El misterio de los personajes mutantes en Juego de Tronos (y otras series)
La serie de la HBO es adicta al síndrome Darrin: cuando un personaje, sin motivo aparente y sin explicaciones, pasa a ser interpretado por otro actor.
Ha vuelto a pasar. Un personaje de Juego de Tronos muta físicamente, de forma bastante evidente y sin justificación aparente, de una temporada a otra. Hablamos de Dickon Tarly, el hermano de Sam, personaje con más de un momento crucial en el cuarto capítulo de la séptima temporada de la serie. Interpretado, ahora, por Tom Hopper, Dickon parece que ganará importancia en la serie después de (ojo, spoiler) salvar a Jaime Lannister de morir en la batalla de dragones. El británico que fuese sir Percival en Merlin y Billy Bones en Black Sails sustituye a Freddie Stroma, visto en UnReal y en Harry Potter y las reliquias de la muerte, que interpretó a Dickon Tarly en la sexta temporada.
¿Quién es este barbudo que recoge flores para ligarse a la Khaleesi? Esto también se preguntaron hace unos años los espectadores al comprobar la extraña mutación de Daario Naharis. Pasaron de ver las trencitas del rubio Ed Skrein a la sonrisa pícara de Michiel Huisman en un pim pam y sin que ningún inmaculado rechistase. Aunque la HBO no especificó el porqué de este cambio, se ha especulado con el hecho de que Daario I (Ed Skrein) será el nuevo protagonista del reboot de Transporter, por lo que le hubiese sido imposible combinar sendos rodajes. Así que doble ración de mercenario para los telespectadores.
El caso de Dickon Tarly o Daario Naharis es otro a sumar en esa lista kilométrica de personajes que padecen el síndrome Darrin. Una afección catódica que sirve para agrupar a todos aquellos personajes televisivos que pasan a ser interpretados por otro actor, sin motivo aparente y sin ningún tipo de explicación para el espectador. Un síndrome que nació en 1969 y que le debe su nombre a Darrin Stephens, el protagonista de Embrujada. Los problemas de salud del actor que interpretaba al marido de la bruja Samantha, Dick York, provocaron el aterrizaje de Dick Sargent hasta el final de la serie. Y ahí comenzó todo este lío de ladrones de cuerpos.
Si bien Doctor Who es la serie que quizá más (medio) ha abusado del síndrome en ciernes (lleva más de diez ‘Doctors’, aunque en su caso es porque cuando muere, regenera en otro cuerpo) y Juego de Tronos también es un experto en esto de poner varias caras al mismo personaje (Selyse/ Richard Karstark/ Beric Dondarrion/ Gregor ‘La Montaña’ Clegane/Tommen Baratheon) estos son algunos de los históricos afectados por ‘darrinismo’ seriéfilo:
La tía Vivian de ‘El Príncipe de Bel Air’
«Sabe, señora Banks, desde que tuvo a ese bebé, hay algo diferente en usted». Jazz verbalizó lo que todo el mundo pensaba cuando la nueva tía Vivian (Daphne Maxwell Reid) sustituyó a la antigua (Jane Hubert) en 1993. Sin duda, el caso que más recuerda toda la generación de los 90. Hubert después reconocería en un libro que sus diferencias con Will Smith fue uno de los motivos de su marcha.
Carol, la exmujer de Ross en ‘Friends’
La primera Carol (Anita Barone) solo apareció en un capítulo, el segundo de la serie, y decidió no seguir porque al parecer tenía otra oferta más interesante. Suerte para Jane Sibett (la rubia que todos recuerdan) que llegó a ser una esporádica fija durante todas las temporadas. Seguro que Barone todavía se arrepiente.
Harriett Winslow de ‘Cosas de Casa’
Fueron solo los últimos capítulos de la serie, pero Jo Marie Payton decidió abandonar la serie en 1997 por agotamiento (aunque muchos asegurasen durante años que el aterrizaje de Judaynn Elder en su puesto fue por su oposición al protagonismo que Steve Urkel y su alter ego había tomado en la serie). En la familia Winslow pasaban cosas muy raras. La hija pequeña, Judy (interpretada por Jaimee Foxworth), desapareció sin más de esa casa a mitad de la serie y nunca más se supo.
Cordon Press/ Getty
Bobby Draper en ‘Mad Men’
Será el mudito oficial, el eterno segundón tras el huracán Sally, pero ser el mediano de los Draper no es tarea fácil en la serie de la AMC. Hasta cuatro actores lo han interpretado y un Bobby despechado, Jared Gilmore (el de las temporadas 3 y 4), atribuyó el mal rollo que desprende January Jones (Betty Francis) en el set como motivo de su marcha. Tuvo que llegar Sterling (John Slattery) para rebajar el mal rollo y recordar que igual los niños actores están confundiendo a la Betty ficticia con la January real.
Imagen vía Vulture
Hobie Buchannon en ‘Los Vigilantes de la playa’
El hijo de Mitch que todos recuerdan (foto de la derecha) estaba interpretado por Jeremy Jackson, un chaval que después pasaría a ser carne de reality televisivo, donde confesó que en la serie se ponía hasta las cejas de metanfetamina (por cuyo consumo llegó a ser arrestado). Durante la primera etapa de la serie Hobie estuvo interpretado por Brandon Coll.
Becky Conner en ‘Roseanne’
La hija ficticia de Roseanne Barr es uno de los casos más divertidos del ‘darrinismo’. Alicia Lecy Goranson fue Becky durante las primeras cinco temporadas y decidió ir a la universidad. La reemplazó Sarah Chalke hasta la octava temporada, cuando Goranson volvió y ambas se alternaron. En la novena, Chalke volvió a ser la hija de los Conner. Al parecer Goranson volvió a renunciar por un supuesto caso de acoso sexual que nunca se confirmó. Las bromas sobre los intercambios de ‘The Beckys’ fueron continuas en el guión (una muestra, aquí)
Inés Alcántara en ‘Cuéntame’
Las series españolas tienen un largo, pero que muy largo, historial de afectados por el síndrome Darrin (completísima la recopilación del blog Palabras a Punto). Compañeros, Hermanos de Leche, Menudo es mi padre, A las once en casa, Ala Dina o Periodistas son grandes ejemplos históricos, pero quizá el más reciente es el caso de la hija mayor de los Alcántara. Irene Visedo decidió dejar la serie en 2010 por otros proyectos y, cuando su personaje volvió tres años después, fue en la piel de Pilar Punzano.
TVE
Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchísimos más, el cine también lo ha padecido y hasta Wikipedia recoge su propia lista. Al darrinismo no hay quien lo pare.
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