_
_
_
_
_

Daisy Edgar Jones: «‘Normal People’ ha funcionado porque mucha gente siente nostalgia del primer amor»

Su papel de Marianne en la serie ‘Gente normal’ le ha llevado a convertirse en una de las actrices más mediáticas del año (y eso que no ha podido pisar alfombras rojas o platós televisivos). Ahora Edgar Jones protagoniza la nueva campaña de Jimmy Choo.

dej3

Nada en la vida de Daisy Edgar-Jones en los últimos meses admite el calificativo de normal. Por ejemplo, que su primer gran papel protagonista se haya convertido en una sensación global o que sus looks copen los titulares de las principales cabeceras de moda internacional. Ni mucho menos, claro, el haberlo logrado en mitad de una pandemia mundial. La paradoja en su caso es que la fuente de los hitos mencionados está en un trabajo que ha hecho de la normalidad arte y bandera. Interpretar a Marianne en Gente normal, la versión televisiva de la celebrada novela de Sally Rooney, ha catapultado a la fama a esta londinense completamente desconocida hace poco menos de seis meses.

«La gente ha conectado con la serie porque trata temas con los que todos nos sentimos identificados: la sensación de crecer, de descubrir quién eres, de enamorarte por primera vez o de experimentar la angustia que a veces sigue a ese amor», desgrana la actriz sobre la clave del éxito de la ficción, que ha superado las altísimas expectativas puestas en ella cuando se anunció la adaptación de esta joya de la literatura moderna. En su primera semana de estreno en la plataforma de streaming de la BBC batió récords al rebasar los 16 millones de visualizaciones y el éxito, germinado durante el confinamiento, ha tenido réplicas en medio mundo (en España la emite la plataforma Starzplay).

«Siempre me ha interesado la moda, especialmente los zapatos, así que es increíble poder vincularme a una marca de la talla de Jimmy Choo», afirma la actriz. Su personaje, Marianne, se ha convertido en un icono de moda televisivo gracias a un guardarropa que evoluciona con ella. «Fue divertido lucir en las fotos de la campaña unas botas similares a las que lleva ella en los capítulos en los que ingresa al Trinity College». En la imagen, posando para la firma. Bajo estas líneas, en uno de los fotogramas de la serie junto asu coprotagonista,Paul Mescal.
«Siempre me ha interesado la moda, especialmente los zapatos, así que es increíble poder vincularme a una marca de la talla de Jimmy Choo», afirma la actriz. Su personaje, Marianne, se ha convertido en un icono de moda televisivo gracias a un guardarropa que evoluciona con ella. «Fue divertido lucir en las fotos de la campaña unas botas similares a las que lleva ella en los capítulos en los que ingresa al Trinity College». En la imagen, posando para la firma. Bajo estas líneas, en uno de los fotogramas de la serie junto asu coprotagonista,Paul Mescal.

La ficción es el retrato de un romance iniciático e interrumpido de dos compañeros de instituto de la Irlanda rural que no consiguen encontrar sus caminos. Parecen perfectos juntos, pero, para desvelo y aflicción de los espectadores, los detalles más simples los separan una y otra vez. Una historia cimentada, a lo largo de 12 episodios, en la química de sus dos protagonistas revelación: Paul Mescal y Edgar-Jones. Ambos lidian con una fama más ambiental que palpable debido a la crisis sanitaria, una situación «extraña pero positiva», según la intérprete. Su rutina, insiste, no ha cambiado demasiado y solo lamenta no haber podido celebrar el éxito «saltando junto a mis padres en la cocina de casa».

A sus 22 años, esta hija de una editora y de un productor de documentales televisivos ha experimentado la rareza de convertirse en un fenómeno global saltándose las alfombras rojas, los sofás de los late nights, los vuelos intercontinentales y esas mesas redondas a las que acuden los actores para afianzar su candidatura al Emmy o Globo de Oro de turno. Una webcam, dosis de carisma y su habitación en un loft de Londres como escenario han sido sus únicas herramientas para rentabilizar el eco mediático de su trabajo. «Habré concedido más de 100 entrevistas, quizá incluso el doble. Durante el confinamiento hubo un momento en el que ya no tenía más tops elegantes que ponerme y tuve que empezar a rescatar algunos antiguos que tenía en el armario. Siempre me ha interesado la moda, así que disfruté el reto», concede a esta revista la calificada como una de las mujeres más estilosas del momento y cuyo imperfecto flequillo marca tendencia en los tutoriales de belleza que pueblan YouTube.

La actriz con las botas Cruz de Kimmy Choo durante la sesión de fotos de la campaña
La actriz con las botas Cruz de Kimmy Choo durante la sesión de fotos de la campaña

Su capacidad para hacer de la ropa un elemento más de la trama de Gente normal ya se traduce en campañas como la de Jimmy Choo, de la que es imagen este otoño. Del armario de Marianne, que evoluciona a lo largo de los episodios reflejando los cambios vitales del personaje, la actriz se quedaría con las prendas de punto («tiene unos jerséis y unos calcetines comodísimos», dice) y con las botas altas que luce en su etapa universitaria. «Me gusta llevar tacones de aguja de vez en cuando y creo que son un símbolo de empoderamiento femenino. Sentirse empoderada es un estado de ánimo».

El apasionado romance de la joven Marianne, insegura pero inteligente, vulnerable pero mordaz, es una celebración de la conexión y la intimidad humanas, a la que el espectador asiste conmovido. «Lo que más me gusta de la serie es que celebra lo normal. Las cosas de la vida que vemos como pequeños momentos insignificantes, pero que en realidad son fundamentales para moldear a la persona en la que algún día te convertirás», añade. De la misma forma, cree que una de las claves del éxito del libro reside en la manera en la que refleja el primer amor: «Todos hemos amado y perdido en alguna ocasión y muchísima gente siente nostalgia por el primer amor». Esa intimidad, traducida también en la calidad y cantidad de las escenas sexuales presentes en el metraje (40 minutos del total), ha sido uno de los aspectos más controvertidos. Incluso la propia Katy Perry manifestaba en su cuenta de Twitter que la serie debería ser rebautizada como «Tenemos mucho más sexo que la Gente normal».

Momentos que rehúyen de la sexualización o el voyeurismo para abrazar el reposo, el consentimiento y la vulnerabilidad compartida de sus protagonistas. Dos desconocidos unidos por una complicidad que, según la británica, traspasó la pantalla desde el primer momento: «Somos muy buenos amigos y en muchas ocasiones sentíamos tanta compasión que queríamos facilitar que nuestros personajes hablasen entre ellos. Parecía que éramos fans de Sally Rooney tratando de adaptar el libro». La intentona les ha salido mejor que bien.

Daisy Edgar Jones durante el rodaje de ‘Normal people’
Daisy Edgar Jones durante el rodaje de ‘Normal people’Cortesía de Starzplay
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_