El anestesista Maeso se declara capaz de convencer "una a una" a sus víctimas de su inocencia

El anestesista Juan Maeso se considera un “médico vocacional”. Está siendo juzgado en Valencia por contagiar de hepatitis C a 275 personas (cuatro fallecieron) en cuatro hospitales de esa comunidad entre 1988 y 1998. Él considera que no es culpable, y cree que si pudiera hablar “uno a uno” con los afectados, les convencería de su inocencia.

Con la intervención final de Maeso, el juicio ha quedado visto para sentencia tras 17 meses de proceso en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia. El acusado ha pedido que se le devuelva el pasaporte para seguir manteniendo una “estrecha relación” con la medicina en otro país si España le “deshecha”.

Javier Carceller, fiscal del juicio, cree que “el acusado es el responsable del contagio”, al inyectarse con la misma jeringuilla parte de la anestesia, y que resulta “inconcebible su actuación como médico”. Por ello, solicita al tribunal 2.208 años de pena para el procesado y 34,6 millones de euros de indemnización.

El abogado de Maeso, Francisco Davó, pide la absolución por falta de pruebas, investigación manipulada, juicio paralelo e instrucción viciada. En su opinión, su defendido es “un chivo expiatorio” del contagio que liberará a la Consejería de Sanidad de sus responsabilidades.