Condena a Iberia por discriminar a tres sordos

La compañía aérea Iberia Regional Air Nostrum ha sido condenada a la indemnización simbólica de tres euros por impedir volar a tres jóvenes sordos que no iban acompañados de intérprete. Ocurrió en 2004 y el comandante del vuelo Melilla-Madrid, alegó cuestiones de seguridad. La Audiencia de Madrid condena el "trato discriminatorio recibido" y pide que "cesen en la vulneración de derechos de las personas con discapacidad". Los colectivos representantes de estas personas han recibido la sentencia como un documento "histórico, contundente y rotundo".

"Nadie impide en un vuelo como ese que viaje un chino, por ejemplo, que desconozca tanto el español como el inglés, los dos idiomas utilizados para comunicar las reglas de seguridad en el avión. Nadie les pregunta. Estamos, pues, ante un caso de discriminación indirecta por discapacidad", afirmó el presidente de la Confederación Estatal de Personas Sordas, Luis Cañón.

La sentencia condenatoria se apoya en la ley de 2003 de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad, pero Luis Cayo, presidente del Cermi, la gran plataforma que agrupa a los discapacitados en España, recordó ayer que a pesar de esa norma sigue habiendo numerosas quejas por discriminación en los distintos medios de transporte. "Hay un reglamento de 2006 europeo donde se especifican los impedimentos que pueden alegarse por cuestiones de seguridad pero siempre que esto sea razonable y justo. En ocasiones puede entrar en colisión con la normativa española de no discriminación", dijo.

Cayo añadió que Iberia piensa recurrir esta condena. "No es razonable porque es muy fácil corregir esto. Bastaría con dar algunas instrucciones por escrito o subtitular los vídeos en los que se muestran las normas de seguridad en caso de tener que evacuar el avión. O que algún auxiliar de vuelo tenga unos conocimientos básico en lengua de signos", sugirió.

Sin embargo, en Iberia, desde donde en todo momento se recordó que se trata de un vuelo Air Nostrum con el que sólo tienen relación comercial, dicen que ya han corregido desde hace años esa norma de seguridad en sus vuelos.

Pero Luis Cañón dijo que "desde hace cinco años son numerosas las quejas por discriminación en barcos, aviones. Cuando viaja un grupo de sordos, en alguna ocasión han tenido que pagar un intérprete para que les dejaran embarcar con el consiguiente gasto extra y, sobre todo, la humillación de necesitar un tutor. Discapacidad no es sinónimo de dependencia. No vivimos en una infancia prolongada".

En España hay alrededor de 3,8 millones de personas con discapacidad, de ellos un millón aproximadamente son sordos en distinto grado.