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La NASA descubre en Marte la huella de un antiguo océano de agua salada

El robot 'Opportunity' ha hallado signos de la erosión que producen las olas del mar sobre las rocas del planeta rojo

La NASA anunció hace unas semanas que en Marte hubo agua líquida, y hoy ha concretado algo más al señalar que la superficie marciana estuvo cubierta tiempo atrás por un océano de agua salada, mecido por vientos y corrientes, similar a los que cubren en la actualidad la mayor parte de nuestro planeta.

El robot espacial Opportunity ha detectado en las rocas que ha analizado trazas de la erosión causada por ondas de agua, que los técnicos de la administración espacial estadounidense explican por la acción de las olas de un mar sobre el fondo marino. Además, ha detectado en esa zona restos de cloro y bromo, lo que les hace pensar en que esas aguas eran ricas en sal.

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El agua fluyó alguna vez en Marte

Con las ruedas colgando

Tras un intento fallido, en el que se quedó con las ruedas colgando en el borde, el robot ha logrado al fin escalar el cráter en el que aterrizó hace casi dos meses, y ha iniciado la exploración de un paisaje nuevo, dejando atrás la caldera. Y ante los ojos de los científicos de la NASA ha aparecido un desierto rasgado por marcas de erosión que en unas horas han convertido en el lecho de un antiguo mar de aguas saladas.

Los científicos estadounidenses ya sabían que el Opportunity aterrizó el pasado 25 de enero sobre una zona, el Meridiani Planum, que una vez estuvo cubierta por el agua. Las rocas son sedimentarias, y aunque cabía la posibilidad de que las marcas halladas por la nave espacial se debieran a la acción del viento, la NASA ha apostado hoy por que son huellas del agua que una vez cubrió esa zona del planeta.

Leer las pistas que dejó

"El agua líquida fluyó alguna vez por estas rocas; cambió su textura y cambió su química, y ahora hemos sido capaces de leer las pistas que dejó", afirmó el pasado 2 de marzo Steve Squyres, director de la misión. Eso sí, el científico señaló que los datos obtenidos por la nave no permitían deducir si Marte fue un mundo de mares, ni durante cuánto tiempo lo fue.

Uno de los principales indicios sobre los que la NASA basó esta conclusión fueron las capas descubiertas en la pared del cráter Eagle, que pudieron deberse a la acción del agua o del viento. Los técnicos de la administración espacial llevaron la nave hasta esa zona, y ahora han podido confirmar su origen acuático.

Imagen de la superficie marciana enviada por el robot <i>Opportunity</i>.
Imagen de la superficie marciana enviada por el robot Opportunity.NASA

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