El cielo de invierno traerá dos eclipses y la luna más brillante
Mañana comienza la nueva estación, con el menor número de horas de luz solar del año
Como ejemplo, en Madrid el día durará 9 horas y 17 minutos, frente a las 15 horas y 3 minutos que duró el día más largo (que en 2007 fue el 21 de junio), es decir, casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo. Pero esta diferencia no es igual en todas partes, depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en el ecuador y extrema (24 horas) entre los círculos polares y los polos. Precisamente, es en la Antártida donde algunos días al año alrededor del 21 de diciembre se da el fenómeno del sol de medianoche, en que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día.
Solsticio de invierno
A partir del 22 de diciembre los días comenzarán a alargarse, es decir, el Sol del mediodía dejará de bajar y en los días siguientes empezará a subir, lo que se denomina solsticio de invierno. En todo caso, el día de menor duración del año no es aquel en el que el sol sale más tarde y se pone más pronto porque la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse. El día en que el Sol se puso más pronto fue el pasado 8 de diciembre, mientras que el día en que el Sol saldrá más tarde será el 5 de enero del año próximo.
A lo largo del invierno habrá dos eclipses, pero el del próximo 21 de febrero será el único eclipse total de luna que podrá contemplarse desde España en 2008, según ha explicado el astrónomo Mario Tafaya. Así, el contacto con la sombra se dará a las 2,43 horas (hora peninsular), alcanzará el máximo a las 4,26 horas y el último contacto con la sombra será a las 6,09 horas. Durante el invierno, también habrá un eclipse anular de Sol el próximo 7 de febrero, pero que será visible en la Antártida, Nueva Zelanda y el extremo más oriental de Australia. A lo largo de 2008 se producirán otro eclipse de sol y uno más de luna, en agosto, que será visible desde Europa pero de carácter parcial.
Perihelio
Un hecho circunstancial no relacionado con el inicio de las estaciones se da también en esta época: el día del 'perihelio', es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más cercanos entre sí a lo largo del año. Es esta mayor proximidad al Sol la causa de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su órbita elíptica durante el invierno y por lo tanto la duración de que esta estación sea la menor.
En esta ocasión, el máximo acercamiento se dará el próximo día 3 de enero, siendo la distancia de algo más de 147 millones de kilómetros, unos 5 millones de kilómetros menos que a principios de verano. Por otro lado, la primera luna llena del invierno se dará el 24 de diciembre, dándose las siguientes 29 o 30 días después. En este invierno se darán otras dos lunas llenas: 22 de enero y 21 de febrero. A lo largo del siglo XXI el invierno se iniciará (en España) en los días 20 a 22 de diciembre, siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003.
Observaciones
En cuanto a las observaciones de planestas, Júpiter será visible por la noche y Marte durante el crepúsculo vespertino. Si no se dispone de ningún telescopio, la primera lluvia de meteoros importante del invierno es la de las 'Cuadrántidas', cuyo máximo se da hacia el 3 de enero. Las mejores fechas para las observaciones son las cercanas a la luna nueva (8 de enero, 7 de febrero y 7 de marzo). En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, la Osa Menor y Cefeo. Las constelaciones zodiacales (eclípticas) visibles en este periodo van de Acuario a Sagitario. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y la Osa Mayor; por debajo, Orión.
A lo largo de las noches de invierno se pueden ver, además, las doce estrellas más brillantes del cielo que son visibles desde nuestra latitud: Sirio, Arturo, Vega, Capela, Rígel, Proción, Betelgeuse, Altair, Aldebarán, Antares, Espiga y Pólux.
Finalmente, con grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la Luna. Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido
por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
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