Condenan a 25 años a un hombre por quemar a su exmujer en el coche en Tenerife
La policía descubrió el asesinato en la investigación de lo que parecía un accidente de tráfico
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un total de 25 años de prisión a un hombre que asesinó en enero de 2019 a su exmujer quemándola en el interior de un coche tras chocar contra una farola en San Cristóbal de La Laguna. Todo ocurrió en la mañana del 16 de enero de 2019, María Soledad conducía su coche Dacia Sandero por la zona de La Manzanilla en La Laguna en Tenerife. En el asiento trasero estaba su expareja, Juan Carlos de 52 años, con quien había cesado la relación hacía más de cuatro años pero habían quedado para llevar a Rocky, un perro que habían tenido de mascota cuando aún estaban juntos y que lo llevaban al veterinario. El coche acabó estrellándose contra una farola y terminó envuelto en llamas. El hombre escapó tras intentar salvar a su exmujer sin éxito, según dijo entonces. Posteriormente, acudió al Hospital Universitario de Canarias debido a la gravedad de las heridas. Este es el relato que el acusado mantuvo ante la policía.
Todo parecía un accidente de tráfico: el impacto contra la farola, la combustión del vehículo, y además, la autopsia reveló que la víctima había muerto por inhalación de humo y quemaduras de extrema gravedad. No había rastro de acto violento antes de que el vehículo se estrellara. A pesar de ello, la policía judicial mostraba sus dudas: ¿puede un coche incendiarse de forma súbita tras un impacto contra una farola? Y una pregunta aún más importante: ¿por qué Juan Carlos huyó precipitadamente del lugar de los hechos con heridas graves y sólo acudió al hospital horas después? La clave de la investigación se encontraba en el vehículo. Un equipo de investigadores especializados en química forense e incendios procedentes de Madrid, peinaron cada milímetro del coche y fue entonces cuando se reveló la verdad. Existían rastros de combustión de gasolina pero no procedente del motor del coche sino del interior, de mucho antes de que el Dacia se estrellara contra la farola.
Plan premeditado
Según se recoge en la sentencia, Juan Carlos diseñó un plan para matar a su expareja. Así, aquella mañana de enero, el ahora condenado quedó con Soledad con el pretexto de llevar al veterinario al perro. Pidió sentarse en la parte trasera del coche con la excusa de poder esta con la mascota y vigilarla. Sin que la víctima lo supiera, Juan Carlos también entró al vehículo un bidón de gasolina.
Comenzaron la marcha dirigiéndose hacia el Camino Fuente de Cañizares y fue en ese momento, cuando roció a Soledad con gasolina y le prendió fuego. La víctima, envuelta en llamas, no pudo controlar el vehículo que acabó estrellándose contra una farola. El acusado salió a toda velocidad del vehículo y se dio a la fuga dejando también al perro atrapado. Soledad murió sin poder quitarse el cinturón de seguridad y, tal y como recoge la sentencia, entre terribles sufrimientos.
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