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BIOMEDICINA

Un juez británico bloquea la ley que permite la clonación de embriones para fines médicos

El Gobierno puede recurrir la sentencia, pero, de momento, paraliza toda subvención para la investigación sobre las células madre

El grupo Pro Life Alliance ha ganado hoy su batalla en el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales, donde presentó una demanda contra la autorización del Gobierno a la clonación de embriones humanos para la investigación y con fines terapéuticos. Sin embargo, los pro vida no han ganado la guerra, ya que el Gobierno puede recurrir la sentencia.

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El tribunal establece que esta clonación es contraria a las leyes, por lo que el Gobierno no podrá promover la investigación o donar fondos para que se avance en este campo. El juez Peter Crane ha dictaminado que un organismo creado por clonación no es un embrión y por lo tanto no está incluido en la Ley de Fertilización Humana y Embriología, que autoriza el uso de embriones con fines terapéuticos.

El Gobierno británico aprobó en agosto del año pasado una ley que permite clonar embriones humanos para la investigación médica, lo que podría permitir a los científicos la creación de tejidos. El Ejecutivo basó su decisión en que los potenciales beneficios que puedan resultar de este avance justifican los interrogantes éticos que pueda suponer.

Londres emprendió una campaña en la que aseguró que clonar embriones para la investigación no es lo mismo que crear una copia exacta de un ser humano. Es decir, enfatizó la diferencia entre la clonación usada para crear a la oveja Dolly y el uso de embriones para la creación de tejidos.

No obstante, desde los sectores pro vida se considera que los científicos no deben interferir en la naturaleza humana. Además, desde la iglesia católica se ha insistido en que "producir un embrión" no puede ser aceptable nunca.

Posibilidad de apelación

Aunque Crane ha concedido al Ejecutivo derecho a apelar, su sentencia representa que al menos de momento que el Gobierno británico carece de competencias para permitir o subvencionar ningún tipo de clonación.

La sentencia implica que sólo se pueden considerar embriones los creados a partir de un óvulo fertilizado con esperma.

La clonación sustituye el esperma por el núcleo de otra célula, cuyo ADN se reproduce exactamente en el nuevo organismo.

La "Alianza Pro Vida" se opone a toda forma de clonación humana, incluida la terapéutica para la investigación sobre las células madre, aquellas que cuentan con la capacidad para generar prácticamente cualquier órgano del cuerpo humano.

Los científicos creen que estas células podrían utilizarse para el tratamiento de enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple o el mal de Alzheimer.

La decisión de hoy en los tribunales vuelve a reabrir la polémica sobre el uso científico de los embriones humanos y podría obligar al Parlamento británico a reformar la ley de Fecundación Humana, que data de 1990.

Desde entonces, según Quintavalle, "la ciencia ha avanzado, y hoy existen todo tipo de tecnologías que ni se soñaban en 1990, por lo que se necesita desesperadamente una reforma de esa ley".

La Ley de Fecundación Humana y Embriología impide la clonación de un ser humano, pero este año se introdujeron enmiendas que autorizan la clonación con fines terapéuticos.

Aun así, se restringe la extracción de células de los embriones a un corto periodo de tiempo después de su creación y el proyecto dentro del cual se efectúe este tipo de prácticas deberá contar con un permiso del Gobierno.

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