Sanidad quiere tener unificado el calendario de vacunas a finales de este año
Madrid, Navarra y Galicia rompen la igualdad en la oferta de inmunizaciones infantiles
No todos los niños de España reciben las mismas vacunas. El calendario único lo rompió Madrid en 2007, y desde entonces no ha vuelto a unificarse la oferta. El propósito del Ministerio de Sanidad es que esta situación anómala haya terminado para finales de este año, ha dicho esta mañana la nueva directora general de Salud Pública, Carmen Amela, en un encuentro con la prensa con motivo de la semana mundial de las vacunas.
Aparte de Madrid, Navarra y Galicia son las otras dos comunidades que se han salido del acuerdo general. En Madrid se han introducido dos vacunas, la de la varicela y la del neumococo. Galicia la secunda en cuanto a la primera, y Navarra, en la segunda. Esta diferencia es más importante que los desfases en los calendarios (que a unos niños se les inmunice de algo antes o después), opina Amela. "La primovacunación [la primera dosis] se da a todos igual; donde hay diferencias es en las dosis de refuerzo", ha admitido, aunque le quitó importancia al indicar que en la mayoría de los países hay "bandas" para estas dosis de refuerzo.
En concreto, Madrid ofrece dos vacunas que el resto no da: la de la neumonía y la de la varicela. El problema, según explicó Amela, es que no está clara la eficacia desde un punto de vista de la salud pública de ambos preparados. Eso no quiere decir que no sirvan, ha aclarado. El inconveniente de la vacuna del neumococo (que también da Navarra) es que solo protege frente a siete de los 83 serotipos de neumococo, y lo que ha sucedido es que desaparecidos esos (que representaban un 55% de los casos), los otros han ocupado su lugar, ha explicado Amela. La prueba es que en los registros del Instituto de Salud Carlos III no ha habido un descenso de los casos de neumonías en esas comunidades, ha dicho.
Con la varicela la situación es distinta. Se trata de una enfermedad que, por lo general, discurre de manera muy leve en los niños. Por eso lo que la mayoría de las comunidades hace es dejar que la pasen, y, si no, al resto vacunarlo cuando llegan "a los 12 o 14 años",ha explicadoAmela. En este caso no hay estudios sobre el efecto en la edad adulta -cuando la enfermedad es más grave- de las personas vacunadas de pequeñas. En EE UU, donde más se ha investigado, los datos preliminares muestran que aunque la incidencia de la varicela disminuye en niños, hacen falta dosis de refuerzo luego, y que la inmunidad así adquirida es menos intensa "que la natural", ha afirmado la directora de Salud Pública.
La dificultad para el acuerdo, sin embargo, -y aquí ni Amela ni Isabel Pachón, experta que asesora sobre vacunas al Consejo Interterritorial, quisieron mojarse- es que, aparte de los datos científicos, en la decisión de vacunar o no hay otros factores políticos que pueden dificultar el acuerdo. Si se decide suprimir las inmunizaciones añadidas, los consejeros correspondientes deberán explicar por qué decidieron gastar fondos en tratamientos que luego ha habido que retirar. Si la decisión es la contraria (convencer a las otras comunidades para que añadan más inmunizaciones), eso será para ellas más gasto, lo que en estos momentos no parece muy fácil de justificar.
Galicia y Madrid responden
Muestra de esta dificultad es la postura de la Xunta de Galicia. "La vacunación del neumococo es una apuesta firme para continuar a la vanguardia ", ha dicho un portavoz. "Precisamente se ha implantado para evitar desigualdades entre quienes podían pagarse la vacunación privada y los que no". La Consejería de Salud espera poder ofrecer datos para convencer a las otras comunidades de su conveniencia.
Precisamente uno de quienes más fervientemente defiende la vacunación es Federico Martinón, coordinador de la Unidad de Vacunas del Complejo Hospitalario de Santiago. Martinón cree que no hay dudas acerca de la conveniencia de vacunar. "Los datos de la directora de Salud Pública están sesgados", dice, porque "no cuenta que la cobertura de la vacunación neumocócica es del 75% en toda españa", ya que lo que no ofrecen las comunidades "lo pagan los padres". "Todos estamos de acuerdo en que hay que unificar los calendarios, pero no yendo a peor", dice.
Martinón insiste en que ya se sabía que iba a haber un desplazamiento de los tipos, pero no cree que eso sea un problema. "La vacuna actual, terece-valente [que incluye 13 tipos de bacterias], protege contra el 80% de los casos", indica. "No darla por esa causa sería como haberle dicho a Fleming que no usara la penicilina porque iban a aparecer cepas resistentes. Lo que importa son las vidas que se han salvado mientras", apunta.
El pediatra también cree que no se puede cargar solo contra Madrid, Galicia y Navarra por romper la unidad de vacunas. "El País Vasco da la de la tuberculosis, Cataluña la de la hepatitis A, Ceuta y Melilla [que gestiona el ministerio a través del Ingesa] las de la varicela y el neumococo", cuenta.
Más conciliadora es la postura de Madrid. "Estamos abiertos a una decisión de carácter nacional una vez analizados el coste y la eficacia" de las vacunas, ha señalado un portavoz de la Consejería de Sanidad.
Este periódico ha intentado -sin éxito hasta el momento- conocer la opinión de la consejería de Navarra.
Otras vacunas
Pero no solo sobre esto han habladoAmela y Pachón con los periodistas. Ambas insistieron en que España es, con una cobertura del 95%, uno de los países donde la vacunación infantil es mejor aceptada. "Casi no hay" movimientos contrarios a las vacunas como en otros países, ha admitido Amela. Estas personas, que se niegan a inmunizar a sus hijos, se benefician del "efecto cortafuegos" de los demás. Cuando coinciden varios, se originan brotes como los que está habiendo de sarampión. Este año ha habido unos 600 casos ya, cuando en 2010 fueron 274. Pero esta cifra es muy pequeña si se compara con los 300.000 que había antes de que se iniciaran las vacunaciones, ha recalcado Amela.
En este caso, la directora general de Salud Pública no cree que se trata de un grupo que voluntariamente ha renunciado a vacunarse, sino que opina que se debe a personas que tienen dificultad de acceso al sistema sanitario y de casos de adultos que no se vacunaron porque cuando eran pequeños la inmunización no estaba generalizada.
Sobre otras vacunas para adultos, Pachón ha subrayado que "no se ha demostrado relación entre la del papiloma" y los casos de trastornos en las chicas de Valencia. "A veces coinciden las vacunas con episodios" de otro tipo, pero eso no implica que una sea la causa y los otros los efectos, aclara.
Sobre la gripe, Pachón ha dicho que este año la tasa en mayores de 65 años es unos dos puntos inferior a la habitual (alrededor del 67% o 68%), lo que puede deberse a la intensa campaña contra este medicamento del año pasado, con la gripe A, o a que la epidemia de este invierno ha sido suave.
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