Los ‘millennials’ hispanos dictan la nueva etiqueta laboral
Prestaciones centradas en la familia, retroalimentación uno a uno y oficinas donde puedan ser ellos mismos son algunas de las características que los jóvenes latinos buscan en sus empleos
Cuando Esperanza Aguilera asistió a una entrevista de trabajo en una conocida firma de abogados, su papá la acompañó. Mientras la esperaba en el lobby hasta que ella terminara, algunos trabajadores salieron a felicitarlo por la contratación de su hija. Esta escena podría ser común en algunas ciudades latinoamericanas, pero no en Los Angeles, donde se encuentra el despacho donde ahora trabaja la abogada de 26 años. Con los baby boomers -la generación que hasta hace poco era el grupo más grande de trabajadores- jubilándose a un ritmo de 10,000 al día, y los millennials hispanos -considerados como el grupo de mayor crecimiento- ingresando al mercado, la fuerza laboral en Estados Unidos está cambiando y las empresas deben ajustarse a los nuevos desafíos.
Actualmente, casi 30 millones de latinos representan alrededor del 16% de la fuerza laboral del país, y para 2025 uno de cada dos nuevos trabajadores que ingresen al mercado será de este grupo. Estos nuevos empleados exigen una mayor interacción con sus gerentes, buscan retroalimentación constante de sus jefes, hacen malabarismos con horarios de trabajo fluidos, disfrutan de mayores oportunidades de flexibilidad en las oficinas y una mejor integración de trabajo y vida, según el estudio The Changing U.S. Workforce: The Growing Hispanic Demographic and the Workplace, realizado por la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos y el Instituto del Caucus Hispano del Congreso. “Los millennials hispanos tienen más probabilidades que otros millennials de buscar lugares de trabajo donde se sientan cómodos [para trabajar] durante un tiempo. Van a encontrar oficinas donde se sientan aceptados, tranquilos, validados y donde vean personas que se parecen a ellos", dice Di Ann Sanchez de la consultoría de recursos humanos DAS, que se especializa en ese grupo demográfico.
Ese fue el caso para Esperanza, quien después de entregar una docena de currículums y asistir a varias entrevistas, se quedó con el puesto en la firma de abogados especializada en accidentes. Con el 50 por ciento de sus empleados de origen latino, el despacho ha sabido capitalizar las características de este grupo. “Soy considerada la más mexa de la oficina por cosas tan sencillas como decirle wey a las personas, y cuando un cliente difícil hispano tiene broncas y no está feliz con el servicio que le hemos proporcionado yo suelo ser la persona que habla con él para tranquilizarlo por tener un español profesional y auténtico”, cuenta la joven nacida en California de madre guatemalteca y padre mexicano.
Desde la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos y el Instituto del Caucus Hispano del Congreso consideran que los empleadores están en una posición única no solo para experimentar cambios demográficos en el lugar de trabajo en tiempo real, sino también para ofrecer prácticas prometedoras que utilicen el cambio demográfico para lograr el éxito organizacional. Aprovechar el poder de la diversidad, involucrar a los millennials hispanos, facilitar programas de capacitación y pasantías, además de ofrecer prestaciones centradas en la familia, son enfoques que las organizaciones pueden implementar para crear lugares de trabajo más inclusivos, productivos y exitosos.
Cultivar la diversidad e inclusión puede ayudar a las empresas a atraer y retener el mejor talento. La mayoría de las organizaciones tienen programas para reclutar empleados diversos, pero no se enfocan en desarrollarlos y retenerlos después de haber sido contratados, según indica el reporte Fostering Innovation Through a Diverse Workforce, elaborado por Forbes. Es por eso que el lugar de trabajo diverso incluye la implementación de esta característica en los programas de capacitación, la creación de consejos para atenderla y el establecimiento de objetivos para reclutamiento y retención. “"Si se hace con éxito, la diversidad se incorporará a todas las áreas de negocio, y esto conducirá a asociarla con la marca de una organización”, asegura Bettina Deynes, vicepresidenta de Recursos Humanos y Diversidad de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos.
Debido a que los millennials hispanos son más propensos a formar parte de familias numerosas, e incluso a tener la responsabilidad de proporcionar apoyo financiero a familiares, los empleadores deben comprender su fuerza laboral y ofrecer prestaciones que respondan a esas necesidades y demandas. Beneficios como reembolso de colegiaturas, de créditos estudiantiles, horarios flexibles, licencia de maternidad con su puesto de trabajo asegurado y licencias familiares son algunas de las cosas que más valoran los empleados latinos y que las organizaciones empiezan a ofrecer.
Adiós a los estereotipos
A cambio de sus demandas, los millennials hispanos ofrecen lealtad, trabajo duro y respeto a sus superiores. “Estamos totalmente comprometidos con nuestro trabajo. Tenemos una ética de trabajo que viene de años y años de tratar de cerrar la brecha entre el lugar de donde venimos y cómo vamos a establecernos como fuerza de trabajo para las organizaciones a las que servimos. De modo que esa lealtad y ese compromiso traen la dedicación a lo que hacemos”, explica Maty Kiser, quien se desarrolla como vicepresidenta en una oficina de gestión de proyectos.
A pesar del buen desempeño que puedan tener en el trabajo, los latinos aún tienen estereotipos que vencer en las oficinas. “El que encuentro más ofensivo es el de que somos flojos o que no contribuimos a este país”, manifiesta Jocelyn De Leon, fundadora de Hire Women, una agencia que trabaja para dar más representación a las mujeres hispanas en las empresas.
“Aunque hay muchos latinxs increíbles que están trabajando diligentemente para cambiar la percepción y la narrativa de la imagen que la gente odiosa nos ha pintado, todavía queda mucho trabajo por hacer. Somos trabajadores, leales y creemos en la comunidad. Creo que es sorprendente que estemos en un punto en el que finalmente nos estamos dando cuenta de que nos estamos convirtiendo en la mayoría y que tenemos el poder de influencia. Nuestras palabras importan. A dónde va nuestro dinero importa”.