¡Qué Ascot! ¡Prohíben los tocados!
El mítico hipódromo, que prohibió faldas demasiado cortas en 2008, veta ahora una de sus señas de identidad.
Si Sara Montiel está leyendo esta noticia fijo que no para de repetir una de sus frases más célebres: "¿Pero qué pasa? ¿Pero qué invento es esto?". No es para menos, y es que desde hace unos años las reales carreras de Ascot han ido engrosando su lista de restricciones a la vestimenta, sobre todo de las señoras, debido a que el tono protocolario recogido en su código de conducta se había relajado demasiado pasando de la extravagancia al esperpento. Ya en 2008 empezaron a ponerse palos en las ruedas de las asistentes cuando se prohibieron faldas demasiado cortas y tirantes de menos de una pulgada (2,54 centímetros) así como, atención: morenos de bote de esos que te dejan el cuerpo a ronchas y tatuajes a la vista. Desde la edición pasada no podían llevarse sandalias que enseñaran los pies ni escotes pronunciados.
Lo que nadie se esperaba es que los tocados, seña de identidad de tan solemne evento, iban a ser objeto de las iras de sus preservacionistas organizadores. Esta cortapisa respondería, según fuentes del Telegraph, a la progresiva sustitución de las pamelas y sombreros por rocambolescas composiciones de plumas y ornamentos varios.
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