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Philipp Plein: «Yo soy el rey del ‘bling-bling’. Los que antes criticaban, hoy nos copian»

El polémico diseñador abre tienda en Madrid y, rodeado de fans, recibe a ‘S Moda’ sin pelos en la lengua: industria obsoleta, violencia de género, religión…

Patricia Rodríguez
Philipp Plein a su llegada a la nueva tienda de la marca en Madrid (Ortega y Gasset, 5).
Philipp Plein a su llegada a la nueva tienda de la marca en Madrid (Ortega y Gasset, 5).Pepino Marino

Son solo las dos de la tarde, pero en la nueva tienda de Philip Plein en Madrid (Ortega y Gasset, 5) parece medianoche: champán, música y mucho brillo, sello de la casa. El diseñador alemán se retrasa dos horas (viene de abrir otro local en Suiza) pero a nadie parece importarle. A diferencia de otras inauguraciones de moda, prácticamente todos los invitados son fans de la marca y hacen tiempo pasando por caja. Porque si algo queda claro al adentrarse en el particular universo de Plein es que tiene muchos adeptos que visten sus creaciones de la cabeza a los pies. “Y a la gente de la moda su nombre solo nos suena”, comenta uno de los pocos periodistas. Su relación con la prensa siempre ha sido tensa: o le han dedicado críticas implacables o, pese a su afán por protagonizar controversias, le han ignorado.

Sagaz e incansable, comenzó vendiendo camas con strass para perros pudientes. Pronto asimiló que lo del brillo gustaba a canes y dueños y decidió aplicarlo a prendas de ropa. Hoy, veinte años después, tiene casi 200 tiendas repartidas por el mundo y un ejército de seguidores. Todos hacen cola cuando por fin llega al evento en Madrid: le piden unos minutos de charla, un selfie y hasta un autógrafo en una Barbie de edición limitada vestida por Plein. En persona es carismático y encantador, pero no tiene ni pelos en la lengua ni modestia. Cuesta discernir cuánto es Philipp y cuánto, personaje.

Felicidades, esta es tu quinta tienda en España.

¿La quinta? No estoy seguro: tenemos en Mallorca, en Ibiza, Marbella, Barcelona y ahora Madrid. Pero también Billionarire [la firma italiana que Plein adquirió en 2016] en Puerto Banús, un outlet en Las Rozas y otro en Barcelona. Así que no son cinco, son ocho.

Las firmas de la competencia están cerrando, ¿cuál es tu secreto?

Pues hacerlo todo bien. No en serio, somos uno de los grupos de moda que más crece en este momento. En parte porque aún somos jóvenes y tenemos mucho recorrido aún.

Para la remodelación del local se ha tenido en cuenta la accesibilidad.
Para la remodelación del local se ha tenido en cuenta la accesibilidad.Pepino Marino

Empezaste la compañía con una herencia de tu abuelo de 20.000 euros. ¿En qué momento te diste cuenta de que esto iba a ser grande?

Aún no somos grandes. Cerraremos este año con un volumen de negocio de 300 millones, poco en comparación al resto de marcas del mercado: piensa que Gucci está facturando 6.000 millones. Aún tenemos un gran potencial. Creo que hoy es muy emocionante trabajar para Philipp Plein. Es como Google hace 15 años. Tenemos ese espíritu de start up. ¿Por qué es tan emocionante? Te lo diré antes de que me lo preguntes: porque trabajamos en una economía obsoleta. La moda es vieja y en mi sector no encuentras muchas más marcas como Philipp Plein. Hay tendencias, pero no marcas. Y ahora tu pregunta será ¿qué es una marca y qué es una tendencia?

Explícamelo.

Pues necesitaría mucho tiempo, pero una tendencia va y viene. Una marca es perenne. Por ejemplo, Celine era una tendencia hace unos años, ya no, ahora es una marca. Gucci es una tendencia y una marca a la vez. Hay momentos, es un ciclo, ¿lo ves? Nosotros no somos una tendencia, nosotros estamos intentando ser una marca. ¿Qué hace que una marca sea una marca? Esa debería ser la siguiente pregunta que debes hacerme, pero ya me la hago yo y te contesto.

Adelante.

Visibilidad, conocimiento y por supuesto el tener un lugar permanentemente palpable en el mercado. Para ello las tiendas son la llave.

Y conectar con la gente, que hoy ha quedado claro en la inauguración.

Sí, esto [señala el nuevo local] es un sitio para conectar. Más que la tienda online, aunque ahí también somos bastante buenos: este año en ecommerce tendremos un volumen de negocio de 50 millones. Pero, ¿puedo decirte una cosa?

Que tú apuestas por el ladrillo…

No, no, no es una apuesta. Está demostrado que no puedes tener éxito online sin tener presencia física. Y no hablo de Net-a-porter, hablo de las marcas de nuestra competencia.

El diseñador firmando una Barbie de edición limitada de un admirador en la inauguración de su tienda madrileña.
El diseñador firmando una Barbie de edición limitada de un admirador en la inauguración de su tienda madrileña.Pepino Marino

Hace unos años tus propuestas eran etiquetadas como ‘ejemplos de mal gusto’ en cualquier crítica de moda. Pero esa dicotomía entre el gusto ‘bueno / malo’ hoy ha desaparecido…

Yo soy el rey del bling-bling. Lo he sido desde el principio, pero ahora miras a Gucci o a cualquier otro y todos brillan. Nosotros fuimos los primeros que empezamos a ofrecer un streetwear couture: joggings, deportivas de lujo… y ahora el mercado nos copia. Hicimos algo que no hizo nadie antes. La moda mueve mucho dinero y, aunque no he venido aquí a quejarme, todos miran a todos. Cuando algo tiene éxito y funciona, lo imitan. Es parte del juego. Y está bien que hoy la gente como tú empecéis a entender que lo que hacíamos no estaba tan mal. Que hemos creado una tendencia que ahora otros siguen.

Y en este escenario, ¿qué papel juegan los desfiles? Grandes espectáculos y grandes partidas en tu presupuesto.

Creo que la moda es para la gente. Nuestra competencia hacía desfiles para la prensa, para que os sentarais ahí a escribir vuestras crónicas sobre prendas. Pero eso fue antes de las redes sociales. Yo creo que la ropa es algo democrático, no es solo para las editoras de moda. Así que quise hacer de mis desfiles algo que cualquier cliente pudiera disfrutar.

Su colección para la próxima primavera se inspira en Michael Jackson.
Su colección para la próxima primavera se inspira en Michael Jackson.IMAXTREE

Todos nos vestimos cada mañana…

Hoy puedes comprar moda en Zara. Pero si pagas por una marca estás comprando un estilo de vida, una imagen, un sueño. Los desfiles son un envoltorio. También yo juego un papel en ese sueño. Soy el que lo conecta, como antes estuvieron Roberto Cavalli o Gianni Versace: sus marcas sin ellos perdieron algo del sueño. La gente que compra mis productos quiere ser parte de este mundo que hemos creado.

¿Qué pasa en tus fiestas, porque he oído todo tipo de historias?

[Se pone serio por primera vez en la entrevista]. No lo sé porque yo soy el primero en retirarme. Soy un héroe del trabajo y tengo que descansar. Hoy por ejemplo hemos inaugurado dos tiendas: en Ginebra y aquí. Y me ha dado tiempo también a visitar el outlet de Las Rozas, que es algo que no verás nunca hacer a Giorgio Armani o a Miuccia Prada.

¿Las reglas no van contigo?

Seguimos algunas. Pero ¿por qué voy a seguir las reglas de una industria que se ha quedado obsoleta? Por ejemplo, yo soy católico, creo en Dios, pero no puedo vivir bajo los preceptos de la Biblia, que fue escrita hace miles de años. Me llaman ‘el chico malo de la industria’. No busco ser rebelde, pero tampoco hacer lo que están haciendo todos. ¿Otro ejemplo? Hemos sido la primera firma de lujo en abrir un outlet online. Y (esto puedes escribirlo, verás que tengo razón) en los próximos 12 meses el resto de firmas de lujo hará lo mismo.

En tiempos del #MeToo, ¿el sexo y las polémicas siguen vendiendo?

Absolutamente. Mira: yo no soy un político y no busco mandar un mensaje con mi ropa. La gente no puede abusar de la moda y tratar de hacer de ella algo político.

Pero tendrás que reconocer que las imágenes son poderosos transmisores de mensajes. Y la moda es imagen.

Claro, y eso está bien. Porque celebramos a las mujeres. Yo quiero a las mujeres más que nadie. La mayoría de los diseñadores envidia a las mujeres, ninguno las ama como yo.

Algunas de tus campañas, como la del pasado Black Friday [con imágenes de mujeres muertas y ensangrentadas], glamurizan la violencia contra las mujeres.

¡La modelo es mi novia! [La trae]. ¿Verdad, cariño, que te gustó hacerlo?

Sí, pero es una imagen que, afortunadamente, ya no vemos en publicidad. En Italia, donde desfilas, cada 72 horas es asesinada una mujer. ¿Es responsable?

Estoy seguro de que en España pasa lo mismo.

Son menos [46 víctimas mortales en 2018], pero también es un problema, claro.

La gente no lo entiende, y siempre habrá gente que no lo entienda. Siempre puede interpretarse, pero era algo diferente: no hablaba de matar a la mujer, sino de matar los precios.

Sí, pero la muerta en la imagen es una mujer; podría haber sido un hombre.

¡Porque a las mujeres les gustan los descuentos más que a nadie! Porque se vuelven locas con las rebajas, más que los hombres. Pero si quieres hablar de imágenes poderosas podemos hablar de la campaña que hice con 12 modelos negros, junto a Franca Sozzani y Francesco Carrozzini en 2014. Nadie publicó nada y también nos adelantamos en eso: nosotros hicimos la primera campaña con un casting entero de modelos negros.

La campaña primavera-verano 2014 de la firma, que se inspiraba en la última cena.
La campaña primavera-verano 2014 de la firma, que se inspiraba en la última cena.

Sobre la firma

Patricia Rodríguez
Periodista de moda y belleza. En 2007 creó uno de los primeros blogs de moda en España y desde entonces ha desarrollado la mayor parte de su carrera en medios digitales. Forma parte del equipo de S Moda desde 2017.
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