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Oporto, guía de diseño vanguardista

La ciudad portuguesa se ha convertido en referente de las tendencias por su innovador sentido de la moda, la gastronomía, el arte y la decoración.

Oporto

Madonna, David Beckham y Pippa Middleton presumen de sus zapatos de la firma Helsan. Benedict Cumberbatch (el protagonista de la serie Sherlock) ha decorado su hogar con aparadores del estudio Bat Eye. Emma Watson ha sido vista recorriendo los pasillos de la boutique A vida portuguesa, donde se dejó seducir por los productos típicos del país. ¿Qué ha hecho que las celebridades (o sus asistentes) y los amantes del diseño amplíen su ruta de compras hasta Oporto? Sencillo, la segunda ciudad del país vecino se ha impuesto en el mercado gracias a su renovada artesanía. Sus creadores son los responsables del aumento de las exportaciones. Es más, según el Banco de Portugal, éstas crecieron un 24,2% en los últimos cuatro años y se prevé un aumento del 4,2% en 2015 y del 5% en 2016. Es el momento de pasear por sus calles para descubrir las nuevas direcciones que han provocado que todo el mundo desee regresar a esta ciudad una y otra vez.

Fachada y vistas desde el restaurante Boa Nova Tea House.

Nelson Garrido

1. NO SÓLO DE PESCADO VIVE EL CHEF

Tras su éxito en Lisboa, José Avillez decidió «escuchar a los clientes y abrir un segundo local en Oporto». El lugar escogido para instalar Cantinho do Avillez fue el 116 de la rua Mouzinho da Silveira. Ana Anahory y Felipa Almeida se encargaron de convertir un viejo local en «un salón que recuerda a la cocina de un hogar tradicional portugués», comenta Avillez. A pocos metros, en el 103 de la rua Campo Mártires da Pátria, ha abierto el bistró Brick Clérigos. Un espacio con una única mesa donde todos los platos son para compartir. Su menú de 15 euros ofrece carnes y verduras de producción local.

José Avillez en su bistró de Oporto. Desde 8 euros se pueden probar platos como las vieras con huevos de trucha o el atún a la plancha con miso (cantinhodoavillez.pt).

Paulo Barata

Junto al mercado de pescado de Matoshinos está una de las atracciones de la ciudad, la Boa Nova Tea House, uno de los primeros edificios de Álvaro Siza. Esta casa construida frente al Atlántico en 1963 ha sido renovada, cinco décadas después, por el mismo arquitecto para reabrirla como restaurante. El chef Rui Paula es su nuevo inquilino y desde aquí ofrece una carta basada en el pescado.

Tarta de queso con higos y frutos silvestres.

Armando Rafael

2. UN 'SOUVENIR' NUNCA VISTO

Los carpinteros, los herreros, los ceramistas o los antiguos tapiceros han visto cómo su actividad se multiplica con pedidos inesperados, como los que reciben de Marco Sousa, para crear los sillones y aparadores de su firma, Bat Eye. Una de sus piezas más exitosas es su aparador The Bridge, cubierto de azulejos y con patas de hierro. «Este diseño es fruto de mi admiración por el puente de Théophile Seyrig, con una patente de Eiffel, que atraviesa el Duero», confiesa Sousa. Otros que sorprenden en el mundo con sus lámparas son Delightfull. «Hacemos diseños limitados inspirados en el mundo del jazz de los años 30», explican. Esta firma tiene puntos de venta como Harrod’s, en Londres, y Printemps, en París.

Muestra de artistas portuenses en La Fundação José Rodrigues.

D.R.

Quien piense que un buen souvenir es un accesorio, no debe perderse la tienda de Hugo Costa, famoso por sus mochilas unisex de piel (hugocosta.tictail.com), o Ideal & Co (idealandco.com), que ofrece portadocumentos de cuero teñido con tintes vegetales. Pero si lo que se desea es hacer trueque con prendas de firma, o comprar una edición limitada de un it bag que ya se agotó, no hay que dejar de visitar la tienda de segunda mano La Petite Coquette (rua Cândido dos Reis, 25).

La tienda de productos con denominación de origen A vida portuguesa (avidaportuguesa.com).

Fernando Guerra

3. COLECCIONISMO LUSITANO

En Oporto el centro neurálgico donde descubrir la nueva escena artística es La Fábrica Social Fundação José Rodrigues (fejoserodrigues.pt). En este espacio, de 1.200 metros cuadrados, además de exponerse las reproducciones del trabajo del escultor que le da nombre, se imparten clases de serigrafía y ballet. También se puede entregar ropa para reciclar. Dama Aflita (damaaflita.com) es la tienda de vinilos y galería de ilustradores emergentes donde exponen figuras como Júlio Dolbeth, Alice Geirinhas o José Cardoso.

Pero un paseo por la ciudad también sirve para disfrutar del arte. En el jardín de la Fundação Serralves (serralves.pt) descansa Plantoir, la pala de jardinero de cuatro metros de alto hecha por Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen. En el 1837 de la avenida da Boavista está la escultura de hierro de Ângelo de Sousa. Y si se quiere conocer el arte urbano local hay que recorrer la rua da Lionesa, decorada con un mural pintado por el colectivo Distopia, Draw, Mr. Dheo o Third, entre otros.

Decoración años 50 en una de las seis suites de Rosa et Al.

D.R.

4. NADA COMO EL HOGAR

Aquí la tendencia en alojamiento son las casas de huéspedes, eso sí, con apariencia de hotel boutique y tarifas de hostel. La última en abrir es Canto de luz (cantodeluz.com), obra de Rui Passos Mealha, quien transformó un edificio del casco antiguo en un refugio de cuatro suites en las que dormir por 80 euros. The white box (the-white-box.pt) es el más económico, seis habitaciones minimalistas con tarifas desde 27 euros. Y la más exclusiva es Rosa et Al (rosaetal.pt), un edificio colonial de cinco alturas que esconde seis suites (118 euros la noche).

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