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Arrigorri duerme en Bilbao

El Teatro Arriaga estrena una nueva producción de 'El caserío' - El montaje conmemora el 50º aniversario de la muerte de Guridi

Los habitantes de Arrigorri, la aldea imaginaria en la que el libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw ubica la zarzuela El caserío duermen en el teatro a la espera de que empiece a sonar la música de Jesús Guridi que les sacará del letargo. Si no hay función, los personajes no vuelven a la vida ni protagonizan esa historia de amores en el entorno rural de un pueblito vasco. Así ha imaginado el director de escena Pablo Viar el nuevo montaje de la obra con que el Arriaga conmemora el 50º aniversario del fallecimiento del compositor. El caserío se estrena el próximo viernes [días 21, 25, 26, 28 y 29 de enero, 20.00; 23 de enero, 19.00].

Antes de escribir El caserío, Guridi (Vitoria, 1886- Madrid, 1961) ya había compuesto las zarzuelas Mirentxu y Amaia. El autor prefería referirse a esta obra como una "comedia lírica", sin enredarse en las barreras entre géneros. Hasta hace poco, El caserío se interpretaba con partituras manuscritas de la época del estreno, recuerda el director musical de la nueva producción, Miquel Ortega. Ahora, el equipo ha trabajado sobre la revisión realizada por Miguel Roa, quien ha resuelto problemas técnicos y facilita la interpretación.

La partitura de la zarzuela ha sido aligerada para acortar su duración
Ángel Ódena, Itxaro Mentxaka y Marta Ubieta encabezan el reparto

Sobre esa base, la pieza ha sido aligerada para acortar su duración a menos de dos horas. Ortega estará al frente de la Orquesta Bilbao Philarmonia y el Coro Rossini en un montaje que contará con los cantantes Ángel Ódena, Marta Ubieta, Mikeldi Atxalandabaso, Itxaro Mentxaka, Izaskun Kintana y Alberto Núñez en el reparto. Eduardo Muruamendiaraz ha diseñado la coreografía que interpretarán nueve bailarines de la compañía Aukeran.

El caserío supone el debut de Viar como director de escena tras haber formado parte del equipo técnico de la ABAO y trabajar como ayudante de directores como Robert Wilson, Emilio Sagi y Tomaz Pandur, entre otros. "La obra evoluciona estéticamente al ritmo del personaje de José Miguel", explica Viar. "Madura a lo largo de la historia, y el adolescente impulsivo llega a ser al final un hombre adulto". Con una escenografía de Daniel Bianco, el montaje ambienta el primer acto con un decorado de telones que rememora el estilo teatral decimonónico.

La plaza del pueblo donde continúa el argumento en el segundo acto en el libreto original ha sido sustituida por un frontón, que se representa sobre el escenario. Los elementos físicos desaparecen en el tercer acto y en su lugar la escenografía queda definida con el uso de la luz. "Es una reflexión sobre el propio género, un recorrido por la evolución de la escenografía a lo largo de un siglo", reconoce Viar. El director encuentra en El caserío una mezcla de western, historia edípica y cuento de hadas. "La música esta por encima de todo", resalta. "Creo que le gustaría a Guridi".

Marta Ubieta y Mikeldi Atxalandabaso, en uno de los ensayos en el Arriaga.
Marta Ubieta y Mikeldi Atxalandabaso, en uno de los ensayos en el Arriaga.SANTOS CIRILO

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