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Especial Publicidad

Un banco responsable contra el cambio climático

Santander ha demostrado en la reciente Cumbre del Clima celebrada en Madrid su implicación directa en la lucha contra el calentamiento global. El banco español encabeza numerosas acciones a favor de la sostenibilidad y el medio ambiente, y se ha fijado un nuevo objetivo: ser neutro en carbono en 2020

Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, junto a Carola von Schmetto, consejera delegada de HSBC Alemania, José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, Onur Genç, consejero delegado de BBVA y Peter Blom, consejero delegado de Triodos Bank durante la COP25.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, junto a Carola von Schmetto, consejera delegada de HSBC Alemania, José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, Onur Genç, consejero delegado de BBVA y Peter Blom, consejero delegado de Triodos Bank durante la COP25.

El cambio climático representa uno de los grandes retos de nuestro tiempo. El tiempo apremia y el futuro de las próximas generaciones pasa por adoptar medidas inmediatas para frenar el calentamiento global, tal y como ha quedado de manifiesto en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), celebrada en Madrid.

Todos y cada uno de los sectores económicos e industriales del planeta deben aportar soluciones para avanzar hacia una economía baja en carbono. También el sector financiero juega un papel muy relevante en garantizar una transición ordenada hacia una economía verde.

Un ejemplo es el compromiso de Banco Santander, implicado desde hace años en la protección del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático. La entidad española ha sido uno de los principales patrocinadores de la COP25 y ha participado muy activamente en esta cumbre, que ha reunido a 25.000 personas de 200 países.

La presidenta de Santander, Ana Botín, ha intervenido en varias mesas redondas en las que ha hablado sobre el nuevo liderazgo en el clima y ha aportado pistas sobre cómo movilizar la inversión privada para financiar el Acuerdo de París, alcanzado en 2015. Además, el banco ha organizado varias conferencias en las que se han abordado, entre otros temas, las inversiones sostenibles y los liderazgos del futuro. Asimismo, los expertos en Sostenibilidad de Santander también han sido invitados a varias mesas o paneles internacionales. Todo con un objetivo: alcanzar acuerdos y compromisos entre naciones y el sector privado que permitan combatir los efectos del cambio climático, y poner en marcha cuanto antes las medidas adoptadas en la Conferencia de París.

En este escenario, el banco ha anunciado un compromiso para ser neutro en carbono en 2020 mediante la compensación de todas las emisiones que genera en su actividad diaria. La entidad, que tiene 200.000 empleados en 10 mercados principales en Europa y América, ha reducido sus emisiones y su consumo de electricidad un 27% y un 15%, respectivamente, entre 2011 y 2018.

En esta misma línea, Santander se ha comprometido a que todo su suministro eléctrico provenga de energías renovables, en la medida de lo posible, en 2025. Con esta y otras acciones, el banco prevé reducir sus emisiones en un 46% adicional entre 2019 a 2025. “Somos uno de los líderes en financiación de energía renovable en el mundo y vamos a ejercer nuestro papel en la lucha contra el cambio climático. Este compromiso anunciado es un paso importante. Solo podemos abordar el reto del cambio climático trabajando juntos con mayor ritmo y determinación”, insiste Ana Botín.

Decálogo de compromisos responsables

El pasado mes de septiembre, Santander se convirtió en uno de los miembros fundadores firmantes de los Principios de Banca Responsable, mediante los que se compromete a alinear estratégicamente su negocio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y al Acuerdo de París. Antes, en julio, la entidad presentó sus 10 compromisos de banca

responsable hasta 2025. “Tenemos que apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible en todo el mundo para que las empresas creen empleo, facilitar la inclusión financiera y combatir el cambio climático”, señaló entonces Ana Botín.

Entre estos objetivos destacan la inclusión financiera de 10 millones de personas, lograr que el 100% de la energía que usa el banco provenga de fuentes renovables o contar con al menos un 30% de mujeres en cargos directivos. Pero hay más. Para ayudar a sus clientes en la transición hacia una economía libre de emisiones, Santander anunció que facilitará la movilización de 220.000 millones entre 2019 y 2030 en financiación verde para contribuir a abordar el cambio climático.

De hecho, el banco es ya una de las entidades líderes en la financiación de renovables, y su objetivo es mantener la posición de liderazgo internacional. Para ello, la entidad ayuda a financiar numerosas infraestructuras de energías limpias, además de nuevas tecnologías agrarias y productivas más eficientes y sostenibles. En 2018, Santander financió proyectos de renovables con una capacidad de generación equivalente al consumo de 5,7 millones de hogares. En línea con este objetivo, la entidad española ha emitido recientemente un bono verde de 1.000 millones de euros. Esos fondos de invertirán en iniciativas de energía no contaminante (eólica y solar).

Renovables por todo el mundo

La inversión total de financiación de proyectos (project finance) de renovables de Banco Santander a final del año pasado era de 9.800 millones de euros, aproximadamente la mitad de toda su cartera. El banco participa en 360 proyectos de energías limpias, de los que 170 son eólicos y 145, solares. El 65% de la financiación está en Europa y el resto, en América.

Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa, Werner Hoyer, presidente del Banco Europeo de Inversiones, Axel van Trotsenburg, director de operaciones del Banco Mundial y Ana Botín, presidenta del Banco Santander durante la COP25.
Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa, Werner Hoyer, presidente del Banco Europeo de Inversiones, Axel van Trotsenburg, director de operaciones del Banco Mundial y Ana Botín, presidenta del Banco Santander durante la COP25.

Asimismo, colabora con numerosas ONG y, de manera indirecta, con sus productos de inversión responsable, para apoyar iniciativas con impacto social que ayuden a las personas en riesgo de exclusión. Esta es una de las acciones de Santander relacionadas con la Inversión Socialmente Responsable (ISR), que presenta varias líneas de actuación. Entre ellas, el banco organiza y participa en encuentros y jornadas formativas centradas en la ISR, y gestiona nueve fondos ISR, unos productos que conjugan criterios financieros con criterios extrafinancieros para seleccionar los activos donde se invierte.

Mediante la emisión de bonos verdes, bonos sociales y bonos sostenibles, Santander impulsa y fomenta la protección del medio ambiente gracias a la financiación de iniciativas de eficiencia energética; vehículos eléctricos, híbridos y de bajas emisiones de CO2; infraestructuras relacionadas con el ciclo integral del agua y la gestión integral de residuos; productos y servicios vinculados a la construcción sostenible, en los que busca garantizar la eficiencia energética y reducir la huella ambiental; seguros específicos para los sectores agrícola y ganadero —frente a adversidades climáticas y otros riesgos naturales —, y productos y servicios específicos para la agricultura y ganadería.

En Brasil, por ejemplo, Santander se ha implicado con varias organizaciones con el fin de ofrecer a los productores de soja préstamos a largo plazo para ampliar la producción sin deforestar el hábitat natural en la región de El Cerrado. Y en España, Santander ha lanzado App Agro. Mediante esta aplicación, ofrece a los agricultores noticias de última hora, relacionadas con subvenciones públicas, información sobre productos agrícolas y precios de los cultivos. Con 30.000 descargas, y 11.000 usuarios activos, en 2018 fue elegida como la mejor app agraria del sector financiero español

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