El nuevo paisaje del pueblo de Goya
Fuendetodos (Zaragoza), un municipio de unos 200 habitantes, revitaliza su economía y el cuidado de su patrimonio con la construcción de siete nuevos aerogeneradores
Francisco de Goya nació en 1746 en Fuendetodos, un minúsculo municipio aragonés de unos 200 habitantes. El genio de la pintura español llegó al mundo en una época en la que el maná del cielo, como se decía entonces, era la nieve: Fuendetodos era el mayor productor de hielo de la comarca. Hoy ese maná también viene del cielo y también aprovecha la situación geográfica del municipio. Es el viento, un elemento que alimentará los siete nuevos aerogeneradores que se están construyendo en los alrededores de la pedanía. Un salto hacia la energía limpia que ha reactivado la vida del pueblo, uno de los tantos aquejados por la despoblación pese al flujo de turistas que, año a año, visitan sus impresionantes neveras de piedra, la casa del maestro Goya y el cercano pueblo de Belchite.
"La gente joven no se queda y los pocos vecinos que hay, si no tienen trabajo, se marchan a Zaragoza", afirma Enrique Salueña, alcalde de Fuendetodos por Ciudadanos. "Gracias a que se están poniendo en marcha los parques eólicos, el Ayuntamiento ha sacado ofertas de trabajo para la gente que quisiera trabajar en ellos, y varias personas de aquí lo han hecho".
La eólica, en datos
- ENEL invertirá 25 millones de euros.
- Los siete molinos del parque, en funcionamiento a finales de 2019, generarán 24 MW.
- Se evitará la emisión de 50.000 toneladas de CO2.
- La energía producida equivaldrá al consumo de 19.000 familias.
- 463 personas trabajan en el proyecto.
En la construcción del parque, que generará la energía equivalente al consumo de 19.000 familias, trabajan más de 400 personas. "En los meses de noviembre, diciembre y enero parecía que habíamos ocupado el pueblo", explica María de la Paz Cornejo, jefa de obra de Enel Green Power España (ENEL), la empresa impulsora del complejo. "En el bar del pueblo había cola para comer. No creo que sea algo que pase con frecuencia en Fuendetodos". Cornejo calcula que los molinos, erigidos en un terreno escarpado y rocoso, empezarán a producir a finales de año. A partir de entonces, de su mantenimiento se ocupará personal local, vecinos que podrán formarse con los 60 cursos que ofrecerá ENEL.
Cornejo trabaja en otros tres parques similares. En todos los casos, ha observado los réditos que el periodo de obra reporta al pueblo. "Durante la construcción se inyecta dinero a la localidad. Ya no solo para almuerzos y comidas, si no por el personal desplazado que se queda alojado en pisos, hoteles, apartahoteles. Es bastante bueno, a mí entender", explica. "Si encima tienes una zona cultural como Fuendetodos, también impulsas el turismo porque la gente visita los sitios de interés". El Capricho de Goya, uno de los establecimientos hosteleros del municipio, ha visto cómo sus 14 habitaciones se llenaban varias semanas. También cómo, desde hace cuatro meses, despachaban más comidas, cuenta Alba, una de sus empleadas.
Un patrimonio único
En el cercano Belchite aún quedan marcas de la Guerra Civil. El lugar se ha convertido en una parada obligatoria para los aproximadamente 25.000 turistas que pasan al año por la comarca, una de las que sufre la despoblación con más crudeza. A esta zona repleta de historia se suma otro reclamo de gran importancia arqueológica: las neveras, semicírculos gigantes de piedra donde se almacenaba la nieve. "Fuendetodos llegó a albergar entre 20 y 30", explica José Luis Ona, arqueólogo dedicado a la conservación de estas construcciones únicas. A la nevera de Pilón Bajo, de las pocas que siguen vivas, se ha destinado parte de los 140.000 euros que Endesa ha invertido en acciones de valor social en el entorno. También han recibido fondos el Jardín Botánico y las rutas de senderismo que conducen al parque eólico.
La apuesta por la energía eólica es estratégica para el pueblo. "Dentro de esta política que hay de renovar las fuentes de energía, es muy curioso que la ubicación de Fuendetodos, que entre los siglos XVI y XIX propiciaba nieve, ahora, con el viento del cierzo, propicie energía eólica", reflexiona Ona. El alcalde Sadueña asegura que la llegada de la eólica beneficiará el presente y el futuro. También su pasado y rica historia gracias a las múltiples obras de restauración que hay en marcha: "Recuperaremos cosas que casi tenemos perdidas", cierra.