_
_
_
_
_

Italia aprende la enseñanza telemática “a la fuerza”

El Gobierno italiano, con 10 millones de alumnos en casa, se prepara para gestionar la educación en los tiempos del coronavirus

Un profesor del Politécnico de Milán graba su clase para enviarla a sus alumnos.
Un profesor del Politécnico de Milán graba su clase para enviarla a sus alumnos.Claudio Furlan/LaPresse (AP)

Casi 10 millones de estudiantes, entre escolares y universitarios, amanecieron este jueves de vacaciones forzosas en Italia, después de que el Gobierno ordenara cerrar los colegios y universidades de todo el país para frenar la propagación del coronavirus. Fomentar la educación a distancia es el objetivo prioritario ahora para las autoridades. La viceministra de Educación italiana Anna Ascani, del Partido Democrático, explica a El País que gran parte de los centros educativos nacionales ya han comenzado a poner en marcha diferentes modalidades de lecciones virtuales. “Estamos manteniendo reuniones con los representantes educativos de todas las regiones para entender cómo poder ayudarlos”, señala, “pero se necesita tiempo”, reconoce.

Y aclara que el país se encuentra en una especie de fase experimental: “Estamos aprendiendo a la fuerza, no por nuestra propia voluntad, pero deberemos sacar el máximo partido a todo lo que seamos capaces de hacer para aprovecharlo en futuras ocasiones”. La dirigente reconoce que la fecha deseada de apertura de los centros escolares es el próximo 16 de marzo, pero podría ampliarse en función de la evolución del brote de coronavirus.

Ya desde el lunes y dado que las escuelas de algunas regiones como Véneto, Lombardía, Emilia Romagna o Liguria llevaban una semana cerradas, el ministerio de Educación comenzó a ofrecer, a través de una página web especial, diferentes herramientas, material multimedia y consejos para que los centros puedan gestionar la educación desde casa. Ascani no cree que el curso escolar actual esté en peligro. Para asegurarlo, su ministerio también ha derogado la norma que establecía un mínimo de 200 días lectivos anuales.

Los responsables de Educación también han pedido a la RAI, la televisión pública, que modifique su parrilla matutina, dado que habrá muchos niños en casa y ofrezca “más espacio” a la educación y a la cultura. “Italia superará esta emergencia y saldrá reforzada”, concluye. Y confirma que el Ejecutivo no baraja imponer más medidas drásticas en materia educativa.

En la capital, la primera mañana del cierre de colegios, los parques estaban más concurridos de lo habitual. En otros lugares con mayor número de infectados, como las regiones de Lombardía, Véneto o Emilia-Romagna, los alumnos llevan más de una semana siguiendo las lecciones desde casa, a través de plataformas digitales. Es el caso de las denominadas ‘zonas rojas’, los epicentros del contagio en los que 50.000 personas están sometidas a estricta cuarentena desde hace 11 días. Lisa Calaon, la asesora de Educación del ayuntamiento de Vo Euganeo, la localidad véneta en la que falleció el primer paciente con coronavirus en Italia, explica a este diario que los 250 menores del pueblo reciben la lección a través de tutoriales de vídeo que los profesores suben a internet o de plataformas de vídeollamada desde el 24 de febrero. También hacen deberes que se corrigen al día siguiente. “Las clases han sido constantes y nunca se han interrumpido desde el inicio del aislamiento”, señala.

En la localidad lombarda de Busto Arsizio, el instituto Tosi, que ya lleva casi dos semanas cerrado, ha activado un aula virtual y sus 2.000 estudiantes y sus 200 docentes han conseguido mantener el horario regular de estudios. “Los profesores y los alumnos se conectan desde casa, de 8 de la mañana a 5 de la tarde y se van impartiendo las lecciones, cuando termina un profesor en la clase virtual, entra otro”, explica la directora del centro, Amanda Ferrario. Y añade que la escuela ya ha utilizado la educación a distancia en otras ocasiones, como cuando algún alumno está ingresado, por ejemplo.

Sin embargo, no todos los centros tienen experiencia en la educación a distancia, poco usual y apenas extendida en Italia. “Somos escuelas y estamos especializados lógicamente en la educación presencial”, apunta Antonio Fini, director del instituto de Sarzana, en la región de Liguria. Su centro lleva cerrado desde el día 24 y desde el primer día imparten lecciones virtuales con clases online en directo, con vídeos que los profesores graban y suben a YouTube, que no necesitan visualizarse en tiempo real o con el envío de material didáctico a los padres. Pero la tarea no está resultando sencilla, sobre todo por la incapacidad para llegar al total de sus 1.300 estudiantes, que tienen entre 3 y 14 años. “No todos tienen acceso a las nuevas tecnologías y este sistema puede llegar a ser excluyente. Además necesitamos la mediación de las familias, sobre todo con los más pequeños”, indica. “Estamos controlando la situación, pero estamos encontrando serias dificultades. La educación a distancia nunca podrá sustituir la presencial. Aunque en cierto modo estamos descubriendo también posibilidades interesantes. Estamos experimentando sobre la base de la necesidad”, añade. Y explica que sus profesores más expertos se han presentado como voluntarios para instruir a los colegas de otros centros que lo necesiten. Han lanzado un proyecto en internet que se llama “No nos quedemos aislados” en el que cuelgan todo tipo de material didáctico y recomendaciones para toda la comunidad educativa, para afrontar esta situación de emergencia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_