Un pasado mineral
La Burdin Jaia, la fiesta dedicada a la minería vizcaína, alcanza su sexta edición - Gallarta recuerda uno de los pilares de la historia vasca
La minería vizcaína resulta una pieza fundamental para comprender la historia del País Vasco a lo largo del último siglo y medio. Los paisajes de los montes de Gallarta, Galdames, Triano, La Arboleda, Sopuerta, Muskiz o Barakaldo conservan el recuerdo de los miles de trabajadores, inmigrantes en su gran mayoría, que realizaron una dura labor en aquellas colinas mientras vivían en condiciones miserables. Es la otra panorámica de Euskadi, mucho menos turística: la industrial. También fue el tiempo del alirón, grito que nació en la época próspera de finales del siglo XIX.
A mayor pureza del hierro, el sueldo de los mineros también crecía. La noticia corría de boca en boca al grito de ¡alirón! Así sonaban las palabras que los ingenieros británicos habían escrito con tiza en el mineral: All iron ("Todo hierro"). "El trabajo se hacía muy duro, pero también era nuestra vida. Nuestras raíces están en las minas. Y yo, por pura añoranza empecé a recoger materiales abandonados", narra el minero jubilado Carmelo Uriarte en el libro de Ander Izagirre Cuidadores de mundos (Altair).
Es la primera cita con la seguridad de que la mina Concha II va ser protegida
La celebración, que concluye hoy, ha atraído cada año a cerca de 20.000 personas
Animados por Uriarte, un grupo de voluntarios se echó literalmente al monte en busca de máquinas, vagones y herramientas hace casi 25 años. Ese fue el germen del Museo de la Minería de Gallarta, que quiere preservar la memoria de aquellos tiempos y defender la antigua mina Concha II, sita en esa localidad.
Tras años de desencuentros entre los Gobiernos central y vasco, se ha abierto el preceptivo expediente para declarar la cerrada explotación bien de interés cultural protegido. De esta forma se garantizará la permanencia del último y más importante vestigio de la minería vasca en su actual estado, librándolo de la amenaza de quedar sepultado por dos millones de metros cúbicos de escombros y tierras procedentes de las obras que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) realiza en el entorno.
En Gallarta se celebra este fin de semana la sexta edición de la Burdin Jaia, fiesta que recuerda y reivindica la actividad minera que marcó toda la comarca de Abanto. Será la primera que se celebra con la seguridad de que dicha mina, clausurada en 1993 tras casi cuatro décadas de explotación, se mantendrá intacta.
Además del tradicional campeonato de barrenadores y la exhibición de forja ornamental que se celebran hoy, una treintena de puestos exhiben productos agroalimentarios y ofrecen diversas actividades artesanales. Así, los asistentes pueden aprender a herrar caballos o a trabajar en una fragua. Los niños tienen a su disposición un taller de juguetes de madera. La fiesta acoge igualmente una romería minera y una degustación popular de ternera. La popular cita, que concluye hoy, acoge cada año a cerca de 20.000 visitantes.
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