Ratificada una sentencia favorable a una profesora acosada por la directora

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha reconocido una indemnización de 40.582 euros a una profesora que sufrió acoso laboral durante tres años en el colegio "La Salle" de Almería, gestionado por la Congregación Religiosa de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

El fallo del TSJA ratifica en lo sustancial la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 3 de Almería el 9 de junio de 2010, si bien reduce el importe de la indemnización en 4.865 euros.

El alto tribunal andaluz considera probado que la profesora de Formación Profesional Ocupacional (FPO) sufrió un "claro cuadro de acoso moral" por parte de la directora del centro, lo que le provocó un "deterioro progresivo" de su "integridad física y psicológica".

Ese "ambiente laboral intimidatorio hostil y humillante" llevó a la profesora a sufrir tres periodos de baja laboral por ansiedad y depresión entre 2008 y 2010.

Según la sentencia, la demandante, que fue directora del centro hasta 2005, fue víctima de situaciones de "hostigamiento, aislamiento o menosprecio" por parte de su sucesora en la Dirección.

Además, en 2009 fue apartada de la Jefatura del Departamento de Sanidad tras diez años de desempeño en la misma, en una decisión sin "mucho sentido", puesto que tuvo que ser sustituida mediante sorteo al no querer ningún otro profesor optar al cargo.

Como consecuencia de su cese como directora, a la profesora le quedaron seis horas semanales libres, ya que hasta el momento tenía reducción de jornada por las funciones de dirección, y por ello solicitó nuevas ocupaciones, a lo que la nueva directora le respondió que tenía que quedarse en la sala de profesores sin hacer actividad alguna.

Durante ese periodo, que derivó en una primera baja médica por ansiedad, la profesora fue cuestionada en varias ocasiones por la directora delante de profesores y otros empleados respecto a su labor profesional.

Asimismo, la directora "nunca le dirigía la palabra e ignoraba por completo su presencia" en la sala de profesores y la trató "con desconsideración" delante de los alumnos.

La situación empeoró al año siguiente, en el curso escolar 2008/2009, cuando la directora sometió a la profesora "a un control y vigilancia férrea" tanto en la Secretaría del colegio como en las aulas en las que impartía sus clases, "en las que entraba cuando consideraba preciso para informar a los alumnos sobre cualquier cuestión dirigiéndose a ellos directamente e ignorando la presencia de la demandante".

Por todo ello, se condena al centro a pagar a la profesora una indemnización de 40.582 euros en concepto de "daños y perjuicios causados por la vulneración de sus derechos fundamentales a la integridad física y moral, y al honor y la propia imagen".