizando la privacidad de los datos”, precisa Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento Jurídico del Teléfono de ANAR.
“Actualmente hay un acceso demasiado rápido y fácil a la pornografía en la que la mujer es utilizada como objeto y, además, el mayor placer se obtiene cuando hay violencia. Esto está influyendo en el desarrollo evolutivo y sexual de los jóvenes que ven como normales este tipo de comportamientos”, apunta Bartolomé. “El consumo de pornografía favorece las conductas machistas y sexistas que, en el futuro, pueden dar lugar a violencia contra la mujer. Cuando se producen agresiones sexuales entre varios menores que las graban con sus móviles y ellos mismos las cuelgan en la Red, no son conscientes de que lo que están haciendo no es un hecho normalizado”, añade.
El año pasado se cometieron en España 866 delitos relacionados con pornografía de menores, según datos del Ministerio del Interior. Una cifra algo menor que en 2018, cuando fueron 892, pero que ha ido incrementándose desde 2016 cuando se contabilizaron 621 estos delitos.
“Desde la Policía Nacional se quiere advertir a los usuarios de cualquier red social de la importancia de no compartir o almacenar este tipo de imágenes y vídeos sexuales protagonizados por menores, ya que se estaría incurriendo en la comisión de un delito”, advierte la Dirección General de la Policía.
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