Greenpeace denuncia que el 89% del agua de los ríos españoles es de calidad "muy deficiente"
Las causas están en los vertidos, la sobreexplotación, el consumo abusivo y la sequía
La organización ecologista Greenpeace ha presentado hoy el informe La calidad de las aguas en España. Un estudio por cuencas, que concluye que el estado de las masas de agua superficiales y subterráneas es "muy deficiente", fundamentalmente a causa de los vertidos, la sobreexplotación, el consumo abusivo de agua y la sequía. Los datos remitidos por las propias cuencas señalan que sólo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterráneas cumplen los objetivos de calidad de agua aceptable que establece la directiva del agua para 2015.
Para el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, estos datos "inaceptables" son posibles porque la preocupación por la calidad de las aguas en España es una asignatura "olvidada", a pesar de la entrada en vigor el año pasado de la directiva marco. En este sentido, ha lamentado que el debate esté centrado en la cantidad de agua y que la filosofía sea construir más embalses o hacer más trasvases cuando en Europa ésta es ya una política desterrada. "Parece de Parque Jurásico", ha enfatizado.
Entre las causas de esta mala calidad que señala el estudio destaca la política de oferta ilimitada de este recurso que ha llevado a la sobreexplotación, con una excesiva demanda y un uso abusivo, y a las grandes infraestructuras. Según López de Uralde, España, con 1.300 embalses, es uno de los países del mundo que más numero tiene por millón de habitantes, y es el Estado de la UE con el mayor consumo por habitante y donde menos se paga por el agua. A esto se unen, según el director de Greenpeace, las malas prácticas agropecuarias. Julio Barea, responsable de la Campaña de Aguas de la ONG, ha repasado cuenca por cuenca la calidad del agua, entre las que destacan por malas las internas de Cataluña, Guadalquivir, Júcar, Segura, Ebro y Tajo.
300 campos de golf
Los vertidos son los máximos culpables de que todas las cuencas estén "muy" o "severamente" afectadas. Otro grave problema es que sólo el 55% de la población está conectada a redes de tratamiento de aguas residuales, entre ellos los habitantes de ciudades como A Coruña o Algeciras. Los excedentes agrícolas, la contaminación química, el modelo energético o el impacto del turismo son otras de las razones de la mala calidad del agua. Sobre el impacto del turismo, Barea ha advertido del consumo "extenso y feroz" que supone tanto por abastecimiento como por el riego de los más de 300 campos de golf que hay en España. Cada uno de estos campos de golf "consumen una cantidad de agua equivalente a la de 12.000 habitantes".
A todo ello se unen los períodos de sequía cíclicos y persistentes que "serán cada vez más frecuentes" a consecuencia del cambio climático. El informe determina los puntos negros en cuanto a calidad de las aguas. Río Tinto, en Huelva, es el peor escenario del país debido a las toneladas de vertidos altamente contaminados de las empresas químicas. A continuación se sitúan la ciudad de A Coruña, por el vertido de sus aguas residuales sin tratamiento; el río Nalón en Asturias, también por vertidos; el río Deba en el País Vasco, por lodos tóxicos; el acuífero de Los Arenales, entre Segovia, Zamora y Ávila, altamente contaminado; o Madrid capital, con un foco de contaminación muy importante en la depuradora de La China, con vertido de aguas y lodos sin tratar correctamente.
Para hacer frente a esta situación, la ONG propone, entre otras medidas, erradicar los vertidos industriales, realizar una depuración efectiva de las aguas residuales y controlar los vertidos agrícolas y ganaderos. También exige que se contenga la demanda hídrica, se preserven suelos y bosques y se renuncie a construir embalses y trasvases.
